¿Conoces la indefensión aprendida?

¿Conoces la indefensión aprendida?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 18 noviembre, 2017

Se ha escuchado hablar mucho sobre la indefensión aprendida pero mayormente en personas, como mujeres maltratadas o incluso niños con traumas enormes. No obstante, aunque no sea muy común, este es un asunto que también pueden sufrir nuestras mascotas.

Vamos a hablarte más sobre este tema, pues es posible que tu perro esté pasando por ello y que no entendieras de qué se trata. Incluso si no fuera así, aprender sobre este tema es de interés para todos aquellos que tienen una mascota.

Qué es la indefensión aprendida

quemaduras en el perro y el gato

La indefensión aprendida es la condición del animal para actuar de manera pasiva a las situaciones aversivas. Es decir, se ha dado cuenta de que muchas cosas no las puede cambiar y que eso es lo que le ha tocado vivir, por lo que se resigna, eso sí, con una actitud totalmente pesimista y sin ganas de vivir.

Simplemente se deja hacer, no importa que sean maltratos o abusos, vive porque respira, pero sin ninguna gana de hacerlo.

Esta enfermedad se ha relacionado con depresiones y trastornos mentales fruto de la ausencia de control ante ciertas situaciones.

Ahora bien, ¿es necesario que un perro sea maltratado para que desarrolle indefensión aprendida? No. Los perros a los que se le regaña a cada rato  por ir por ese lado en vez del por el otro, por manchar el suelo, por tirar de la correa, por tirar su agua o por cualquier otro tipo de minucia sin importancia que, sumadas, llegan a convertir la vida del animal en imposible.

Se siente rechazado, no amado, y como un desecho de la humanidad por la actitud de aquellos que lo cuidan. ¿El resultado? El animal ya no responde a las órdenes, no quiere jugar, come lo necesario, en definitiva, se convierte en un muerto en vida.

Hay que tener cuidado en no caer en esta actitud con nuestra mascota, pues poco a poco podría ir influyendo en su mente y llegar a demostrar indefensión aprendida.

Desgraciadamente este es un aspecto del que se aprovechan muchos adiestradores de perros muy conocidos. Poner bajo una situación de estrés incontrolable al animal hace que el perro haga lo que deseamos. Por ejemplo, si el can es agresivo al salir a la calle, adiestradores sugieren poner un collar apretado y una correa corta, ¿qué otra cosa puede hacer el peludo?

Un acto continuo de situaciones como estas hace que el animal desarrolle indefensión aprendida.

¿Hay alguna solución para la indefensión aprendida?

gatos y dueños

Puede que hayas adoptado un perro que desgraciadamente sufra de este trastorno. Quizá fue un can maltratado o abandonado y ahora siempre lo ves cabizbajo. Al principio pesaste que era un canino bueno, pero poco a poco te diste cuenta de que hay algo más.

Es posible que sea indefensión aprendida. Es simple, tu perro no tiene ganas de vivir.

¿Podrá dejar de demostrar indefensión aprendida? Vamos a serte sinceros, no será un camino fácil. No obstante, los psicólogos de animales podrían ayudarte muchísimo en el proceso. Habla con tu veterinario para que te aconseje alguno si no conoces a ninguno.

En casa practica el refuerzo positivo, el cariño, el amor, la suavidad en tus palabras y dedica tiempo al animal. El tiempo juega un papel esencial en este trayecto. Si no lo tienes, es mejor que el perro sea adoptado por otra familia. Es triste decirlo, pero es la cruda realidad.

Necesitas tiempo para pasear con él, jugar con él e intentar descubrir qué cosas le gustan. Será de mucha utilidad hablar con el refugio en que lo adoptaste y que te den detalles de su pasado como qué tipo de maltrato sufrió. Haz todo lo contrario que hacían sus anteriores dueños. Por ejemplo, si nunca lo sacaban, hazlo tú. Si lo tenían con una correa que lo asfixiaba, déjalo suelto en un lugar en que pueda correr. Si le gritaban, háblale dulcemente.

En resumen, demuestra a tu perro que lo quieres, que todo ha cambiado y que merece la pena vivir.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.