Buitre australiano emerge del registro fósil

Se consideraba que los buitres solo estaban ausentes en Australia y en la Antártida, pero un estudio reciente ha encontrado que al menos existió una especie australiana hace 50 o 500 mil años.
Buitre australiano emerge del registro fósil
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 12 agosto, 2022

Los buitres son aves que tienen un rol importante en el ecosistema, pues se encargan de reciclar los nutrientes de los cuerpos en descomposición y reducen las enfermedades. Sin embargo, Australia tiene el terrible honor de ser uno de los sitios que carece por completo de alguna especie de buitre, lo cual tiene un impacto crucial en su naturaleza.

Durante mucho tiempo se pensó que Australia nunca tuvo buitres en toda su historia natural. De hecho, se registraron varios fósiles australianos de aves que parecían suplir la falta de estas especies, por lo que no se le daba tanta importancia a este hecho. No obstante, un estudio reciente descubrió que durante el Pleistoceno existió una especie de buitre australiano. Sigue leyendo este espacio y conoce esta peculiar historia.

La megafauna de Australia

En la época del Pleistoceno, Australia se caracterizaba por tener un clima cálido y húmedo, lo que propició la presencia de bosques tropicales. Estos ambientes fueron fundamentales para el desarrollo de la fauna marsupial y propiciaron su crecimiento. Gracias a ello, aparecieron ejemplares gigantes a los que se les denominó megafauna.

Contrario a lo que sucedió en otros continentes, la fauna gigante de Australia era única en su tipo y tenía características nunca antes vistas. Entre las especies más conocidas e increíbles se encuentran los siguientes:

  • Diprotodon: es el ancestro de los wombat, medía cerca de 2 metros de alto.
  • Procoptodon: pariente cercano del ualabí. Su apariencia física recuerda mucho a la de un canguro, pero con un tamaño gigante (más de 2 metros de altura y 230 kilos).
  • Thylacoleo: también conocido como el león marsupial. No tiene ninguna relación o parentesco con los demás félidos, aunque su apariencia se parece mucho a la de un tigre.
  • Palorchestes: es conocido como el tapir marsupial. Su aspecto presentaba varias características del tapir, aunque también podría asemejarse un poco al perezoso gigante.
Megafauna: procoptodon

La curiosa extinción de la megafauna

Aunque la megafauna tuvo el control del ecosistema durante mucho tiempo, la época del Pleistoceno se caracterizó por presentar muchos cambios ambientales drásticos. Esto pudo haber ocasionado un decremento en la población de estos animales, aunque se cree que el hombre (aborígenes) podría estar implicado en esto.

A pesar de que parezca extraño, diversas pinturas rupestres indican que el hombre tuvo interacción con estos animales gigantes. Por lo tanto, algunos especialistas indican que el exceso de la cacería, en conjunto con las condiciones ambientales, podrían haber ocasionado la extinción de la megafauna.

El único problema es que hasta el momento jamás se habían encontrado indicios de los sitios de caza. De hecho, incluso si la cacería fuera la principal razón de su extinción, aún existiría la incógnita sobre qué pasó con sus cuerpos. Es importante recordar que muchos especialistas consideraban que no había grandes carroñeros que procesaran esa cantidad de restos, por lo que debería ser fácil encontrar sitios de caza.

El descubrimiento que cambio la perspectiva de la fauna australiana

En el 2022, un estudio publicaría sus hallazgos después de volver a analizar los restos de lo que se creía que era un tipo de águila australiana del Pleistoceno (Taphaetus lacertosus). Contrario a lo que se podría esperar, esta investigación demostró que los restos fósiles de dicha ave se parecían más a los de un buitre y no a los de un águila. Debido a ello, fue renombrada como Cryptogyps lacertosus.

Esto significaba que por primera vez se reportaba la existencia de un buitre australiano, el cual convivió con gran parte de la megafauna durante el Pleistoceno. Aunque parece de poca importancia, la presencia de esta especie cambiaba la perspectiva que se tenía del ecosistema de la época.

Cabe recordar que los buitres son los encargados de reciclar los nutrientes, por lo que consumen los huesos y los restos de los animales muertos. Esto podría explicar el por qué no se han encontrado sitios de caza que corroboren la extinción de la megafauna, pues estas aves podrían haberlas destruido durante sus actividades diarias.

Asimismo, la relación entre la extinción de la megafauna y la desaparición de los buitres australianos complementa su historia. En el momento que los animales gigantes dejaron de existir, la carroña y los cuerpos en descomposición comenzaron a escasear. Por lo tanto, en poco tiempo el buitre australiano siguió sus pasos, se extinguió.

Un buitre orejudo mira a cámara.

Aún quedan incógnitas que resolver

A pesar de que el redescubrimiento del buitre australiano responde muchas dudas con respecto a la megafauna de Australia, aún existen ciertas incógnitas. Por ejemplo, se calcula que entre la llegada del hombre y la extinción de la megafauna existen alrededor de 13 000 años de diferencia. Este lapso es demasiado para que el hombre pueda ser considerada la causa de la extinción, así que la respuesta aún no es clara.

Como te puedes dar cuenta, es posible que aún falte mucho para poder desvelar la historia detrás de la megafauna australiana. Sin embargo, es interesante saber que la diversidad de Australia es aún más grande de lo que se imaginaba. Al final, es claro que este continente es único y que tanto su fauna actual como la antigua tenía características bastante increíbles.


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