Bosque de Noruega, el gato que vino del frío

Majestuoso. Esa es la palabra que mejor describe al Bosque de Noruega. Este es un gato que, de habitar los fríos parajes escandinavos, pasó a ser una mascota popular, elegida en muchos hogares de todo el mundo. Resistente, ágil y muy sociable, este bello minino destaca por su denso pelaje, desarrollado para resistir las bajas temperaturas del lugar que le da su nombre.

Historia del minino asilvestrado de orígenes inciertos

El origen de esta maravillosa raza no está del todo esclarecido. Se estima que llegó a tierras nórdicas hacia el año 1000 de mano de los vikingos. Todo parece indicar que estos viajeros impenitentes descubrieron a los antepasados de este felino en lo zona de Bizancio. Y que los subieron a sus barcos para controlar a las ratas y ratones que abundaban en las bodegas.

Ya en tierras escandinavas habitaron en casas rurales, también en función de proteger las cosechas de los roedores. Pero muchos ejemplares se asilvestraron. Mientras tanto, se fueron adaptando a las temperaturas extremas hasta adquirir su aspecto actual.

La incertidumbre sobre su procedencia sirvió para alimentar mitos y leyendas. Así, los mininos fueron vinculados a antiguos dioses de estos pueblos. Y se los incluyó en una buena cantidad de cuentos populares.

Bosque de Noruega, una raza robusta y de rasgos delicados

Si eliges un Bosque de Noruega como mascota, te encontrarás con un animal grande y robusto, pero de gran agilidad. Su dibujo, y en ocasiones su cara, te recordarán a los linces. Y su cuello recubierto de pelo seguro te hará pensar en los leones.

Sin duda estamos ante un imponente felino doméstico, de pelaje tupido y resistente al agua, que hace que parezca que luce un abrigo de visón. Además, la parte inferior de sus patas y sus orejas presentan unos mechones de pelo para protegerlos de la nieve y el frío que abunda en los bosques escandinavos.

Tiene cuerpo, patas y cola largas y uñas muy desarrolladas. Pero su voz es suave y los rasgos faciales son muy delicados. Destacan unas orejas largas y puntiagudas, unos prominentes bigotes y unos ojos grandes, almendrados y levemente oblicuos.

Sociable, juguetón y cariñoso: así el el gato que vino del frío

El Bosque de Noruega es un gato muy seguro de sí mismo. Por eso acepta sin problemas la convivencia con otras mascotas y se lleva muy bien con los pequeños de la casa. Así de sociables y comunicativos son estos mininos que también sobresalen por su inteligencia y su buen carácter.

Estás, asimismo, ante un excelente cazador que tanto puede trepar a los árboles como buscar su presa en el agua. Y si bien se adapta sin problemas a vivir en el interior de una casa, mucho agradecerá un jardín o, en su defecto, rascadores y lugares altos para otear el panorama aunque sea desde un living.

Tranquilos, juguetones y cariñosos, los Bosque de Noruega se sienten, sin duda, como parte de la familia humana con la que conviven. Así es que deberás prestarle atención y jugar un buen rato a diario con él.

Una mascota sana que no requiere de atención excesiva

Si tu mascota es un minino de esta raza, sin duda agradecerás la buena salud de la que suelen gozar. Sin embargo, debes cuidar que no se exceda de peso para que no sufra de displasia u otras deformidades en la cadera.

Además, son gatos que no requieren de una atención excesiva. A pesar del largo de su pelaje, bastará con un cepillado semanal para evitar la formación de posibles nudos. Aunque en el período de muda resultará oportuno tomar algunas medidas para que pueda evacuar sin dificultad las bolas de pelo.

De todas formas, recuerda que para asegurarte que tu animal de compañía esté sano y fuerte, debes llevarlo de forma periódica al veterinario, desparasitarlo de manera frecuente y cumplir con el calendario de vacunación.

Fuente de las imágenes: Gangburgondes, DarkAp89  y Heikki Siltala or catza.net.