Cómo enseñar autocontrol a tu can

Cómo enseñar autocontrol a tu can

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 03 septiembre, 2016

El autocontrol es una cualidad que en el mundo brilla por su ausencia. Es una cualidad muy difícil de cultivar y aún más de enseñar. Desde que somos pequeños, nuestros padres intentaron inculcárnosla y nosotros a nuestros hijos. Es fácil cuando existe una comunicación abierta poder transmitir los valores y deseos que esperamos que el niño tenga.

Pero la cosa se complica si nuestro alumno no puede hablar y no puede entender de manera racional lo que le decimos. Es decir, nos referimos a nuestras mascotas. Sin embargo, es necesario que nuestra mascota aprenda autocontrol, pues lo necesitará para cosas cotidianas como comer, beber, relacionarse con otros e incluso hacer sus necesidades.

Es posible que cuando escuches la expresión enseñar autocontrol a tu perro todo te parezca complicado y difícil de cumplir, pero te daremos unos consejos prácticos con los que lo conseguirás antes de lo que pensabas.

¿Qué es el autocontrol?

perro destructor

Antes de nada debemos saber de lo que estamos hablando, por lo que hemos de definir qué es autocontrol y saber en qué situaciones nuestro perro no lo demuestra para de ese modo poder ayudarle a desarrollarlo.

El autocontrol, como la propia palabra indica, es controlar los propios impulsos para actuar de manera adecuada en cada ocasión. Muchos de esos impulsos son empujados por el subconsciente o son innatos en nosotros. En el caso de tu mascota pueden ser empujados por su instinto. De ahí que sea tan difícil de controlar.

¿En qué momentos nuestro perro no demuestra autocontrol?

  • En la hora comida. Casi ningún perro come de forma relajada, parecen engullir como si llevaran varios días sin comer.
  • Momento paseo. ¿Qué decirte sobre esto? Estamos seguros de que la mayoría de las veces que paseas a tu perro parece que es él quien te saca a pasear a ti en vez de tú a él.
  • Momento saludo. Cuando llegas a casa te encanta que tu amiguito esté ahí feliz de verte, pero tanta es la emoción que a veces incluso te hace daño cuando se abalanza sobre ti u otros miembros de tu familia o amigos.

Hay más momentos en las que nuestra mascota no tendrá autocontrol, como cuando le cuesta no hacerse sus necesidades en casa, por ejemplo. Sin embargo, centrémonos en cómo mejorar el autocontrol en dos aspectos importantes: la comida y los paseos.

Mejorar el autocontrol a la hora de comer

Algunos canes, mientras comen, y si se les toca, gruñen, y en ocasiones hacen el intento de morder. Esto lo hacen incluso con sus dueños. Esta no es una actitud correcta y viene generada por falta de autocontrol. Se debe erradicar. Ahora bien, ¿cómo hacerlo?

Los perros son animales de manada y se dejan guiar por un líder. En casa debes enseñarle que tú eres el líder y una de las maneras de hacerlo en este aspecto es no permitiendo que el perro coma antes o a la vez que vosotros. Primero comen los líderes, luego la manada.

Por tanto, no permitas que esté alrededor de la mesa pidiendo o saltando. Desde pequeño enséñale a que se  quede en su lugar que podría ser su cama mientras vosotros coméis. Cuando le sirvas la comida no permitas que se salte, ladre o se excite. Más bien enséñale a que la espere sentado.

De esta manera tendrá una actitud sumisa, y un perro sumiso es un perro tranquilo.

Mejorar el autocontrol en la hora paseo

sacar de paseo a tu perro

El paseo es una agonía cuando es nuestro perro el que siempre quiere ir por delante. Pues bien, para mejorar este aspecto, debes empezar desde casa.

Muchos dueños juegan a decir “mira, voy a coger la correa”, pero esto no hace más que poner mucho más nervioso al animal. Por tanto, antes de colocar todos los accesorios al animal para ir a pasear, deberás esperar a que esté tranquilo. Normalmente no tardará más de 10 minutos.

Puedes tomar los accesorios y sentarte mientras los miras y dejar pasar unos minutos hasta que el perro se relaje. Más tarde, ponle la correa mientras le hablas de manera suave y le explicas que debe estar relajado y tranquilo. No esperes conseguirlo a la primera, pero con paciencia y perseverancia lo lograrás.

Durante el paseo háblale de forma calmada e incluso cógelo en brazos y colócalo en el lugar que deseas que vaya, a tu lado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.