Vídeo: perrito se enamora de un gatito que su humana rescató, lo cuida como si fuera su hijo
Dicen por ahí que los perros y gatos no se llevan nada bien, pero el perrito que protagoniza este relato y que se enamora de un gatito demuestra todo lo contrario. El can quedó flechado del minino bebé que su humana rescató y decidió convertirse en un padre ejemplar para el recién llegado.
Raylan, como se llama el perro de raza mixta con Pastor, fue adoptado antes de ser sacrificado en un refugio. Su tutora se ha destacado por ser hogar de paso de gatitos sin hogar y fue así como conoció a su hijo adorado, sin importarle que no fuera de su misma especie. Te contamos más, así que no pares de leer.
¿Quién es Raylan, el perrito que se enamora de un gatito rescatado?
Raylan es un canino que llegó a los dos años de vida a un refugio en donde pretendían sacrificarlo. Sin embargo, horas antes de que le aplicaran la eutanasia fue adoptado por una mujer con un enorme corazón. Desde entonces, él se dedica a ayudar a su madre humana a cuidar a los felinos que llegan a su hogar de paso. Hasta el momento, ya llevan siete años haciendo esta increíble labor social.
De acuerdo con Laura Tindal, su intención no era que él se encargara de cuidar a los mininos, pero su espíritu la llevó a incluirlo en esta tarea. “Lo sacaron de ese refugio horas antes de que lo sacrificaran. Se presentó en mi casa y no tenía ningún entrenamiento, pero era muy inteligente y estaba ansioso por aprender”, precisó.
Así, sin saberlo o esperarlo, ella le dio sentido a su vida, pues cuidar a otros animalitos en condiciones difíciles le dan sentido a su existencia, eso es notorio. Su entrega lo lleva a acariciar a los recién llegados y a protegerlos.
La increíble relación entre Raylan y Ron
Aunque Raylan se ha destacado por ser amoroso con todos los gatitos que llegan al hogar de paso que tiene su humana, hizo una conexión muy especial con Ron. Todo ello ha quedado grabado en video en el perfil que tiene el cánido en Instagram.
Todo empezó cuando Laura rescató a dos gatitos bebé que estaban en condiciones terribles en un garaje: solos, delgados y deshidratados. Los bautizó Ron y Hermenie y se los presentó a su incondicional ayudante, quien quedó prendado de Ron.
Se notaba que el pequeño extrañaba a su madre y buscaba su calor y amor, parece que eso lo notó el perro y empezó a llenar ese vacío. Mientras la humana velaba por su salud, el can los limpiaba y arrullaba con entrega. Esta tarea la hacía con los dos, pero una vez terminaba, tomaba a Ron en su hocico y los llevaba a dar un paseo.
A raíz de esto, se ha creado un patrón entre los dos. “Cuando Ron quiere que lo recojan, se acerca y se para debajo de la cabeza de Raylan, maúlla y lo mira dando vueltas de un lado para otro”, cuenta la mujer.
De esta forma, este perrito adulto y este gatito bebé rompen estereotipos y muestran que es posible dejar de lado las diferencias de raza, tamaño o color para crear un vínculo irrompible.