13 signos de que eres un dog lover

Un dog lover es una persona que lleva su amor por los perros hacia el respeto, el cariño y los cuidados de calidad. Descubre aquí qué caracteriza a estas personas.
13 signos de que eres un dog lover
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

Es indudable que los perros y los humanos compartimos un vínculo ancestral: el periodo de domesticación de esta especie nos ha dotado a ambos de facilidad para el entendimiento mutuo y para la creación de vínculos. Sin embargo, un verdadero dog lover no solo es alguien a quien le gustan mucho los perros, sino que reúne otras tantas cualidades.

Si quieres saber cuáles son, echa un vistazo al resto de este artículo. Seguro que te identificas con muchas de las afirmaciones que vas a leer a continuación, pero ¿pondrás el tick afirmativo en todas ellas?

13 signos de que eres un dog lover

Un dog lover es una persona que lleva su amor por los perros un paso más allá: se preocupa por su bienestar, protege a aquellos canes más desfavorecidos y se posiciona en contra de todas las prácticas dañinas que se ejercen sobre esta especie. Este estilo de pensamiento se manifiesta en ciertos detalles y prácticas que puedes leer a continuación. No te lo pierdas.

1. Cualquier perro que pase por tu lado te distrae

No importa lo que estés haciendo. Podrías pasear, conversar, entrar a casa de tu amigo o incluso ver vídeos de perros. Si un can pasa por tu lado, se produce un momento que seguro que te suena: os miráis, a él se le abren los ojos de par en par, a ti también, él menea la cola y tú dices “hola”. Y ya está, de repente estás mimando a un perro desconocido.

Es posible que hayas dejado una frase a medias o que estuvieras de mal humor antes de encontrarte con ese cánido desconocido. Es irrelevante: en ese momento, estás saludando a un perrito y se te pasan todos los males.

2. Tus seres queridos saben que vas a su casa para ver a su perro

Quizá esta frase es exagerar, ya que obviamente también quieres a tu amigo humano y le visitas a él en primer lugar. De todas formas, hay algo especial en acudir a una casa en la que aparece un perro contento de verte nada más abrir la puerta, y tú lo sabes. Tus amigos han asumido que vas a saludar primero a su can (y tampoco les importa).

Un perro disfrutando con su familia.

3. Un dog lover adopta, no compra

La triste realidad de muchos perros que viven en refugios y en las calles es familiar para ti. Sabes que, habiendo tanto cariño que dar a esos animales, no merece la pena comprar uno. Además, cada vez que has adoptado a un can has ganado consciencia de que en realidad has ayudado a 2: al que sacas del refugio y al que tiene la oportunidad de ocupar su sitio.

4. Llevas a tu perro a todas partes

Pudiendo viajar con tu perro y visitar sitios nuevos, ¿por qué dejarlo en casa, aburrido y solo? Cada vez que planificas una salida, te preocupas por encontrar lugares en los que te permitan llevar a tu compañero canino porque entiendes que tiene el mismo derecho que tú a disfrutar de las salidas.

5. Aparecen bolsas para excrementos en todos tus bolsillos

Nunca está de más tener alguna bolsa para guardar los excrementos de tu can en el bolsillo, ya sea para recoger cacas inesperadas o por si a alguien se le ha olvidado y la necesita. El caso es que al final se te olvidan ahí y pasan por la lavadora, la plancha y el armario.

La reacción que tienes cuando metes la mano en el bolsillo y palpas la bolsa es casi como la de encontrarse una moneda que te habías dejado en el pantalón.

Además, esto te ocurre porque eres consciente del impacto que produce tu perro en su ambiente. Sabes que recoger sus excrementos no solo es dejar limpia la calle, sino que evita que otros canes se los coman y enfermen o que otros humanos los pisen. De hecho, tampoco dejas que tu perro moleste a otros animales ni estropee el mobiliario urbano.

6. Siempre tienes la cámara preparada

Un dog lover no puede resistirse a inmortalizar cada momento tierno o divertido de su can. Esto es así incluso aunque no uses redes sociales, pues podrías estar horas viendo las fotos y los vídeos de tu mascota sin necesidad de compartirlos. De hecho, tus seres queridos también podrían estar horas viendo las imágenes más divertidas de tu can, porque se las mandas todas.

Además, conoces la importancia de seleccionar el contenido sobre animales en redes sociales y no das visitas ni compartes nada que implique maltrato animal.

7. Tu perro forma parte de tu soporte emocional

El vínculo que tienes con tu can es bidireccional: ambos sabéis cuándo el otro se siente mal y os apoyáis mutuamente. En ocasiones, explicarle a otro humano lo que llevas dentro es complicado, pero tu perro te ayuda a procesarlo con una acción tan simple como tumbarse a tu lado.

8. Tus conocimientos sobre esta especie no tienen fin

Como buen dog lover, sabes que para dar los mejores cuidados a tu perro es necesario empaparse de información fiable sobre esta especie. Eres de los que hacen mil preguntas en el veterinario, se leen todos los artículos, realizan cursos y analizan constantemente cada conducta de su can.

Además, has aprendido a diferenciar la información falsa de la probada por expertos. Reconoces los bulos y no los compartes.

9. Para un dog lover cualquier perro es bello

Las razas no tienen sentido para ti. Podrán gustarte unos rasgos estéticos por encima de otros, pero al final lo que te enamora es su carácter. Y una vez conoces a cualquier can, ninguna arruga, diente fuera de sitio o extremidad combada te parece fea.

10. No dices que no a ningún tratamiento veterinario

Sabes que la salud de tu can es lo primero y asumiste nada más adoptarlo que sus cuidados requieren grandes sumas de dinero en algunas ocasiones. Por eso, manejas tu economía de manera que siempre tienes un colchón financiero exclusivo para los sustos veterinarios.

11. Entre tu perro y otra persona, sabes a quién elegir

Es irrelevante que seáis de especies diferentes. Tu perro no es tu juguete, ni “lo que te hace compañía”, ni tu herramienta. Le brindas el mismo respeto y prioridad que a cualquier otro ser vivo y has interiorizado su derecho a ser feliz y recibir los cuidados que necesita.

Además, cuando lo adoptaste sabías que estabas contrayendo una responsabilidad. Uno no se deshace de alguien solo porque sea de otra especie, sino que busca la mejor forma de convivencia entre todos.

12. Te han dicho alguna vez que te pareces a tu perro o viceversa

Aunque es una frase un poco cliché, lo cierto es que los amigos se acaban pareciendo en ciertos aspectos de su forma de ser por el mero hecho de pasar tiempo juntos. Los perros son animales empáticos y con gran facilidad para aprender de los humanos, así que no te extrañe si el tuyo muestra reacciones y comportamientos parecidos a los tuyos si tenéis una relación estrecha.

De hecho, si otras personas te lo dicen con mala intención, no te consiguen ofender: sabes que tanto tu perro como tú sacáis lo mejor del otro.

13. Colaboras con organizaciones de defensa animal

Algunas personas viven en circunstancias que les impiden acoger a un perro en su casa: alergias, dificultades económicas, humanos a su cargo y un gran etcétera. No es necesario convivir con un can para ser un dog lover: al final del día, la lucha contra el maltrato animal requiere de muchas habilidades, así que siempre es posible aportar algo.

Ya sea difundiendo información, haciendo donaciones, voluntariados o incluso llevando redes sociales de una organización, cualquier acción es útil.

¿Sabes lo que es el adiestramiento en positivo?

De hecho, algunas personas han acabado por colaborar con refugios que ayudan a otras especies. Cuando amas a un perro, es imposible no reconocer esa belleza de espíritu en cualquier otro animal y generalizar el deseo de proteger, cuidar y rescatar a todo ser vivo que esté sufriendo. Querer a un perro siempre es sinónimo de respetar la naturaleza y todo lo que conlleva.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Gómez, L. F., Atehortua, C. G., & Orozco, S. C. (2007). La influencia de las mascotas en la vida humana. Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias20(3), 377-386.
  • Videla, M. D., & López, P. A. (2017). La oxitocina en el vínculo humano-perro: Revisión bibliográfica y análisis de futuras áreas de investigación. Interdisciplinaria34(1), 73-90.
  • Acero Aguilar, M. (2019). Esa relación tan especial con los perros y con los gatos: la familia multiespecie y sus metáforas. Tabula Rasa, (32), 157-179.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.