¿Puede un gato comer la comida de perro?

¿Puede un gato comer la comida de perro?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 16 noviembre, 2017

Los perros y los gatos son muy diferentes y ambos tienen distintas necesidades. Bien sean estas médicas, emocionales, nutricionales o de otra índole, perros y gatos no pueden meterse en el mismo cajón, por así decirlo. Son muchas las personas que creen que la comida de perro y la de gato son similares y que ambos pueden comerlo, pero, ¿es cierto? Hay muchas razones por las que dar a un gato comida de perro es una mala idea. Vamos a verlas.

Comida de perro vs comida de gato

La comida de perro está compuesta básciamente por Beta Caroteno, que es un compuesto que el organismo canino es capaz de transformar en vitamina A.

Los gatos no tienen esta capacidad, por lo que ellos necesitan un alimento que ya contenga vitamina A. Además, los felinos también necesitan Taurina, un aminoácido que los perros son capaces de crear.

alimentos que tu gato adorara

El alimento canino es bajo en grasas y en proteínas y alto en vitaminas, ya que es fácil que los canes tengan sobrepeso. Sin embargo, los gatos necesitan un alto contenido proteíco y también en grasas, por lo que si alimentáramos a un gato con comida de perro podría causarle desnutrición y enfermar gravemente.

Claro, esto si se hace de forma continuada. Tu gato no va a morir si un domingo en que todo está cerrado se ha quedado sin comida y le das de tu perro, aunque lo recomendable sería que ese día le dieras de tu comida o salchichas o atún, pero si no hay opciones, no puedes dejarlo sin comer.

Aunque por mucho que a tu gato le pueda gustar la comida de tu perro, olvídalo, no es lo que necesita.

Lo mismo sucede en el caso de los perros: no pueden comer comida de gatos.

Consejos para que tu gato coma su comida

Es posible que tengas un gato y un perro y que ambos se líen un poco con su comida. O quizá a uno le guste más el olor y el sabor de la del otro. Si no puedes enseñarle a que cada uno coma la suya e identifique su comedero, puedes hacer varias cosas:

  • Cambiar el comedero. No pongas dos comederos iguales, pues esto confundirá a ambos animales. Escoge formas y colores diferentes y muéstrales cuál es de cada quien.
  • Ponlos en lugares diferentes. Haz que cada uno de ellos coma en lugares de la casa distintos. Si es necesario, guarda la comida en algún lugar que ninguno alcance y no la saques hasta que te la pidan.
  • Marca horarios. Si dejas la comida ahí a vista de ambos no tardarán en ir a buscarla y es probable que se coman la que no es suya.
  • Enséñales comandos. Aunque esto suele funcionar más en perros, los gatos también pueden aprender comandos como “deja eso” o “no”. Te ayudará cada vez que veas a tu gato acercarse a la comida ajena.

Recetas de comida casera para gatos

Claro, puede pasar que se termine la comida de gato un día en que no quiere o no puedes salir de casa. Sé previsor y habla con tu veterinario para ver qué tipo de alimentos puedes dar a tu gato. Aquí te dejamos unas ideas que ya sabrás si tu felino puede comer o no.

gato pidiendo comida
  • Albóndigas. Llenas de proteínas, serán un alimento genial para tu gato. La carne puede tener un poco de grasa, pero vigila que no sea demasiada pues los gatos también sufren sobrepeso. Añade verduras, pues recuerda. tu gato también necesita vitaminas, especialmente la A.
  • Atún con vegetales. Es tan fácil como coger una lata de atún, a ser posible en agua, escurrirlo bien y mezclarle trocitos de zanahorias u otros vegetales. No le añadas ni sal ni ningún otro comdimento.
  • Salmón. Un pedazo de salmón al grill volverá loco a tu gato. No hay nada que le guste más que el pescado. Si no tienes salmón, puedes hacerlo con otro pescado, pero no sabemos si tu gato te querrá más por ello.

Estas son solo unas ideas, pero tú mejor que nadie conoces a tu amigo y sabes lo que le gusta. eso sí, recuerda que darle otro tipo de alimento es solo para una urgencia, no debes tomarlo como costumbre.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.