Los perros saben reír
Posiblemente, hayas notado que los perros hacen algunos gestos sorprendentes. En especial, cuando se trata de estrechar los lazos con nosotros y mejorar su comunicación. Por ejemplo, una de las cosas que podrá decirse es que los perros saben reír, veamos esto más a fondo.
Durante muchos años, los psicólogos y biólogos del comportamiento estuvieron de acuerdo en que la risa era una expresión emocional única en los seres humanos. Sin embargo, con la expansión de los estudios sobre la realidad emocional de los animales esta idea fue puesta en duda. El etnólogo ganador del Premio Nobel, Konrad Lorenz sugirió que los perros son capaces de reírse. Él dice que es durante el juego cuando los perros realmente parecen reírse.
“Una invitación para jugar siempre sigue con un gesto con las mandíbulas ligeramente abiertas que revelan la lengua, y el ángulo inclinado de la boca que se extiende casi de oreja a oreja dan una impresión aún más fuerte de que ríen. Esta “risa” se ve más a menudo en perros jugando con un cuidador, y se emocionan tanto que pronto empiezan a jadear.”
Este es el jadeo que Lorenz identifica con la risa humana. A pesar de que puede haber sido uno de los primeros en sugerir que los perros se ríen, la idea de que los animales se ríen ya había sido esbozada por otros científicos.
Charles Darwin comenzó estas especulaciones en su libro “La expresión de las emociones en el hombre y los animales” publicado en 1872. Se dio cuenta de que los chimpancés y otros grandes simios se reían cuando se les hacía cosquillas o cuando estaban jugando.
El consenso general es que esta risa del simio suena un poco como la respiración pesada que podría simplemente ser el resultado de juego vigoroso y está destinada a ser una señal de sus intenciones lúdicas.
Una investigación realizada por Patricia Simonet examinó cómo suena la risa en los perros. Simonet y su equipo investigó ubicando en los parques un micrófono parabólico que les permitió grabar los sonidos que los perros hicieron durante el juego a cierta distancia. Cuando se analizaron las grabaciones se encontró con que los perros durante el juego producían una exhalación, y que esta exhalación estalla en una gama más amplia de frecuencias diferente al jadeo regular de los canes.
Confirmó los efectos positivos de este sonido en un experimento con 15 cachorros, que respondían con alegría simplemente al escuchar la risa canina registrada. Más recientemente, Simonet fue capaz de demostrar que estos mismos sonidos ayudaron a calmar a los perros en un refugio de animales.
Simonet notó que cuando imitaba la risa jadeante de los perros, el sonido parecía tener un efecto positivo en los animales escucharlo.
Sin embargo, hay situaciones a las que se debe prestar atención, pues muchas veces los perros hacen el gesto que confundimos con una sonrisa por diferentes motivos:
En su lenguaje, puede ser una agresión
En general los perros, cuando no han sido inhibidos a gruñir, tienden a mostrar los dientes como un gesto de agresión. Esto no es inherente a los perros, pues muchas clases de felinos y primates usan el mostrar los dientes para amenazar o intimidar a un oponente.
Sin embargo, la agresión generalmente viene acompañada de otra clase de elementos, como mostrar el cuerpo tenso, agachar las orejas, guardar la cola entre las patas o levantarla, o el pelaje del lomo se eriza.
De modo que debes saber identificar el lenguaje corporal del perro para entender qué está pasando y así evitar inconvenientes.
Problemas respiratorios
Cuando un perro está extremadamente agotado o está sufriendo un golpe de calor hace un gesto similar a la sonrisa canina. Esto se debe a que está teniendo problemas para respirar y está tratando a toda costa de refrescarse y obtener oxígeno.
Si observas que, además de sonreír, tiene la mirada perdida o se ve desorientado, auxílialo de inmediato, refréscalo, dale agua, pon en su vientre un poco de líquido frío y acude al veterinario si no ves mejoría.
Imágenes cortesía de sciondriver y Roiz Roiz.