
El cotón de Tulear es una raza de perro originaria de África que puede ser fácilmente confundida con otros perros de la familia bichón. De hecho, es muy probable que descienda de ellos si consideramos sus rasgos morfológicos y de…
La dentición canina es un proceso que puede resultar molesto, e incluso doloroso. Al igual que los humanos, los cachorros nacen sin dientes. En los primeras semanas de vida comienzan a crecer sus dientes de leche y, meses más tarde, emergen los definitivos.
Es en este período de muda cuando tu perrito mordisqueará todo lo que encuentre a su paso para calmar la inflamación de sus encías.
Los primeros dientes de leche de tu cachorro empiezan a salir a las dos o tres semanas de su nacimiento. Entre incisivos, caninos y premolares, completará un total de 28 piezas a la sexta u octava semana.
Ten en cuenta que los cachorros no tienen molares en esta etapa inicial. Le saldrán directamente los definitivos.
Entre los 4 y los 7 meses, el perrito perderá los dientecitos temporales y comenzarán a salirle los nuevos, hasta completar un total de 42 piezas. Todo el proceso suele completarse cuando tu mascota se acerca a cumplir su primer año.
Además del aumento del mordisqueo, hay otras señales que indican que tu cachorro está cambiando sus dientes.
No te asustes si ves un poco de sangre. Es absolutamente normal. El mismo mordisqueo puede favorecer que se termine de soltar un dientecito flojo y se produzca un leve sangrado.
En su necesidad de llevarse todo a la boca para intentar calmar su molestia o su dolor, puede que el perrito pase de mordisquear a morder. Lo importante es que no te muerda a ti o algún miembro de la familia.
Es aquí donde debes imponerte como jefe de su manada y hacerle saber que no debe hacer eso con la gente.
Son todas formas de manifestar lo doloroso que es el trance de la dentición canina. Si los signos persisten o se tornan más graves, sobre todo en el caso de la diarrea, llévalo al veterinario.
Y no te alarmes si no encuentras ningún diente de leche de tu cachorro. Es probable y normal que se los traguen.
Ya te has dado cuenta de que tu pequeño no puede dejar de mordisquear. Destrozó sus juguetes preferidos y la emprenderá con cualquier cosa que encuentre a su paso: zapatos, patas de mueble, ropa…
Es sumamente importante entonces que le des más objetos para morder. Pero no cualquier objeto. Lo más recomendable es que le facilites juguetes específicos para esta etapa que está atravesando.
Consulta al veterinario sobre las mejores opciones.
Ten en cuenta lo siguiente:
La salud bucal de tu perro no debe ser descuidada en ningún período de su vida.
Si recuerdas lo molesto que fue para ti cambiar los dientes, seguramente entenderás a tu cachorro y podrás hacerle más llevadero el trance. Tenle mucha paciencia, que al final del proceso lucirá una hermosa dentadura.