Cómo enseñar a tu perro a no ladrar en exceso

Los perros no siempre ladran por llamar la atención. Este comportamiento también les sirve para comunicarle a su tutor cuando se sienten en peligro o incómodos con una situación.

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 07 julio, 2022

Hay perros que pueden estar ladrando durante mucho tiempo a un objeto o persona en particular. Y ello puede ser provocado por varias causas. La primera sensación es que, mediante el ladrido, el animal comunica que hay algún peligro, o que él entiende que lo hay. De esta forma, se produce un ladrido “en cadena” de otros perros del barrio o el entorno que se suman a la advertencia del riesgo.

También está el caso de que el animal se siente muy solo, o bien, se ha asustado por cualquier razón, como es el caso de que pasen muchas personas cerca de donde se halla. Sigue leyendo este espacio y conoce cómo enseñar a tu perro a no ladrar en exceso.

¿Qué hacer si un perro tiende a ladrar en exceso?

No hay que gritar a nuestro perro cuando tiene tendencias a ladrar en exceso. Ello le dará a entender que la atención que estaba reclamando se está viendo recompensada de alguna manera. Si nos apenamos de él y lo dejamos entrar en casa, el animal creerá que se le ha recompensado por ladrar, y eso reforzará el que vuelva a ladrar con insistencia.

A pesar de lo anterior, un perro no solo ladran cuando quieren conseguir algo, sino que existen también existen varias razones para ello. Entre las más frecuentes se encuentran las siguientes:

• Estrés: esto situación aparece cuando las necesidades de la mascota no se cumplen por completo o pasa por experiencias incómodas.
• Entusiasmo: al igual que ocurre con las personas, una situación de júbilo o felicidad podría desencadenar ladridos excesivos. Por lo común, estos terminan cuando al finalizar la actividad que los desencadena.
• Protección: el instinto natural de los canes es proteger a su manada, por lo que si detecta cualquier situación peligrosa o extraños en su territorio, comenzará a ladrar sin descanso.
• Experiencia traumática: en el caso de los perros con historial de maltrato, la experiencia que sufren ocasiona que desarrollen un miedo excesivo a ciertos eventos. Si se les expone a una situación similar, lo más probable es que ladre en un intento de protegerse del peligro.
• Socialización: el ladrido también es un recurso para comunicarse entre canes, por lo que puede ser normal que se presente en exceso cuando socializan con otros ejemplares. Eso sí, siempre y cuando no muestren actitudes agresivas o de amenaza.
• Ansiedad: este problema es provocado cuando los perros no tienen certeza de cómo comportarse o tienen miedo de lo que pasará. En consecuencia, pasan por un estado de desequilibrio emocional que ocasiona ladridos, comportamientos erráticos y, en los casos más graves, conductas agresivas.

Forma de actuar

Hay muchas formas de actuar ante unos ladridos insistentes de nuestra mascota:

• Un método interesante es tocar o acariciar a la mascota cada que comience a ladrar. Si el perro se calma, es el momento de premiarlo con elogios, golosinas, etc. Es bueno repetir esta acción hasta que el perro vaya perdiendo el hábito de ladrar en exceso.
• Los comandos de órdenes “silencio” o “stop” también ayudan. Podemos dar la orden teniendo en las manos algo que el perro quiere, una golosina, o cualquier objeto. Esperaremos a que se calle para premiarlo. De esta forma, asociará el comando “¡silencio!” como algo positivo.
• También es eficaz ignorar al perro cuando ladre mucho. Al principio los ladridos continuarán. Pero llegará un momento en que se vaya dando cuenta de que no sirve para nada. El sentimiento de frustración le hará ir abandonando ese vicio.
• Si cada vez que ladra por la cercanía con otros perros o personas, en el caso de ser un perro muy sociable, se le encierra o se le introduce en una habitación separada, llegará a la conclusión de que no merece la pena ladrar y perderse la visita.
• Mantén la calma. Los perros perciben tu estado emocional, por lo que si notan cualquier inseguridad o miedo, no dudarán en ladrar ante cualquier peligro potencial. Así que trata de mantener la calma y compórtate como el líder de la manada.

El ejercicio, necesario

El sobrante de energía también lleva al perro a ladrar en exceso. Un paseo diario no es suficiente para que el animal libere la energía que le sobra. Es buena idea llevarlo a un parque o espacio muy abierto, donde haya más animales como él y pueda liberar el exceso de energía.

También, está el caso de muchos perros que ladran por aburrimiento. Hay razas que necesitan de compañía más que otras. Este es el caso de los pastores alemanes, por ejemplo. En el mercado hay juegos de estimulación mental para perros.

Consejos prácticos para un perro que tiende a ladrar en exceso

Lo mejor es contactar con un educador que analice las características del animal y nos aconseje sobre la mejor técnica a seguir para que nuestra mascota deje de molestar con sus ladridos. Cada perro es muy diferente y las causas de sus ladridos excesivos pueden ser muchas y variadas.

Hay unas pautas generales que pueden seguirse para todos los casos:

• Potenciar la tranquilidad del animal. Cuando se encuentre tranquilo y relajado, es bueno acariciarlo suavemente.
• Las órdenes y los comandos funcionan. Si hemos acostumbrado a nuestro amigo a reconocer lo que significan las órdenes de “No”, hay que utilizar este recurso.
• El ejercicio es muy necesario para eliminar el estrés.
• Si se produce una situación que genera mucha ansiedad en el perro, hay que apartarle y llevarle a un lugar donde se sienta más cómodo y seguro.
• Si el animal no desea o no pide el contacto o la compañía con otros perros o personas, no hay que forzar la situación.
• En su paseo diario, hay que dejar al perro que disfrute, huela lo que quiera, y esté tranquilo.
• Si no frecuentamos sitios donde haya otros perros, y nuestro amigo es muy sociable, tenemos que dedicar horas en casa a jugar con él, y ofrecerle mucha compañía.
• Busca ayuda de un etólogo canino. En caso de que no se logre resolver el problema, lo mejor es acudir con un profesional para corregir la situación.

Como te puedes dar cuenta, los perros que ladran en exceso suelen tener una buena razón para hacerlo. Por ello, lo más conveniente es buscar el problema y solucionarlo antes de intentar corregir su conducta. De esta manera, no solo se mejorará la convivencia con el can, sino que tendrá una mejor calidad de vida y estabilidad emocional.