Logo image
Logo image

Cuidado con los huesos que das a tu perro

3 minutos
Cuidado con los huesos que das a tu perro
Escrito por Equipo Editorial
Última actualización: 02 diciembre, 2017

Los huesos y los perros parecen una pareja indisoluble en nuestro inconsciente colectivo. Es como si tuviéramos grabada en la mente la imagen de un can mordisqueando feliz su hueso, escondiéndolo o enterrándolo en algún sitio. Sin embargo, en los últimos tiempos parece haberse abierto un gran debate en relación a si deben procurárseles huesos a los perros, en el que las posturas empiezan a tornarse extremistas.

Los defensores alegan que los canes en la naturaleza, y durante miles de años, fueron cazadores que se alimentaban principalmente de las presas que atrapaban y que, además, trituraban los huesos para obtener el calcio y el fósforo necesario para su estructura ósea. De esta manera fortalecían la mandíbula y limpiaban sus dientes, disminuyendo la formación de sarro.

Los detractores te dirán que los riesgos superan ampliamente los beneficios, ya que el consumo de huesos puede provocarle a tu mascota múltiples problemas en el aparato digestivo. Se reseñan casos de peritonitis causadas por la perforación del intestino, canes ahogados por el atascamiento de un hueso en la garganta y obstrucciones que requieren de delicadas cirugías. También mencionan otras consecuencias menores, como lastimaduras diversas en la boca y roturas de piezas dentales.

Tratando de encontrar el equilibrio, te contamos algunos datos relacionados con los cuidados que debes tener si te decides a proporcionarle huesos a tu mascota. Y recuerda que, ante cualquier duda, es mejor consultar a un veterinario. O a varios. Para que luego puedas sacar tus propias conclusiones.

Temas que debes tener en cuenta con los huesos que das a tu perro

Some figure

A tu mascota debes facilitarle siempre huesos crudos. Si los cocinas, se romperán y astillarán con más facilidad y así puedes exponer a tu can a que sufra asfixia o graves lesiones internas. Además, la cocción puede eliminar los nutrientes presentes en los huesos.

Los partidarios de no consumir alimentos sin cocer argumentan las posibles infecciones por salmonella y otras bacterias a las que puede estar expuesta tu mascota en estos casos. Lo cierto es que los caninos no son propensos a contraer estas infecciones, ya que tienen un sistema digestivo altamente ácido.

Es recomendable que pienses los huesos para tu mascota en dos categorías:

  • Comestibles: Deben ser suaves, flexibles, no contener médula ósea -como es el caso de las alas y cuellos de pollo- y tienen que poder ser triturados fácilmente en una picadora de carne.
  • Recreativos: Utilizados para que mordisquee y se entretenga, pero no para que los coma.

En busca del hueso correcto para tu mascota

Some figure

Salvo que optes por una alimentación en crudo para tu perro, lo ideal será que te concentres en proporcionarle un buen hueso recreativo. Ten en cuenta lo siguiente:

  • No le des huesos pequeños que puedan ser digeridos enteros o astillarse con facilidad. Consíguelos lo suficientemente grandes para que no los pueda tragar. Así le evitarás posibles asfixias y complicaciones digestivas.
  • Deben ser redondeados y sin aristas, para que no lastimen su boca.
  • Evita  que sean demasiado blandos, porque se romperán enseguida y también se los tragará.
  • No debes darle huesos cortados, porque  tienden a crear astillas.

Sobre todo, debes proporcionarle a tu perro un hueso bien carnoso, con cartílago y tejidos blandos, para que pueda mordisquear algo sabroso y se entretenga por largo tiempo.

De paso, los dientes de tu mascota conseguirán el equivalente de una limpieza con cepillo o hilo dental, se librarán del sarro y reducirán el riesgo de enfermedad de las encías.

También es muy importante que supervises de cerca a tu perro cuando está en estos menesteres. Así, podrás actuar con rapidez si se ahoga o si observas sangre en el hueso o alrededor de su boca a causa del excesivo mordisqueo.

Además:

  • No permitas que mastique el hueso hasta el punto de reducirlo a un tamaño que pueda ser tragado.
  • Cuando observes que lo ha mordisqueado completamente, sácaselo y tíralo a la basura.

Si tras realizar consultas con profesionales y evaluar todos los pro y los contras, finalmente te decides por no darle huesos a tu perro bajo ninguna circunstancia, recuerda suplantarlos con distintos juguetes que puede llevarse a la boca y masticar a gusto.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.