¿Qué es la cladística y cómo se relaciona con los animales?

la cladística es una rama de la biología evolutiva que sirve para establecer relaciones entre seres vivos siguiendo unos sencillos principios.
¿Qué es la cladística y cómo se relaciona con los animales?
Miguel Mata Gallego

Escrito y verificado por el biólogo Miguel Mata Gallego.

Última actualización: 14 agosto, 2020

La cladística es la herramienta esencial y básica de la biología evolutiva. Con ella, se determinan las relaciones evolutivas entre los seres vivos en base a sus caracteres compartidos.

¿Sabes cómo funciona esta rama de la ciencia? ¿conoces su importancia en la sociedad moderna? Si quieres recibir una respuesta a estas preguntas, te animamos a seguir leyendo.

El método para clasificar seres vivos

La cladística es un concepto derivado del griego klados (rama), que se define como un método de análisis riguroso que utiliza las propiedades derivadas compartidas de los seres vivos para clasificarlos.

En otras palabras, la cladística analiza las propiedades que diferencian a un conjunto de seres vivos de los demás.

Este método es el más importante de las escuelas filogenéticas, es decir, las ramas de la biología que estudian las relaciones evolutivas entre todos los seres vivos y por supuesto, los animales.

El entomólogo alemán Will Hennig es considerado el padre de la cladística, al unificar todas las ideas existentes hasta el momento en un todo coherente.

Los métodos que utiliza la cladística son variados, pero están basados en algunos sencillos principios. A continuación veremos cuáles son.

Los árboles filogenéticos son la base de la cladística.
Los árboles filogenéticos permiten la clasificación de los seres vivos.

El principio de máxima parsimonia

El principio de máxima parsimonia es la base de toda relación filogenética. Postula que, para establecer relaciones evolutivas entre dos grupos de animales, se consideran siempre el mínimo número de cambios para pasar de caracteres ancestrales a derivados.

Esto es lógico si tenemos en cuenta que la evolución en la naturaleza siempre va por «el camino más corto»: los cambios y adaptaciones en los animales van de poco en poco y siempre en pequeños pasos.

Como ejemplo en los animales, podemos considerar la formación de las alas en los insectos. Como parece lógico, el camino que menor número de cambios implica es que ancestralmente los insectos no tuvieran alas.

Posteriormente, desarrollarían algún tipo de extensión en su tórax que les ayudaría a planear y finalmente, la evolución tendría como resultado el ala funcional que conocemos.

Esa adaptación tiene mayor sentido evolutivo que la contraria (que hubiesen tenido alas desde un principio y las hubiesen perdido). Por tanto, los atributos animales más sencillos se suelen considerar como ancestrales.

¿Qué es un cladograma?

La cladística tiene como objetivo la realización de cladogramas. Un cladograma no es mas que un diagrama en árbol donde se relacionan las ramas evolutivas.

Cada rama de un árbol se llama clado. Cada clado es un grupo diferenciado de los demás por un carácter derivado o sinapomorfia.

Es decir, si en una clasificación separamos a los mamíferos de un grupo formado por el resto de vertebrados, la posible sinapomorfia que les separaría podría ser la presencia de placenta en su fecundación interna, característica única de los mamíferos.

Así pues, los cladogramas se forman en base a novedades evolutivas (o sinapomorfias) que evolucionan a partir de un carácter ancestral. Sin embargo, puede darse el caso de que los animales pierdan atributos y vuelvan al carácter ancestral.

Un ejemplo muy clásico es la presencia de cinco dedos en los primates, carácter ancestral que derivó a cuatro y que en esta familia fue recuperado. Sin embargo, estas simplesiomorfias no se consideran para hacer cladogramas.

De los huesos al ADN

La información en la que se basan los investigadores para la relación filogenética ha variado mucho con el tiempo. En origen, los biólogos evolutivos trabajaban con caracteres morfológicos, como el número o tamaño de ciertos huesos.

Era la época dorada de la anatomía comparada, pues se comparaban ciertos caracteres y según las similitudes o diferencias clasificaban a los animales: ¿poseen o no columna vertebral? (vertebrados o invertebrados) ¿poseen huevo amniótico o no? (anfibios o reptiles) ¿tienen pulgar oponible en el pie o no? (chimpancés o humanos).

Estas técnicas, si bien adecuadas, quedaron en desuso a partir de finales del siglo XX con el descubrimiento de las técnicas moleculares y de ADN.

Con ellas, los científicos pueden comparar enormes cadenas de material genético secuenciadas en bases de datos. Así, al menor cambio en la secuencia de bases de ADN, los científicos pueden detectar variaciones evolutivas minúsculas.

Con la ayuda de programas informáticos, estos cambios pueden permitir la formación de complejísimos cladogramas que en ocasiones han puesto en jaque respetadísimas teorías evolutivas, como cuando se demostró que los eucariotas son en realidad una rama de las arqueas.

Una hebra de ADN que indica la evolución.

En definitiva, la cladística no es mas que una herramienta que ayuda a los científicos a desentrañar las relaciones evolutivas entre los taxones de animales y demás seres vivos siguiendo una serie de sencillos principios.


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