Vacuna trivalente para gatos: para qué sirve y efectos secundarios

Dentro del calendario de vacunación de los felinos, cobra especial importancia la vacuna trivalente. ¿Quieres saber por qué? Te indicamos los motivos.
Vacuna trivalente para gatos: para qué sirve y efectos secundarios
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Última actualización: 08 febrero, 2022

Cuidar de la salud de las mascotas requiere, entre otras muchas cosas, cumplir con el calendario de vacunación correspondiente del animal. Las vacunas protegen frente a enfermedades, por ello, es esencial tenerlas en cuenta. La vacuna trivalente para gatos es una de esas que no se pueden pasar por alto.

El veterinario será el encargado de administrársela a los felinos en las dosis correspondientes. Veamos en qué consiste esta vacuna y de qué protege al animal, así como cuándo es necesario ponerla y si existen efectos secundarios derivados.

¿Por qué es importante vacunar a los gatos?

Las vacunas —sean para humanos o para otros animales— son preparaciones que tienen como misión generar en el organismo una inmunidad frente a determinadas enfermedades. Para ello, se modifica o inactiva el virus que se quiere combatir, y una vez se inocula en el cuerpo y contacta con el sistema inmunitario, este reacciona.

El organismo responde al patógeno inactivo creando anticuerpos frente a ese virus. De esa manera, en caso de contraerlo en algún momento, el propio sistema inmunitario lo reconocerá como infeccioso y lo combatirá. En el caso de los gatos, esto también sucede exactamente así.

Hay ciertas enfermedades felinas que son altamente graves y/o mortales. Además, especialmente los félidos que tienen acceso a los exteriores del hogar están más expuestos a contraerlas. La vacuna trivalente felina protegerá al animal frente a 3 de las condiciones más peligrosas en este animal.

Un gato en el veterinario.

¿Qué es la vacuna trivalente para gatos?

La vacuna trivalente para gatos es una solución inyectable que evita que el animal presente signos clínicos evidentes al contagiarse de ciertas enfermedades. Puede que un felino vacunado sí muestre algún síntoma a pesar de estar inmunizado, pero el cuadro después de la vacunación siempre es leve.

Es especialmente importante su administración en aquellos gatos que tienen un sistema inmunitario débil o no muy desarrollado, como es el caso de los cachorros felinos. También es esencial en centros en los que se agolpen muchos ejemplares o en instalaciones en las que los gato suelen salir al exterior.

¿De qué protege esta vacuna?

Lo más relevante de esta vacuna es que con ella se propicia la defensa del animal frente a algunas enfermedades muy contagiosas y que, además, no tienen cura. Estas enfermedades son las que siguen:

  • Calcivirus felino (FCV): una enfermedad infecciosa que se trasmite a través de contacto directo con un felino contagiado o que es portador del virus. También se puede producir contagio por contacto con objetos infectados. Está muy relacionada con la rinotraqueítis felina.
  • Herpesvirus felino 1 (FHV-1): es el causante principal de la rinotraqueítis. La rinotraqueítis es una enfermedad respiratoria bastante común, cuyos principales síntomas son la tos, la secreción ocular y la descarga nasal.
  • Parvovirus felino (FPV): se trata de un virus causante de una enfermedad con alto grado de mortalidad entre los gatos, especialmente en los cachorros: la panleucopenia felina. Entre sus principales síntomas se encuentran la fiebre, la diarrea, las heces con sangre, la anemia, los vómitos y la fatiga.

¿Cuándo hay que administrarle la vacuna trivalente al gato?

Cuando un cachorro de gato nace, la leche materna no solo le proporciona los nutrientes necesarios para sobrevivir, sino que también le aporta anticuerpos. Por eso, es importante esperar a que se produzca el destete para vacunar al gato y que de esta manera dichos anticuerpos no neutralicen la vacuna.

Llegados a los 2 meses de vida, los felinos deben recibir su primera dosis de vacuna trivalente. Recalcamos lo de “primera”, porque son necesarias varias administraciones más. La siguiente actuará como refuerzo y deberá hacerse unas 12 semanas después. Esto puede variar según el caso.

En gatos adultos en los que se desconozca si han sido vacunados o no, se les debe aplicar una primera dosis y luego un refuerzo 2 semanas después. Dependiendo de los ejemplares y del calendario de vacunación establecido por el profesional, se pueden programar revacunaciones cada ciertos años durante la vida del animal.

Por último, un dato importante a tener en cuenta es que es esencial que el gato haya sido desparasitado internamente antes de administrarle la vacuna trivalente. Esto es así porque los parásitos internos pueden llegar a interferir negativamente en la eficacia de la vacuna.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna trivalente para gatos?

No es habitual que se presenten efectos secundarios tras la administración de la vacuna trivalente para gatos. Sin embargo, en algunos casos sí podrían aparecer. Entre dichos signos, se encuentran los siguientes:

  • Inflamación en el punto en el que se ha producido el pinchazo. Puede tardar algunos días en bajarse.
  • Malestar general.
  • Fiebre. En caso de darse, aparecería durante las primeras 24 horas después de la vacuna. Si un tutor sospechase de que su gato tiene fiebre, debe recordar que su temperatura normal suele situarse entre los 38º C y los 39,5º C. Más allá de eso sí se tratará de un cuadro febril.
  • En muy pocos casos, se puede dar un shock anafiláctico. Se trata de una reacción muy grave y debe tratarse de inmediato. Por eso, es normal que después de la administración se esté pendiente de las posibles reacciones alérgicas, para que el félido pueda ser atendido sin demora por un profesional.

Otras vacunas importantes para los gatos

Además de la vacuna trivalente para gatos, existen otras que deben tenerse en cuenta para la administración en estas mascotas. Entre ellas, la de la rabia, por ejemplo, es prioritaria. También hay algunas opcionales, como las destinadas a tratar ciertas infecciones virales en gatos: la de la leucemia felina, la clamidiosis felina o la peritonitis infecciosa.

La vacuna de la rabia

La rabia es una enfermedad mortal que no solo afecta a los gatos, sino a otros muchos animales. Lo peor es que se puede contagiar a las personas y causarles la muerte. De hecho, los datos hablan por sí solos: la OMS advierte que todos los años fallecen unas 50 000 personas en el mundo a causa de esta enfermedad.

La vacuna de la leucemia felina

Esta vacuna protege a los gatos frente a una enfermedad que no tiene cura, que ataca a los glóbulos de la sangre y genera una depresión en el sistema inmunitario y tumores. Lo normal es aplicarla a las 9 semanas de vida y poner refuerzos anuales o cada 3 años, dependiendo del felino.

Vacuna contra la clamidiosis felina

Esta enfermedad afecta especialmente a los ojos, apareciendo en forma de conjuntivitis. Suele ser común en gatos jóvenes que viven con más ejemplares. La vacuna debe administrarse a partir de los 2 meses de vida del animal.

Vacuna para la peritonitis infecciosa felina (PIF)

Se trata de una enfermedad también con alto grado de mortalidad que es causada por el coronavirus felino. Su mayor riesgo es la inflación del peritoneo, aunque en algunas ocasiones solo daña la pleura. Normalmente, se administra a partir de los 4 meses de vida.

Un gato vacunado.

Las vacunas son esenciales, tanto en el mundo de los animales de compañía como en la sociedad humana. Si inmunizas al felino de la casa de pequeño, no tendrás que preocuparte de muchas infecciones graves que pueda presentar en un futuro. Protégelo y protégete con la atención veterinaria adecuada.


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