Uso correcto del collar de entrenamiento en perros

En caso de querer utilizar un collar de adiestramiento con la mascota, es esencial conocer su funcionamiento y hacer un buen uso de él. De no ser así, las consecuencias tanto físicas como psicológicas en el can pueden ser muy negativas.
Uso correcto del collar de entrenamiento en perros
Samuel Sanchez

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Sanchez.

Última actualización: 16 septiembre, 2021

El collar de adiestramiento canino se utiliza como herramienta para enseñar al animal a realizar ciertas acciones o, por el contrario, para evitar algunas conductas que se deben corregir. Sin embargo, es muy necesario hacer un uso correcto del collar de entrenamiento en perros para no hacerles daño en el proceso.

De no ser empleado adecuadamente, este artilugio podría hacer daño al can, consiguiendo respuestas negativas por su parte durante el proceso. Además, por muy buenos resultados que haya dado a lo largo de su educación, tampoco debe usarse de manera continua durante toda la vida del perro. Aquí te contamos más sobre este tipo de collar y cuándo utilizarlo.

¿Qué es un collar de adiestramiento para perros?

El collar de adiestramiento o entrenamiento para perros es un accesorio que se coloca en el cuello del animal. Su fin es controlar y modular el comportamiento del can de manera más o menos remota. El uso correcto del collar de entrenamiento en perros no producirá dolor ni daño en ellos. Para evitarlo, es necesario conocer bien este dispositivo y su funcionamiento.

Además de esto, durante el tiempo que se emplee el collar también se debe acompañar el entrenamiento de refuerzo positivo. Solo así se conseguirán los resultados más óptimos para la mascota y tutor por igual.

Un perro sentado durante su entrenamiento.

Tipos de collares de adiestramiento para perros

Existen diferentes tipos de collares de entrenamiento para canes. Entre ellos, destacan los siguientes.

Collar de ahorque o semiahorque

La forma en la que se encuentran diseñados los collares de ahorque o semiahorque permiten tanto cerrarlos alrededor del cuello como aflojar la presión de los mismos de manera muy rápida. De esta forma, se aumentará con rapidez la fuerza ejercida por un momento cuando el perro realice un comportamiento determinado.

La diferencia entre un collar de ahorque y semiahorque es que los segundos ejercen menos presión total, por lo que son más seguros si no se tiene experiencia en su uso.

Collar de púas

El funcionamiento de los collares de púas es igual al de los de ahorque, solo que los de esta categoría cuentan con una característica particular. En la zona interna tienen una serie de dientes, y estos son los que ejercen presión en el cuello del can al tirar del artilugio.

El collar de entrenamiento de púas cuenta con un tope para que no pueda cerrarse más allá de cierto punto. Aún así, se desaconseja su uso, pues es capaz de hacer mucho daño al animal.

Collar electrónico

El collar electrónico de entrenamiento puede ser controlado por el adiestrador o el tutor a distancia a través de un mando. En general, este accesorio emite ciertos estímulos que pueden variar en intensidad y duración. Dentro de este tipo de collar existen diferentes modelos, entre los que se encuentran los siguientes:

  • Los hay que emiten impulsos eléctricos, como descargas o vibraciones.
  • También hay collares electrónicos de entrenamiento que producen ultrasonidos.
  • Por otro lado, también existen los que rocían un chorro de spray hacia su hocico.

Una vez conocidos los tipos de collares de adiestramiento canino, se deberán tener claras las pautas para su uso adecuado.

Consejos para el uso correcto del collar de entrenamiento en perros

Un uso correcto del collar de entrenamiento en perros es posible, siempre y cuando se tengan en cuenta ciertas consideraciones.

Las características del perro

El primer paso a la hora de elegir un collar de entrenamiento es atender a las características morfológicas del can. Por ejemplo, su raza, su tamaño y peso y la musculación de su cuello.

Por otro lado, también hay que conocer las necesidades de entrenamiento de cada perro. Esto es así porque hay canes a los que les cuesta mucho menos acatar órdenes que a otros. Quizá utilizar un collar no sea la mejor opción en canes de ciertas razas.

Familiarización con el collar

Antes de comenzar a usar el collar, es necesario que el perro se acostumbre a llevarlo alrededor de su cuello y debe familiarizarse con su tacto y peso. Por ello, hay que colocárselo durante un tiempo sin llegar a usarlo ni conectarlo.

Colocación del collar

Asegurar una buena colocación del collar es esencial. Al hacerlo de manera adecuada, el perro reaccionará a la mínima presión o impulso sin necesidad de aumentar la fuerza aplicada.

Para esto, el collar debe estar alto y bien ajustado, es decir, en contacto con la piel del animal en toda su superficie. Eso sí, es muy importante que no le esté apretando para evitarle rozaduras.

Hay que tener claro que la función de estos collares es avisar y no hacer daño. Si las señales que envías (ejercer presión o enviar impulsos eléctricos o sonoros) no funcionan nunca, es posible que el collar esté mal puesto.

Usarlo solo tras la desobediencia

Poner en marcha el mecanismo del collar, sea del tipo que sea, solo se debe hacer tras una desobediencia. Eso significa que se le tiene que dar una orden básica al perro y, solo en caso de no que no la cumpla, se mandará el impulso electrónico o se tirará del collar.

Selección de la intensidad del estímulo

En los collares eléctricos hay diferentes intensidades de estímulo. Para elegir la adecuada siempre hay que tener en cuenta las características del can, tanto físicas como de comportamiento. Un nivel 5 de intensidad no va a afectar igual a un perro de 12 kilos que a uno de 30 kilogramos. Ten muy presentes sus necesidades y empieza siempre de menos a más.

Presión instantánea

El impulso o presión se debe realizar durante un mínimo instante. Solo de esta manera el estímulo negativo será efectivo sin causarle lesiones al animal. Si no tienes claros los límites, pide ayuda a un educador canino.

No hay que tensar la correa

Para un uso correcto del collar de entrenamiento en perros, si se trata del de ahorque o semiahorque, nunca se debe caminar con la correa tensa. Como se mencionaba en el punto anterior, solo hay que tirar de ella en momentos puntuales de desobediencia y durante un tiempo muy corto.

No dejar al perro con el collar de entrenamiento puesto sin vigilancia

No es aconsejable dejar al can con este tipo de collares puestos sin vigilancia. Imagina lo peligroso que puede ser que lleve uno de semiahorque y se quede enganchado en algún lado. Por el mismo motivo, nunca hay que dejar al animal atado con este tipo de collar sin supervisión.

Por otro lado, en cuanto al collar que envía estímulos, no hay que perder de vista el mando con el que se pone en funcionamiento. Podría suceder que un menor lo coja y lo active de forma continuada sin saber qué es. También se nos puede quedar metido en un bolso o bolsillo y que lo activemos más de la cuenta. En ambos escenarios el artilugio produciría graves daños en el animal.

¿Cuándo está recomendado el uso del collar de adiestramiento?

A pesar de tener claras las pautas para un uso correcto del collar de entrenamiento en perros, este no debe ser utilizado siempre. Lo más aconsejable es restringir su uso a los siguientes escenarios:

  1. En animales muy corpulentos y enérgicos que son difíciles de controlar por su tutor.
  2. En canes jóvenes, pero siempre mayores de 6 meses y durante los primeros paseos.
  3. Para enseñar normas básicas y muy puntuales, especialmente aquellas relacionadas con las caminatas. Los collares especiales no deben ser empleados para todo tipo de enseñanzas.
Un collar para perros.

No hay que olvidar que estos accesorios tienen una finalidad concreta y que su funcionamiento no es muy agradable para el can. Su objetivo es educar, no castigar. Por este motivo, además de usarlo solo en algunas momentos durante su educación, es aconsejable combinarlo con un collar de paseo normal. Recuerda que el proceso de aprendizaje no tiene que ser doloroso para tu animal.


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