Sphynx: el gato esfinge... ¿Qué te parece este gato sin pelo?

Sphynx: el gato esfinge... ¿Qué te parece este gato sin pelo?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 09 febrero, 2022

El Sphynx o gato esfinge es un gato que rompe todos los tópicos que siempre han rodeado al mundo felino. Además de tener una fisiología diferente, goza de una personalidad que se parece más a la de un perro que a la de cualquier felino. Este gato egipcio fue el modelo en el que Steven Spielberg se inspiró para crear a su más famoso personaje de cine, E.T.

¿De dónde viene el Sphynx?

El origen concreto de esta raza es desconocido, aunque se han registrado gatos desnudos con forma de efigie en vasijas de barro egipcias y precolombinas. Sin embargo, la raza actual es del siglo XX. Las apariciones de felinos sin pelo han sido documentadas desde 1960, pero no es hasta 1966 cuando se comienzan a criar.

De hecho, esta especie de raza felina está todavía en sus comienzos, por lo que solo existen unos 60 en todo el mundo. Este número se debe a que no siempre se encuentran sujetos válidos para la cría.

Aspecto físico del gato esfinge

El rasgo que más llama la atención de esta raza es la falta de pelo. Esta característica no le provoca desventajas respecto a los otros felinos, aunque la sensación que provoca al tacto es muy diferente. Su piel es suave y la temperatura interna de su cuerpo es elevada, puesto que no tiene un manto que le aísle del frío.

El gato esfinge es un gato sin pelo.

El Sphynx es un gato de tamaño medio, sano, robusto y musculoso. Sus orejas son muy grandes y los ojos tienen forma de elipse, como un limón. Tiene un vientre prominente y redondeado, y el hecho de que tenga arrugas no significa que sea viejo. Es más, las arrugas en esta raza se valoran mucho, especialmente si están alrededor del hocico, entre las orejas, alrededor de los hombros y en el cuello.

Carácter

Este gato, al contrario que la mayoría de los felinos, es muy cariñoso e incansable, y busca constantemente los mimos de sus dueños. Esta raza está fuera del común de los cánones que generalmente caracterizan a los gatos, puesto que mezcla características de los simios, los cánidos y los felinos.

El gato esfinge es afectuoso, inteligente, juguetón, y muy dependiente. Si hay algo que no soporta es la vida en solitario. Muchas veces se le ha definido como un pequeño payaso muy vivo y activo.

¿Qué come el Sphynx?

La dieta de este animal debe ser equilibrada, muy nutritiva y, sobre todo, rica en grasas, ya que al no tener pelo, necesita quemar una gran cantidad de calorías para mantener su temperatura corporal. Este gato es muy goloso y siempre está dispuesto a comer lo que sea, por lo que es conveniente vigilar su dieta y no ofrecerle comida para humanos, puesto que puede hacerle daño.

La mejor alimentación para el gato esfinge es la comida industrial. La comida industrial, con el transcurso del tiempo, ha evolucionado positivamente gracias a la investigación científica y veterinaria. En el mercado existen diferentes tipos de preparados, fabricados en función del estado fisiológico del animal, e incluso dietas especiales para la prevención o cura de enfermedades felinas.

El origen del gato esfinge es desconocido.

De hecho, existe en el mercado comida específica para el Sphynx, hecha a base de productos elaborados que atienden a sus necesidades. En el caso de que se prefiera darle un preparado más genérico, es decir, fabricado para cualquier raza, este deberá ser de alta calidad; además, se deberá tener presente que al tratarse de un gato que come más de lo habitual, ingerirá mayores cantidades de comida.

Además, es necesario complementar alimentos secos con húmedos o semi-húmedos. Finalmente, es muy importante que este gato tenga siempre a su disposición agua limpia y fresca, que ayudará a cubrir sus necesidades hídricas.

¿Qué cuidados especiales se le deben dar al Sphynx?

La alimentación rica en calorías produce más grasa en su piel y más cera en sus oídos, por lo que conviene limpiar sus pabellones auditivos regularmente con toallitas. Además, aunque no tenga pelo, la higiene de este gato es igual de importante que en el resto de felinos.

Por eso, habrá que someterle a baños semanales en verano y mensuales durante el invierno. Los champús y jabones que deben usarse con este gato tienen que ser suaves y dermoprotectores, puesto que al no tener pelo estos productos están en contacto directo con la piel.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.