Sordera en perros, cómo reconocerla
Aunque la sordera en perros es una afección que suele aparecer en los canes más mayores, podría ser que un perro joven, quizá por un problema congénito o hereditario, la padeciera. Es difícil saber si nuestro perro es sordo, pero vamos a darte unos tips para que reconozcas si este mal está presente en tu mascota y cómo actuar.
Sordera en perros: observa a tu mascota
En ocasiones, la sordera no es total, lo que hace más difícil diagnosticar el problema. Claro, si nuestra mascota no nos hace caso cuando la llamamos, si le hablamos y no hace ningún gesto, sabemos que está sorda. Pero si la sordera no es total, las cosas puede complicarse.
Esta podría hacer que nuestro perro en ocasiones nos escuche y otras veces no, o que según la distancia a la que estemos pueda oírnos con más claridad o con ninguna. Para poder reconocer los problemas de audición de tu perro, si es que los hubiera, necesitarás más que observar a tu mascota: precisas una prueba de atención.
Para hacer este tipo de prueba puedes valerte de objetos que tengas a mano y que a tu perro le gusten. Por ejemplo, unas llaves. Puedes acercarte a él cuando esté tranquilo y, sin que se entere, hacer sonar las llaves cerca para ver si reacciona.
Mientras está dormido podrías dar unas palmadas cerca de él y ver si se mueve. Puedes hacer lo mismo con un juguete que haga sonidos o dejando caer algo al suelo.
Sordera en perros: en el veterinario
Si después de haber hecho estas pruebas te das cuenta de que tu mascota puede tener algún problema de audición, lo mejor es acudir al veterinario, el cual lo someterá al test BAER, con el que se consigue saber el tipo de respuesta en el cerebro del perro ante los sonidos.
El test se lleva a cabo con unos electrodos que serán puestos por la cabeza y las orejas del perro, y que permitirá reconocer no solo si hay un problema auditivo, sino también en qué grado y en qué zona se presenta.
Este permite reconocer la intensidad con la que el sonido llega al perro, así como la respuesta por mínima que sea. Hay otros test reconocidos por los colegios veterinarios, pero no son tan precisos como el BAER, aunque hay muchos profesionales que podrían optar por ellos en su lugar: DPOAES, OAEs o microfónicos cócleares.
También sirven para diagnosticar la sordera en perros, pero no pueden deducir cuánta intensidad reciben, así como la zona afectada. Aun así, son muy fiables en su diagnostico, aunque los detalles no sean muchos.
Cuáles son las causas más comunes de la sordera en perros
Las causas por las que puede presentarse sordera en perros son varias y, como decíamos, cuando el perro es joven el problema puede ser congénito, hereditario o por un traumatismo. En el caso de los perros mayores hay diversas causas que son:
- Otitis con secreciones
- Otitis crónicas que estrechan el conducto auditivo
- Rotura de tímpano
- Degeneración de los huesos
Una otitis mal curada o la pérdida de huesos por la vejez podrían llevar a que tu mascota no escuchara absolutamente nada. Te preguntarás qué puedes hacer tú contra esto. La verdad es que no mucho, del mismo modo que tampoco podemos frenar los estragos que la vejez hace en nosotros.
Aun así, esforzarte porque tu mascota tenga una buena higiene en los oídos para evitar otitis e infecciones podría evitar la sordera en perros. Darle complementos alimenticios durante su vida que fortalezcan los huesos también puede ser una buena idea, pero el tiempo dirá cuánto afectará en este punto la edad a tu mascota.
La sordera en perros es más común de lo que imaginas, así que antes de verte inmerso en ella, ¿por qué no tomas medidas para que tu perro no la tenga?