Setter irlandés rojo: bello y amable

Sociable y cariñoso, esta raza está muy indicada como mascota en un hogar con niños; gracias a su inteligencia y a su carácter dócil es fácilmente adiestrable
Setter irlandés rojo: bello y amable
Laura Huelin

Escrito y verificado por la educadora canina Laura Huelin.

Última actualización: 13 abril, 2022

El setter irlandés rojo tuvo su origen como perro de caza, pero su extraordinaria belleza y carácter han hecho que dejen los bosques y entren en las casas como perro de compañía. Descubre todas las características de esta raza única.

Historia del setter irlandés rojo

El setter irlandés rojo tiene como origen otra variedad de setter que hoy es menos popular: la variedad de color combinado entre blanco y rojo. Hay registros que defienden que esta raza de perro, casi como la conocemos hoy, ya existía en el siglo XVIII.

Por aquel entonces era un gran perro cazador, concretamente, un perro de muestra. Es decir, su trabajo es acompañar al cazador e indicarle dónde están las presas ocultas. Este mismo trabajo lo desarrollan los pointer o los bracos, por ejemplo.

Sin embargo, en el siglo XIX entra a participar en los concursos de belleza, en los que rápidamente se asienta y gana muchísima popularidad. Desde entonces, los setter nacidos en criadores se dedican más a los concursos de belleza que a la caza: en la actualidad, quedan pocos setter puramente cazadores.

Sin embargo, como veremos más adelante, el instinto de caza permanece en esta raza. En cuanto a su aspecto físico, a pesar de los estándares de los concursos, ha cambiado poco con el tiempo.

Comportamiento del setter irlandés rojo

Características del setter irlandés rojo

Esta raza de perro destaca por su presencia esbelta, elegante y ágil. Son perros altos que alcanzan los 65 centímetros hasta la cruz, pero que apenas pesan 30 kilos como mucho. Esto se debe a que tienen el cuerpo estrecho y las patas largas.

La cabeza es alargada y delgada, pero armoniosa y tiene una expresión gentil y amable. La trufa puede ser de color claro o de tonos negros. Las orejas son triangulares y redondeadas, con una inserción baja en la cabeza y que lleva caídas hacia atrás.

En cuanto al pelo, es fino y largo en todo el cuerpo, de tacto sedoso y aspecto brillante. Tiene flecos más largos en la orejas, vientre, pecho y cola. Se busca que sea lo más liso posible, pero es frecuente que sea ondulado. El rabo es largo, de inserción baja y, aun en posición de alerta, nunca lo lleva más alto que la línea de la columna vertebral.

En cuanto a colores, como su nombre indica, el setter irlandés rojo puede aparecer únicamente en color castaño. Puede tener manchas blancas en la frente y la cara, los dedos de las patas o el pecho. Hay otras variedades de setter de otros colores que aparecen en negro o con manchas.

Comportamiento del setter irlandés rojo

Los genes de cazador del setter permanecen a pesar de todas las generaciones alejadas de los montes. Es, en resumen, un perro enérgico e inteligente, muy amable y trabajador.

Perro en el parque

En general, son perros con buen carácter, pero necesitan suplir sus necesidades de ejercicio diario para evitar comportamientos indeseados. Con tres paseos diarios de calidad debería bastar, pero no debemos olvidarnos del ejercicio mental: seguir rastros, solucionar problemas y tener juguetes interactivos a su alcance es igualmente importante.

Son perros muy sociables y afectuosos, por lo que son perros que conviven fácilmente con niños o con otras mascotas. No son desconfiados con los desconocidos, por lo que no son buenos perros guardianes: en cambio, son perros que tienden a trabar amistades por donde pasan.

Debido a su inteligencia y su docilidad, no es difícil de adiestrar si se toma una perspectiva en positivo que enfoque el entrenamiento como juegos y que se base en el refuerzo positivo. Es fácil conseguir la colaboración y el aprendizaje de un perro trabajador como es el setter irlandés rojo, mientras que establecer relaciones de dominancia es improductivo.

Cuidados del setter irlandés rojo

El setter irlandés rojo es, por lo general, una raza sana. Por su tamaño tiene cierta propensión a sufrir displasia de cadera y es una de las razas en las que puede ocurrir la torsión gástrica. Además, parece que dentro de la raza las enfermedades más comunes son la hemofilia, la epilepsia y los problemas oculares.

Cuidados del setter irlandés rojo

Como en cualquier otra raza de perro, el diagnóstico de estas enfermedades o su prevención debería estar en manos de un veterinario. Es necesario seguir el calendario de vacunas y de desparasitación que el personal sanitario recomiende para garantizar la salud de estos perros.

El pelo tan fino y sedoso del setter irlandés rojo necesita unos buenos cepillados cada pocos días para mantenerse sano. De otro modo, se crean nudos que, además de ser antiestéticos, pueden provocar malestar o problemas de piel al perro.

Como son perros que suelen disfrutar de la montaña, deben estar siempre desparasitados y se le deben hacer revisiones frecuentes en las almohadillas y en las orejas en busca de espinas o espigas clavadas, además de parásitos como las garrapatas.

El setter irlandés rojo tuvo su origen como perro cazador. Sin embargo, su gran belleza y carácter amable facilitaron que, en cuanto encontró un lugar como perro de compañía, nunca más abandonase las casas. Recuerda mantener a tu setter ejercitado física y mentalmente, y disfrutarás de un perro cariñoso y leal durante muchos años.


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