Serpiente bastarda: hábitat y características

La serpiente bastarda es la culebra más numerosa en la península ibérica y una de las más perseguidas por su mala fama. Si quieres conocerla mejor, sigue leyendo.
Serpiente bastarda: hábitat y características

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 octubre, 2022

La serpiente bastarda (Malpolon monspessulanus), también conocida como “culebra bastarda”, es un reptil de la familia Lamprophiidae. Es el ofidio de mayor tamaño de la península ibérica y posee una amplia distribución, encontrándose además en zonas cercanas a asentamientos humanos.

La cercanía a los hogares y la mala fama que tiene (ya que en ocasiones depreda aves de corral) provocan que la especie que aquí nos atañe sea atacada y perseguida. Aún así, es la culebra terrestre más abundante de España y de las pocas —junto a la culebra de cogulla (Macroprotodon cucullatus)— venenosas de la península.

Hábitat de la serpiente bastarda

Esta especie tiene distribución perimediterránea, pues se encuentra en toda la península ibérica, en el norte de África, en el sureste de Francia y en el noroeste de Italia. En la península ibérica la precipitación media anual de sus hábitats varía desde los 170 y 200 milímetros cúbicos y las temperaturas medias anuales se encuentran entre los 10 ºC  y los 18,5 ºC.

La serpiente bastarda no aparece en zonas que tengan más de 90 días de heladas al año o que muestren temperaturas medias inferiores a los 22 ºC en julio. Prefiere zonas de matorral con cobertura media o baja y espacios abiertos, así que e s común encontrarla en campos de cultivos, dehesas e incluso dunas.

Este reptil se suele localizar también en zonas cercanas a asentamientos humanos, ya sean carreteras, jardines y muros. En lo que a la altitud se refiere, se encuentra entre el nivel del mar y los 2160 metros en Sierra Nevada. Cuanto más al Norte se localicen sus poblaciones, menos altos serán los ecosistemas que habiten.

Una serpiente sobre el sustrato.

Características de la serpiente bastarda

La serpiente bastarda es la más grande de la península ibérica y de Europa, ya que llega a alcanzar tamaños de 2 metros de longitud, aunque en ocasiones se han encontrado ejemplares de 2,5 metros. Las hembras son más pequeñas y no suelen superar los 1,5 metros.

Una de las características más representativas de la serpiente bastarda se encuentra en su cabeza. Encima de los ojos presenta unas escamas preoculares prominentes que parecen cejas, lo cual le da a esta culebra un aspecto único.

Su cola es larga, delgada y el color de los machos adultos es uniforme y varía entre el gris claro, el verde oliva o el pardo. La zona ventral es amarillenta. En los juveniles y las hembras el diseño es más variado en colores, ya que presentan negros, blancos, grises y marrones. Esta coloración les permite un mayor camuflaje.

Carácter y comportamiento

Las serpientes bastardas son diurnas y presentan temperaturas corporales elevadas. El periodo de actividad suele ir de de marzo a noviembre, aunque debido al aumento de las temperaturas debido al cambio climático, se están incrementando las épocas en las que se pueden ver a estos ofidios.

El pico de actividad diaria suele ser desde las 4 de la tarde hasta las 8. Estas serpientes pueden recorrer distancias de unos 42 metros diarios y los machos son territoriales.

Por otro lado, son serpientes tranquilas que se muestran más agresivas en la época de reproducción o ante peligros. En caso de sentirse atacadas y acorraladas, se elevan y emiten un fuerte silbido para intimidar a sus atacantes. Esta culebra morderá si es atrapada y la lesión que causa es dolorosa, debido a la inoculación de veneno.

Veneno de la serpiente bastarda

La serpiente bastarda presenta una dentición opistoglifa. Esta conformación dentaria se caracteriza por poseer dos colmillos al final de la mandíbula unidos a las glándulas de veneno. Para poder inocular las toxinas, estas serpientes necesitan morder con fuerza a la presa y mantenerla atrapada.

El veneno de esta especie es neurotóxico y suele tener efecto analgésico, manifestándose con síntomas como la alteración de la consciencia y fasciculaciones musculares, entre otros. Su mordedura no es de importancia clínica (salvo reacciones adversas), ya que no posee un veneno de gran toxicidad.

Las mordeduras de la serpiente bastarda en humanos son muy raras, ya que para que se produzca un envenenamiento es necesario que la serpiente te atrape y haga movimientos de engullir para inocular las toxinas. En caso de mordida, los efectos suelen ser locales y aparecen durante las primeras 6 horas.

Alimentación de la serpiente bastarda

Son culebras consideradas eurífagas o poco selectivas a la hora de seleccionar sus presas (dentro de su estatus como carnívoras), por lo que presentan una gran variedad de víctimas. La serpiente bastarda se alimenta principalmente de reptiles, aves y mamíferos.

Estos ofidios no seleccionan su alimento, pues simplemente consumen aquello que es abundante en cada momento. Los reptiles suelen ser su presa principal, específicamente el lagarto ocelado (Timon lepidus) y varias especies de lagartijas.

Las aves son el grupo menos capturado, ya que las serpientes bastardas suelen atrapar a los pollos de los nidos antes que a las aves adultas. Las presas van cambiando con el tamaño de los ejemplares, pues los recién nacidos se alimentan principalmente de insectos y los más grandes son capaces de atrapar conejos.

Reproducción de la serpiente bastarda

Los machos de la serpiente bastarda comienzan su espermatogénesis en primavera, por lo que la época de reproducción empieza entre mayo y junio. Los machos suelen realizar luchas entre ellos y es común verlos agarrados formando una bola.

La madurez sexual ocurre antes en los machos que en las hembras. En estas últimas, se suele alcanzar a los 5 años de edad y con una talla corporal mayor a la de los machos.

La puesta varía con el tamaño de la hembra y suele estar entre 4 y 20 huevos. Estos son depositados en lugares húmedos y soleados (madrigueras abandonadas, bajo piedras, bajo troncos o entre la hojarasca) y suelen eclosionar a finales de agosto.

Estado de conservación

Según el Libro Rojo de las Especies, la serpiente bastarda está considerada como de “Preocupación Menor”, pero presenta varios peligros. Uno de los principales son los atropellos cuando el ofidio se solea en las carreteras, además de la persecución directa por el hombre.

La fragmentación del hábitat y la acumulación de pesticidas e insecticidas en los tejidos y huevos también suponen graves consecuencias a largo plazo para esta especie. Además como poseen una madurez sexual tardía, muchas hembras no llegan a alcanzar los 5 años de edad, por lo que la cantidad de ejemplares reproductores tiende a disminuir con el tiempo.

Hay que recordar la importancia que posee la serpiente bastarda en los ecosistemas, tanto como controladora natural de plagas como en las cadenas tróficas, ya que es el alimento de múltiples especies. Preservarla no es solo cuestión de moral, sino de responsabilidad con el ambiente que nos rodea.


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