Sapo de Surinam: una madre que se deja la piel

El sapo de Surinam encontró una solución drástica al problema de asegurar la supervivencia de sus huevos fertilizados: llevarlos incrustados en la espalda.
Sapo de Surinam: una madre que se deja la piel
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 12 diciembre, 2022

El sapo de Surinam (Pipa pipa) es una de las varias especies pípidas que habitan en los ecosistemas acuáticos de América del Sur. Estos anfibios son reconocidos por varios aspectos únicos de su biología. Rara vez se aventuran a tierra, donde se mueven muy torpemente.

Por sus hábitos acuáticos, ellos prefieren establecerse en cursos de agua de flujo lento, remansos de arroyos y estanques y piscinas en la selva tropical. Normalmente, se esconden bajo la hojarasca sumergida. También están presentes en los suelos de bosques inundados.

¿Dónde vive?

En cuanto a su distribución geográfica, la especie tiene una amplia representación en el centro y norte de Suramérica (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela), incluyendo las regiones de las Guayanas, el Cerrado Brasileño, la Amazonia y la Orinoquia. También está presente en el este de la isla de Trinidad (en Trinidad y Tobago).

¿Cuál es su aspecto?

Muchas de las características físicas de la especie ayudan a los individuos a pasar desapercibidos en la hojarasca, en el fondo de los remansos de agua. El cuerpo es ancho y aplanado, de color marrón o verde oliva, y su piel presenta nudosidades que le otorgan un aspecto general de una hoja muerta. El sujeto adulto alcanza entre 12 a 20 centímetros.

Además, la cabeza tiene forma triangular, con ojos negros muy pequeños, sin párpados y que lucen como pequeñas cuentas. Sus patas traseras son largas, fuertes y palmeadas, importantes para su vida acuática. Por otro lado, las extremidades anteriores son cortas y débiles, sus dedos están separados y terminan en un órgano en forma de estrella.

Es importante destacar que en las patas delanteras, estas yemas de los dedos cuadripartitas son un rasgo distintivo de la especie. Según expertos, esto ayuda al anfibio a sondear en la hojarasca para encontrar alimento. Una vez que encuentra comida, abre rápidamente sus boca grande para engullir presas como pequeños invertebrados y peces.

Sapo de surinam visto desde arriba.

La llamativa forma de reproducción del sapo de Surinam

En primer lugar, en esta especie las crías no pasan por una etapa larval. La hembra lleva los huevos sobre su espalda, en una estructura en ‘forma de panal’ que se desarrolla en su piel hasta que estas completan el desarrollo y emergen como adultos en miniatura.

El baile de apareamiento

Cuando llega el momento de reproducirse, los machos y las hembras participan en una especie de ballet acuático. La especie exhibe el amplexus: un abrazo de sincronización en que la hembra desova y el macho fertiliza.

El macho ahora afloja su agarre y permite que los huevos rueden sobre la espalda de la hembra, mientras los fertiliza simultáneamente. Este ritual de desove se repite 15 – 18 veces. Aproximadamente unos 100 huevos son puestos y fertilizados. Los huevos se adhieren solamente a la espalda de la hembra, posiblemente debido a una secreción cloacal.

La incrustación de los huevos, un evento inusual

Resulta interesante conocer que los huevos fecundados no se adhieren al vientre del macho sino solamente a la espalda de la hembra. En cuestión de horas, los huevos se hunden en su piel.

Paulatinamente, la piel crece alrededor de los huevos, encerrándolos a cada uno en un quiste con una tapa córnea. En este recinto, los jóvenes desarrollan colas temporales, que aparentemente se usan en la absorción de oxígeno.

Después de 12 – 20 semanas, las crías emergen de la piel de la madre, como sapos miniaturas de apenas dos centímetros de longitud. Nacen completamente desarrolladas, excepto por la bifurcación de los lóbulos en la punta de los dedos.

Normalmente, las crías emergen de la espalda de la hembra en el momento de la muda, es decir, cuando la madre restaura la capa más externa de su piel. Esta es una forma de cuidado parental porque, al mantener los huevos con ella, la hembra proporciona a su descendencia una mayor probabilidad de supervivencia.

Todas las especies de sapos de este género pasan por un proceso similar, aunque no siempre es exactamente el mismo.

Un sapo de surinam con huevos.

Estado de conservación

El sapo de Surinam, no está seriamente amenazado, se le considera una especie de preocupación menor. Sin embargo, en la región, las poblaciones locales pueden verse afectadas por la pérdida y degradación del hábitat debido a la tala de árboles, la expansión agrícola y los asentamientos humanos.


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  • . Downloaded on 07 June 2020.

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