Salud y mascotas: gases en los gatos

Salud y mascotas: gases en los gatos

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 02 diciembre, 2017

La expulsión de gases intestinales, también conocidos como flatulencias, son muy común en todos los mamíferos, incluidos perros y gatos. Su mal olor proviene de los gases que producen las bacterias alojadas dentro de su estómago, y que se originan por diferentes motivos.

Pueden estar asociados a cambios en la alimentación, malos hábitos, tipo de raza o enfermedades gastrointestinales. Si tienes un felino en casa, quizás en alguna oportunidad te sorprendió con este tipo de flatulencias que, además de ocasionar mal olor, pueden ser señal de que algo le pasa a tu mascota.

¿Cuáles son las causas de los gases en los gatos?

gato durmiendo

La causa más común del exceso de gases en gatos se relaciona con su dieta. En el mercado existen algunos alimentos de mala calidad que contienen grandes cantidades de hidratos de carbono. Este tipo de productos por lo general, ocasionan flatulencias en los mininos.

Otro motivo, que también está relacionado con su dieta, se refiere a aquellos alimentos que para tu felino pueden ser difíciles de digerir, entre ellos se encuentra la soja, los productos lácteos o las dietas con altos niveles de grasa. Estos alimentos pueden ocasionar la presencia excesiva de flatulencias. Por eso, si sueles alimentar a tu mascota con alguno de ellos, lo mejor es modifiques su dieta por un plan alimenticio más saludable.

Las flatulencias también pueden originarse por enfermedades gastrointestinales. Este tipo de padecimiento, cuyos síntomas son vómitos y diarrea, es muy frecuente en los felinos. En caso de que tu gato presente estos síntomas, no dudes en recurrir rápidamente con su veterinario.

Otra enfermedad, que también causa gases, es el síndrome de intestino irritable, que suele ir acompañado de vómitos y diarrea. Por lo general, se origina por un plan alimenticio poco saludable.

La falla en el páncreas de los felinos también puede ocasionar gases. Los síntomas más frecuentes pueden ser la falta de apetito, deshidratación y pérdida de peso. La pancreatitis se determina a través de análisis clínicos.

Si tu gato tiene parásitos también es muy probable que tenga gases. Por eso es muy importante que lo desparasites, como mínimo, cada seis meses.

Los gases, como mencionamos, también están relacionados con la gran ingesta de aire. En ese sentido, este tipo de situación se puede manifestar, cuando tu minino se alimenta muy rápido o ingiere alimentos tras realizar algún tipo de ejercicio.

Finalmente cabe destacar que existen algunas razas de gato que son más propensas al aumento de ingesta de aire. Entre ellas hay que mencionar las braquicéfalas, como Himalayas o Persas.

Tratamiento y prevención

sida en gatos 2

Para combatir los gases de los gatos, existen diferentes tipos de tratamiento. Muchos de ellos están orientados a mejorar su plan alimenticio y otros se basan en la prescripción de medicamentos. Entre estos últimos se destacan el acetato de zinc, carbón activado o salicilato de bismuto. Sin embargo, antes de que te decidas por algún tratamiento debes consultar con un veterinario.

La mejor forma para evitar las flatulencias en los gatos es la prevención. En ese sentido, fomentar un estilo de vida activo, con ejercicios regulares, o asegurarse que la dieta de tu gato es altamente digerible, son una de las claves que se recomiendan seguir, para que tu pequeño de cuatro patas no continúe emitiendo esos malos olores. Por eso, como citamos, presta mucha atención a su alimentación y recuerda: muchas veces reducir la ingesta de proteínas y carbohidratos, puede ser una alternativa saludable para obtener buenos resultados.

Es muy importante que supervises con atención cuál es el lugar en el que tu gato suele ingerir sus alimentos. Aunque los felinos son animales muy independientes, no dejes que rebusquen en los botes de basura y que deambule por los patios de otras casas.

Algunos mininos cuando en sus dietas no reciben todos los nutrientes que precisan, suelen caer en la coprofagia, es decir comen sus propios excrementos o el de otros animales. Esta conducta, además de causar gases, también puede ocasionar graves enfermedades. Por eso controla a tu gato de cerca y sobre todo observa cuáles son sus hábitos.

Finalmente, si tu gato continúa con gases, lo mejor es que recurras con un veterinario. De esa manera, se podrá descartar alguna enfermedad grave y podrá recibir el tratamiento adecuado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.