Rescatista pasa las noches en el refugio para no dejar que perrito en fase terminal muera solo
La rescatista de Waldo pasa las noches a su lado para no permitir que muera solo. A este perrito lo rescataron muy mal, padecía de un cáncer que se esparcía por todo su cuerpo y no había un camino distinto para él. Su vida se apagaba poco a poco.
Continúa leyendo para conocer la historia completa de este canino y de la grandiosa mujer que no lo dejó solo ni un solo momento desde que lo conoció.
Así fue la relación entre la rescatista y el perrito
Janine Guindo es la fundadora de Speranza Animal Rescue, un refugio ubicado en Mechanicsburg, Pensilvania, Estados Unidos. Ella conoció a Waldo en 2018 luego de que un estudiante lo encontrara en un parque de Filadelfia. Él llamó la atención del joven y de la rescatista porque se encontraba en muy malas condiciones, delgado, débil, triste y cubierto de llagas en todo su cuerpo.
Aunque la mujer tenía la esperanza de rescatarlo y sanarlo, el pronóstico no era el mejor. Por varios días, permaneció internado en la veterinaria en donde se le practicaron exámenes y se le brindó la atención que sus heridas necesitaban. Los esfuerzos también se concentraron en un tumor que tenía en la pierna y que resultó ser canceroso.
El diagnóstico indicaba que este cáncer se podía esparcir por todo su cuerpo, por lo que las probabilidades de sobrevivir eran casi nulas. No solo porque su condición estaba muy avanzada, sino porque el can ya se notaba cansado de tanto dolor y sufrimiento.
La rescatista pasa las noches a su lado
Desde el momento en que supo que Waldo no sobreviviría, la rescatista se dedicó a él y pasó varias noches a su lado para brindarle amor. De esta forma, ella quería demostrarle que el amor humano sí existía y que él no tendría por qué morir solo. La mujer se dedicó a llenarlo de mimos y caricias.
“Tenía el presentimiento de que las cosas no iban a estar bien al día siguiente (…) No pude dejar al dulce Watson esa noche. Así que hice una cama llena de edredones y almohadas. Me quedaré con este chico toda la noche”, escribió en sus redes sociales.
Aunque el can logró pasar esa noche en un sueño profundo, al siguiente día no quiso recibir comida ni agua. Además, la rescatista que pasó las noches a su lado notó comportamientos extraños y usuales en perros que están a punto de morir, caminaba en círculos y estaba distante. Por ello, lo llevó al veterinario en donde lo besó y abrazó por última vez. Allí se despidieron y Watson pudo descansar en paz.
Fue así como Guindo le brindó al perrito el amor que tal vez nunca conoció en su vida. Aunque esta historia es muy conmovedora, nos demuestra la calidez y empatía humana. ¡Descansa en la eternidad, sin dolor ni sufrimiento, peludito!