Remedios herbales para las mascotas ¿qué dice la ciencia?

Cuando oyes hablar del empleo de remedios herbales para tu mascota pones atención debido al carácter natural de estos "medicamentos". Aún así, conviene hacer una revisión de su efecto antes de su aplicación, y la ciencia ya está en ello.

Creemos que cuando la salud de la mascota se ve afectada, la mejor solución es ir al veterinario y aplicar la medicina recetada. Sin duda, ante patologías serias o sospechas esta siempre será la mejor de las opciones.

Sin embargo, existen otros tratamientos más naturales y sin efectos secundarios: los remedios herbales para las mascotas. Pero ¿qué dice la ciencia sobre ellos? Aquí te lo mostramos.

La fiabilidad del remedio natural

Hoy en día están muy en auge terapias como el uso flores de Bach, homeopatía, acupuntura o reiki. Algunos veterinarios aplican estas terapias en mascotas con buenos resultados, y otros se niegan a usarlas por carecer de una base científica férrea.

Generalmente, los remedios herbales que valen para humanos también sirven para mascotas, según la enfermedad  a curar. Esto, por supuesto, solo es aplicable a mamíferos.

De todas formas, siempre habrá que comprobar primero si esa planta es adecuada para la mascota según la especie. Hay que asegurarse primero si es tóxica o no para el animal, y luego conocer la concentración necesaria de la planta en el remedio para cada caso.

En los remedios herbales, también denominados como fitoterapia, la medicina principal es la planta. La mayoría de los medicamentos para humanos y animales se preparan a partir de los principios activos de las plantas. Entonces ¿por qué no tendrían ese mismo efecto de sanar los remedios herbales en mascotas?

Incluso, la mayoría de los veterinarios, recetan a sus pacientes caninos jarabe de tomillo cuando tienen catarro. Y todos los que lo hemos usado, hemos visto como nuestro perro empezaba a tener una tos más suelta y su mejoría.

Aún así, a pesar de las buenas experiencias, existen ciertos debates a aclarar en lo referente al tema.

¿Qué dice la ciencia de los remedios herbales para mascotas?

En lo que al empleo directo de plantas se refiere, la ciencia está generalmente de acuerdo. Solo hay que saber si la planta a aplicar es tóxica o no para la especie animal a curar, y cual es la concentración adecuada de la misma.

En este caso, el remedio herbal lo tomará el animal a modo de infusión o tintura con la cantidad de planta indicada por el veterinario. En ocasiones, podemos encontrar preparados comerciales para uso veterinario como el jarbe de Tomillo del que ya os hemos hablado.

Hasta aquí bien. Pero ¿qué ocurre con la homeopatía y las flores de Bach? En ambos casos se emplean plantas, pero estas no están presentes de la misma forma que en una infusión. Otra característica de estas terapias, es que se centran en curar una dolencia física provocada por un un problema mental o emocional.

Flores de Bach

Las flores de Bach son un conjunto de 38 preparados que se elaboran a partir de flores que crecen en el Reino Unido. Según el británico Edward Bach, tienen propiedades curativas frente a problemas como son la ansiedad, la impaciencia, el miedo, la angustia o la intolerancia entre otras.

Se recolectan las flores maduras de especies concretas, y se maceran en agua y brandy. Los principios activos de estas plantas quedan muy diluidos en el producto final, y al realizar un análisis químico apenas se encuentran representados en el líquido.

Es aquí donde la ciencia empieza a dudar sobre la efectividad de esta terapia. Si no se encuentra el principio activo en el preparado herbal, ¿qué es lo que cura?

Muchos científicos afirman que en el caso que las plantas empleadas tengan algún beneficio terapeútico, este se pierde en las diluciones. Demasiada agua da lugar a una concentración mínima del principio activo.

Frente a este grupo existen opositores: científicos y veterinarios que afirman el buen resultado de esta terapia alternativa en animales. Muchos de ellos hablan de la reciente implantación de ella en países como Suiza, y de la cantidad de artículos científicos fiables que avalan el correcto funcionamiento de esta terapia herbal en mascotas.

También encuentran positivo el efecto sinérgico al emplear diferentes plantas para un mismo problema de salud.

Homeopatía

La forma de obtener los preparados homeopáticos es similar a la de las flores de Bach. Se recolectan las plantas indicadas para la enfermedad que se quiere curar, y se realizan diluciones.

En la homeopatía las diluciones son mayores que en el caso anterior, produciendo aun mayor controversia en el comité científico. En este caso son casi inexistentes en la dilución las moléculas del principio activo de la planta escogida.

La homeopatía proviene de la medicina China, y se fundamenta en la memoria del agua. La planta ha estado en contacto con el agua de la dilución, y aunque la molécula apenas exista ya, el agua recuerda como tiene que actuar la molécula del principio activo para sanar.

Su principio de actuación también es el mismo, curar problemas emociones para sanar la afección física que se muestra en el cuerpo de la mascota. Y, de la misma forma que en el caso anterior, hay científicos y veterinarios que la avalan, y otros que tiran por tierra cualquier idea de curación de enfermedades en mascotas con homeopatía.

Sin embargo, la homeopatía ha tenido un gran auge en animales de granja. En estos animales se suministran muchos medicamentos antibióticos para evitar infecciones, y en muchos casos las bacterias se hacen resistentes a estos medicamentos, a parte de que pasan a la cadena alimenticia de los humanos.

Por ello, métodos alternativos de sanación son cada vez más demandados.

Un debate sin resolver

En estas dos terapias que emplean remedios herbales en mascotas, es el veterinario quien examina al animal e individualiza su problema de salud junto con el relato de su cuidador, a la par que realiza un examen físico completo para llegar a un diagnóstico certero.

Como has podido leer, el empleo de plantas medicinales como infusión o tintura en mascotas si está aprobado por la ciencia, mientras que en las terapias basadas en diluciones de muy poca concentración, la investigación continúa por su dudosa fiabilidad.