Las razas de perros con más problemas de salud

Aunque cada raza de perro tenga sus peculiaridades, todas ellas pueden ser englobadas en unos pocos grupos según las patologías que más afectan a sus integrantes.
Las razas de perros con más problemas de salud
Ana Díaz Maqueda

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 30 marzo, 2021

Todas las razas de perros que existen en la actualidad provienen en mayor o menor medida de una selección por parte del ser humano. Esta elección de caracteres deseables, tanto físicos como comportamentales, ha ocasionado la aparición y perpetuación de enfermedades. ¿Quieres conocer cuáles son las razas de perros con más problemas de salud?

Cada raza de perro tiene sus características que la definen como tal, estándares caninos que a su vez tienen patologías asociadas. No obstante, esto no implica que todos los canes de cierta raza vayan a desarrollar un problema típico, pero tienen cierta predisposición. A continuación, te contamos más sobre las razas de perros y sus patologías derivadas.

Los perros con más problemas de salud: razas condrodistróficas

Las razas condrodistróficas son aquellas que sufren un acortamiento óseo durante el crecimiento y desarrollo de los huesos largos del cuerpo. Como resultado, aparecen tipos de canes con las patas muy cortas y la columna vertebral alargada. 

Estas razas de perros desarrollan problemas óseos o relacionados con los cartílagos y otros tipos de tejidos anexos. Un ejemplo muy evidente es el del perro salchicha o teckel

Estos animales —de poca altura por tener unas patas muy cortas y una espalda larga en comparación— acaban sufriendo patologías como las hernias discales. Esta raza en concreto representa entre un 45 y un 70 % de todos los casos de hernia de disco que se presentan en clínicas veterinarias. 

Estos perros comienzan a tener problemas a la edad de 3 y 6 años. Si además —como individuos— les gusta mucho saltar y realizar otros tipos de ejercicios cuyo peso recae sobre la espalda, el problema aparecerá antes. Otras causas que pueden provocar las hernias discales, además de la raza, son las siguientes:

  • Golpes, caídas y traumatismos en la región vertebral.
  • Movimientos y giros bruscos.
  • Sobrepeso y sedentarismo.

Los signos clínicos que evidencian una posible hernia discal en un perro son estos:

  • Dolor de espalda o cuello.
  • Rechazo a caminar.
  • Patas traseras inestables al caminar. Por ejemplo, que se crucen entre ellas cuando el perro camina.
  • Pérdida total de la capacidad de movimiento de las patas traseras. Esto puede implicar también perder la capacidad de orinar.
  • En los casos en los que el animal pierde también la sensibilidad, puede que la médula espinal esté dañada.

Los animales que sufren estos problemas suelen requerir tratamiento. En primer lugar, este consiste en medicación antiinflamatoria y analgésica, así como reposo absoluto. Para los casos más graves, está reservada la opción quirúrgica. A pesar de que el teckel es la raza de perro que más sufre este problema, existen muchas otras con propensión a padecerla:

  • Basset hound.
  • Pekinés.
  • Bulldog francés.
  • Caniche.
  • Shih tzu.
  • Lhasa Apso.
  • Cocker spaniel.
  • Jack rusell terrier.
Un perro Jack russell terrier.

Razas braquicéfalas

Las razas de perros braquicéfalas son aquellas que presentan el cráneo redondeado, los ojos prominentes y el hocico muy corto. Además, suelen tener pliegues alrededor del hocico. Esta anatomía predispone a estas razas a sufrir muchos problemas de salud, sobre todo respiratorios y oculares, aunque también dérmicos.

Tener una conformación braquicéfala de la cabeza hace que muchas partes de la fisionomía natural de un perro estén atrofiadas. Así, estos animales se caracterizan por varios defectos anatómicos, como estos:

  • Orificios nasales muy estrechos.
  • Paladar blando excesivamente extendido, que puede causar ahogamiento o dificultad respiratoria. En la mayoría de los casos se aborda con una intervención quirúrgica.
  • Vías respiratorias estrechas.
  • Parálisis faríngea. Esta dolencia puede provocar la pérdida de la capacidad de emitir sonidos e incluso respirar en el animal.

Estas características hacen que estos perros siempre tengan problemas para respirar correctamente, pero también para transpirar. Los canes solo sudan por las almohadillas y a través del jadeo. Si el animal no puede jadear correctamente, elevará su temperatura corporal y sufrirá una hipertermia.

Otros de los problemas de estas razas es que suelen ser prognatas. Esto quiere decir que la mandíbula sobresale al paladar. Como consecuencia, los dientes no encajan los unos con los otros y terminan por causar ciertos problemas dentales. Las razas de perros braquicéfalos con más problemas debido a su anatomía son las siguientes: 

  • Bulldog inglés.
  • Bulldog francés.
  • Carlino o pug.
  • Bóxer.
  • Shar pei.
  • Boston terrier.
  • Shih tzu.
  • Cavalier king charles spaniel.
  • Pekinés.
Un bulldog inglés.

Aunque pueda resultar cómico, un tutor detecta que su perro braquicéfalo no respira correctamente porque ronca mucho o muy fuerte. Además de los ronquidos, existen otros síntomas que pueden ser relacionados con un problema respiratorio debido a la raza, como la coloración azul de las mucosas o la intolerancia al ejercicio.

Las razas de perros gigantes con más problemas

Las razas de perros gigantes como el mastín, el dogo alemán, el dogo argentino, el San Bernardo o el terranova tienen una alta predisposición a padecer las temidas torsiones de estómago. La razón por la cual estos animales tienen esta proclividad es por la conformación de ligamento frenoesofágico.

En estos animales, muchas veces este ligamento se encuentra hiperlaxo y el estómago no se mantienen en el sitio exacto donde debe estar dentro del abdomen. Por esta razón, bajo distintas circunstancias puede torsionarse. Los desencadenantes más habituales de la torsión gástrica en perros son los siguientes:

  • Aerofagia o ingesta de aire por problemas médicos o conductuales.
  • Problemas para vaciar el estómago, como ingerir objetos no comestibles, inflamación gástrica o tumores.
  • Aumento de la producción de gases.
  • Comer muy rápido.
  • Aumento del estrés después de ingerir alimentos.

Cuando un perro sufre una torsión de estómago, el dolor es tan agudo que hasta el tutor más inexperto notará que algo no va bien. Este problema es considerado una urgencia veterinaria, pues si no se trata al animal rápidamente, este podría morir.

Otros problemas que sufren las razas de perros gigantes —pero también las grandes, como los pastores alemanes, labradores o golden— son la displasia de cadera y de codo. Muchas de estas razas tienen una predisposición genética a sufrir estas patologías y no se deben al estilo de vida, aunque sí pueden agravar la situación.

El pastor alemán es una de las razas de perros más fáciles de adiestrar.

Como vemos, cada conjunto de razas de perros tienen sus particularidades y enfermedades totalmente relacionadas con la fisionomía de sus cuerpos. Por esta razón, antes de elegir una raza, se la debe conocer muy bien para saber qué cuidados necesitará a lo largo de su vida el can.


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