¿A los ratones les gusta el queso?

Los ratones son animales omnívoros que se adaptan a ingerir muchos tipos de alimento. ¿Es cierto que adoran el queso? Aquí te lo contamos.
¿A los ratones les gusta el queso?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 17 septiembre, 2021

La imagen de un ratón comiendo un trozo de queso está grabada en nuestras cabezas. Desde Mickey Mouse hasta Tom y Jerry (pasando por todos los dibujos animados que muestran a un roedor antropomórfico), diversos medios de comunicación han perpetuado esta creencia a lo largo de los años. Ahora, nos hacemos la siguiente pregunta: ¿a los ratones les gusta el queso?

Para responder a esta cuestión, debemos circunscribir primero qué es un ratón como tal y luego explorar sus elecciones dietéticas (en cautiverio y en el ámbito doméstico). Como siempre, la ciencia nos trae respuestas, así que no dejes de leer.

¿Qué es un ratón?

Antes de centrar nuestra atención en las elecciones dietéticas de estos animales, es necesario contextualizarlos desde un punto de vista taxonómico. Un “ratón” es todo roedor que presente ciertas características físicas comunes: orejas grandes, hocico puntiagudo, tamaño pequeño, rabo desnudo y muy largo y bigotes que nacen en la base de la zona nasal.

Si nos ponemos técnicos, es posible decir que los únicos “ratones estrictos” son aquellos pertenecientes al género Mus (familia Muridae). Este taxón engloba a unas 38 especies diferentes, entre las que se encuentra el ratón de campo común Mus musculus. De todas formas, existen representantes de otros géneros (Peromyscus y Apodemus) que también se pueden denominar con este nombre común.

Como roedores que son, los ratones tienen que estar royendo materia orgánica (o inorgánica) de forma continua. Portan unos incisivos que crecen de forma constante, muy poderosos y con varias capas de esmalte en su zona frontal: si no los limasen, los dientes crecerían de más y acabarían atravesando su cráneo (y matándolos en el proceso).

Los roedores son el grupo de mamíferos más amplio que existe. Representan el 40 % de las especies de la clase Mammalia.

Un ratón con un bloque de queso.

¿A los ratones les gusta el queso?

Por mucho que se haya creado la concepción de que los roedores adoran el queso, en realidad la afirmación está bastante desencaminada. A los ratones no les gusta el queso especialmente, pues prefieren casi cualquier otra comida antes que este producto lácteo si se les da la opción. Si no tuviesen nada más de lo que alimentarse le hincarían el diente a este alimento, pero esto no significa que les agrade.

¿Por qué no encuentran atractivo los roedores este producto lácteo? Te resumimos las posibles razones en la siguiente lista:

  1. El queso no es un alimento común en el entorno del ratón: por mucho que algunas especies estén acostumbradas a vivir en ciudades (como Mus musculus), otras tantas habitan de forma primaria en los bosques y las praderas naturales (como Apodemus Sylvaticus). El queso es un alimento que ningún roedor salvaje encontraría por su propia cuenta en el ecosistema.
  2. El olor del queso es muy fuerte: el olfato de los ratones es excelente, ya que tienen que poseer este sentido afinado para comunicarse entre ejemplares mediante el uso de feromonas. Este producto lácteo emite un aroma muy marcado que puede desagradar en primera instancia a los roedores.
  3. Los ratones han evolucionado sin exponerse al queso: las crías de ratón lactan de las mamas de su madre en su etapa vital inicial, pero eso no significa que vayan a aceptar otros tipos de leche. Las cabras o las vacas no producen un compuesto adecuado para el organismo de un roedor.

Todas las razones expuestas son válidas, pero una explica el desagrado de los roedores cuando son expuestos al queso más que otras. Tal y como indican profesionales, los ratones responden a la textura y el olor de los alimentos de forma muy precisa. Como no se exponen al queso en su ambiente natural, lo rechazan a menos que no tengan otra opción. 

¿A qué se debe este mito?

No se sabe cuándo se concibió el mito de que a los ratones les gusta el queso, pero se cree que en la Edad Media esta creencia ya circulaba a nivel cultural en la sociedad humana. Solo podemos teorizar, pero algunas hipótesis parecen plausibles: como en estos tiempos no existían refrigeradores, la coexistencia de los ratones con los quesos almacenados en las bodegas era más que probable.

Por otro lado, también se especula que esta asociación responde solo a una decisión artística. Es más fácil dibujar a un ratón comiéndose una bola de queso que hacerlo con arroz, garbanzos o trozos de pan. Por ello, puede que los artistas eligiesen al queso como alimento favorito de los roedores por la facilidad de representar la idea de las plagas en épocas pasadas.

Es posible que la creencia se debiese a una asociación errónea de conceptos. Como en las bodegas habían ratones y quesos, parecía que la correlación se explicaba de forma sencilla.

¿Qué comen los ratones de verdad?

Ahora sabemos que a los ratones no les gusta el queso, pero ¿qué alimentos seleccionan? La mayoría de especies englobadas en este grupo son omnívoras (comen carne y vegetales), aunque basan su dieta en la ingesta de semillas, raíces jóvenes y frutos caídos de las plantas. De vez en cuando también buscan larvas de insectos, invertebrados y restos de carne, pero no es lo más común.

Como curiosidad final, destacamos que se ha demostrado que lo que más les agrada a los ratones son las sustancias azucaradas. Estudios han detectado que estos roedores muestran gestos de gozo cuando ingieren soluciones con azúcar disuelto. Esto no solo significa que buscan esta comida por su contenido calórico, sino que disfrutan mucho a nivel sensorial al ingerirla. 

En las ciudades los ratones comerán casi cualquier cosa. De todas formas, en el ambiente natural son mayoritariamente herbívoros.

Un ratón de campo Mus musculus.

Como habrás podido comprobar, a los ratones no les gusta el queso tanto como se cree. Lo comerán si no tienen nada mejor que llevarse a la boca, pero desde luego su sabor y su textura no les agrada demasiado. Espacios como este nos demuestran que, a veces, los mitos y creencias en la sociedad humana están muy poco fundamentados.


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