Rana goliat: hábitat y características

La rana goliat, también conocida como el anuro más grande del mundo, está en peligro de extinción. Además de la caza y destrucción de sus hábitats, el tráfico de estos animales como mascotas es una amenaza reciente pero severa.
Rana goliat: hábitat y características
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 14 octubre, 2022

La rana goliat, cuyo nombre científico es Conraua goliath, es uno de los animales con el apodo más apropiado del mundo. Esta especie está considerada hoy en día como el anuro más grande del planeta, pues los ejemplares adultos son tan grandes que pueden alcanzar el peso de un bebé recién nacido.

A pesar de su extraordinario tamaño, muchos aspectos de la biología de esta especie se mantienen aún desconocidos. La rana goliat vive únicamente en una pequeña parte de África, donde se encuentran también el resto de miembros del género Conraua.

Si quieres aprender más sobre este enorme anfibio —que se encuentra amenazado con la extinción por la enorme presión que ejercen los humanos sobre sus poblaciones— te invitamos a seguir leyendo este espacio. El primer paso para conservar siempre es conocer.

Características de la rana goliat

Por supuesto, el aspecto más llamativo de Conraua goliath es su magnitud. Esta especie puede alcanzar hasta 32 centímetros de longitud y 3,3 kilogramos de peso. Si se mide desde la punta del hocico al final de las patas traseras, la longitud asciende hasta 80 centímetros.

Como es común entre los anuros, las hembras son más grandes que los machos (dimorfismo sexual). Estas suelen encontrarse entre los 15 y 32 centímetros desde el hocico a la cloaca y pueden pueden pesar desde 600 gramos hasta los 3,3 kilos. Por el contrario, el peso de los machos está entre 1,5 y 2,7 kilos. Su longitud es de 22 a 32 centímetros.

La coloración dorsal de este animal es generalmente verde oscura, pero algunos ejemplares muestran un verde anaranjado con pequeños puntos más oscuros. La parte inferior del cuerpo y las extremidades son amarillas.

En cuanto a su complexión, esta especie cuenta con el plan corporal típico de las ranas, pero es más grande y corpulenta. La cabeza es aplanada, triangular y bastante ancha. El cuerpo es muy robusto. Las extremidades —especialmente las traseras— son largas, fuertes y muy desarrolladas. Los dedos se presentan largos y están completamente palmeados en las patas traseras.

Como todos los anuros, la rana goliat tiene una piel húmeda y relativamente rugosa. Los anfibios respiran en parte por el órgano epidérmico.

Hábitat de la rana goliat

Este anuro solo se encuentra en un pequeño rango en África central, que se extiende desde el suroeste de Camerún hasta el sur del Parque Nacional de Monte Alén, en Guinea Ecuatorial. Dentro de esta área, las ranas se localizan cerca o dentro de ríos relativamente rápidos.

Este es un factor útil para diferenciar a la rana goliat de otras especies cercanas. El anuro que aquí nos atañe selecciona ríos de aguas más veloces que Conraua crassipes, pero más lentas y cálidas que Conraua robusta, parientes muy cercanas de ella.

Además, estos ríos deben ser grandes, bien oxigenados, de aguas limpias y claras. Los cursos de agua que elige esta especie suelen estar situados dentro de bosques tropicales densos y contar con fondos arenosos.

Ecología y comportamiento

La rana goliat es principalmente nocturna, aunque  pueden encontrarse individuos durante el día, soleándose y descansando en rocas de los ríos. Cuando se ven amenazadas, estas ranas saltan dentro del agua como técnica de supervivencia.

Gracias a su gran tamaño, las ranas cuentan con una dieta muy variada. Todos los anuros son carnívoros y esta especie consume escarabajos, tricópteros, libélulas y otros insectos. También caza milpiés, arañas, escorpiones, crustáceos y caracoles de agua dulce. Además, son anfibios capaces de depredar sobre otros anuros más pequeños.

A la hora de reproducirse, estos animales construyen pequeñas charcas en los bordes de ríos, que sirven como nidos en los que depositar los huevos y zonas seguras para el desarrollo de los renacuajos. Para ello, los machos pueden seguir tres estrategias diferentes. Te las contamos de forma somera.

Algunos eliminan la hojarasca y otros desechos de pequeños espacios o charcas ya existentes, mientras que otros empujan la grava y hojarasca de dichos espacios, con tal de hacerlos más grandes. Por último, los terceros excavan sus propias charcas en la grava y las rodean de piedras grandes, que pueden llegar a 2/3 del peso del animal.

Además, los machos se mantienen cerca de las charcas por la noche, haciendo guardia y protegiendo a su descendencia de posibles depredadores. Esta es una explicación para el enorme tamaño de estas ranas, ya que los machos más grandes y fuertes pueden crear charcas mayores y defenderlas mejor.

Según estas postulaciones, el tamaño del anfibio se habría seleccionado a lo largo del tiempo debido a la estrategia reproductiva que sigue.

Amenazas y estado de conservación

Por desgracia, estas impresionantes criaturas están viviendo una situación delicada. Su rango de distribución es muy pequeño, lo que siempre supone un riesgo para cualquier especie. Además, este rango se está viendo reducido y sus poblaciones están disminuyendo a causa de las acciones humanas.

Como consecuencia, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) ha clasificado a la rana goliat como en peligro de extinción. Por desgracia, a día de hoy sus poblaciones siguen decreciendo de forma constante.

Esta especie está amenazada por dos acciones muy diferentes. Por un lado, las ranas son grandes y carnosas. Por lo tanto, las poblaciones locales las cazan para alimentarse o para vender su carne en mercados. Esta es la actividad más dañina para la especie.

Los cazadores de ranas están muy extendidos en la zona y han reducido ampliamente las poblaciones. Mientras que las ranas solían encontrarse fácilmente en los alrededores de las aldeas, ahora solo sobreviven en las zonas más recónditas y escondidas de los bosques. Además, cada vez es más difícil encontrar ejemplares grandes.

Por otro lado, las ranas están perdiendo sus hábitats a un ritmo acelerado como consecuencia de la destrucción de los bosques para usos agrícolas o madereros y para la construcción de asentamientos humanos. Estas actividades también acarrean la contaminación de los ríos, que afecta al desarrollo y la reproducción de los anfibios.

Estos anfibios son únicos e impresionantes, pues no existen otras ranas de tales dimensiones en este planeta. A pesar de ello, podrían desaparecer si no se toman medidas rigurosas e inmediatas. Un 70 % de su población podría haber desaparecido en los últimos 15 años, por lo que no hay tiempo que perder.


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