Rana de uñas africana: hábitat y características

Pocos anfibios se caracterizan por poseer uñas y por gatear en vez de saltar como lo hace la rana de uñas africana. ¿Quieres conocer a esta especie?
Rana de uñas africana: hábitat y características

Última actualización: 14 agosto, 2022

La rana de uñas africana (Xenopus laevis) pertenece al grupo de los anuros de la familia Pipidae, cuyos representantes son conocidos como ranas de uñas y se distribuyen por Sudamérica y África subsahariana. Sin embargo, la especie ha sido introducida en California, Chile, Inglaterra y España.

En algunos de estos países es considerada una especie invasora y una plaga que afecta a la fauna local. Curiosamente, esta rana también puede tenerse como mascota si se cumple con sus necesidades específicas (y si es legal en tu país). A continuación encontrarás la información más relevante sobre este anfibio.

Hábitat de la rana de uñas africana

Como su nombre lo indica, la rana de uñas africana tiene mayor presencia al sureste del continente de África. Este animal prefiere vivir en estanques de pastizales estancados y cálidos que carecen de vegetación superior, pero que a su vez están cubiertos de algas verdes. También es común apreciar su presencia en regiones áridas o semiáridas que tienen arroyos.

Esta especie es capaz de tolerar diferentes variaciones en el pH del agua, pero la presencia de iones metálicos es tóxica para ella. Las temperaturas de su hábitat natural suelen oscilar entre 15 y 26 grados centígrados. Es un animal completamente acuático, ya que solo abandona el agua cuando se ve obligado a migrar a otro hábitat lacustre con las condiciones ya mencionadas.

Esta es una de las pocas especies de ranas que jamás abandonan el agua.

Una rana del género Xenopus.

Características físicas

Una de las curiosidades físicas más importantes de este anfibio es que carece de lengua y orejas visibles. Su cuerpo es aplanado y su cabeza tiene forma triangular (y es más pequeña que el resto del plano corporal). Además, cuenta con dos ojos pequeños ubicados en la parte superior de la cabeza y no tiene párpados.

Sus extremidades delanteras son pequeñas y no están palmeadas, aunque cuentan con unos dedos alargados esenciales para su alimentación. Sus patas traseras son grandes, sí están palmeadas y presentan tres dedos internos en cada pie, de los que sobresalen sus garras o uñas. La piel de esta rana es suave y resbaladiza, presentando manchas de color gris oliva o marrón y gris en la zona dorsal.

La parte inferior de su cuerpo es de color blanco con un tinte amarillento. Además, a lo largo de su espalda cuenta con una línea lateral de naturaleza sensorial. Presenta un claro dimorfismo sexual: los machos son más pequeños que las hembras, pues estos miden entre 5 y 6 centímetros de largo y pesan al rededor de 60 gramos.

Los machos de la rana de uñas africana no tienen saco vocal, rasgo con el que sí cuentan la mayoría de los anfibios machos. Por su parte, las hembras pesan casi 200 gramos (son mucho más grandes), miden entre 10 y 12 centímetros de largo y tienen extensiones cloacales al final del abdomen.

Comportamiento de la rana de uñas africana

Este anfibio es bastante inactivo y puede vivir 15 años en estado salvaje y hasta 20 años en cautividad. Sus esfuerzos por sobrevivir a la estación seca quedan en evidencia cuando los estanques en los que habita se secan, pues se ve obligado a excavar en el barro para enterrarse en el ambiente húmedo y no morir por deshidratación.

En general, este anfibio puede permanecer hasta un año sin hacer una actividad diferente a su traslado de estanques. Sin embargo, cuando llegan las lluvias a su hábitat pone en práctica sus excelentes habilidades para nadar. En contraste con otras ranas, esta especie no puede saltar fácilmente, pero sí es capaz de gatear.

La rana de uñas africanas tiene pulmones bien desarrollados con los que realiza su respiración. Al pasar tanto tiempo bajo el agua podría suponerse que su intercambio gaseoso es mayormente cutáneo, pero lo cierto es que recurre a este tipo de respiración en una menor medida.

Para respirar, la rana de uñas africana boquea en la superficie del agua.

Alimentación de la rana de uñas africana

La rana de uñas africana se alimenta de artrópodos vivos, muertos o moribundos y también de carroña o desechos orgánicos. Se caracteriza por un gran apetito, por lo que ataca generalmente a todo insecto o vertebrado pequeño que se le atraviese. Gracias a su sentido del olfato, a sus dedos sensibles y a un sistema de líneas laterales puede localizar fácilmente su alimento.

En cautividad, este anfibio se alimenta de peces pequeños, insectos, gusanos y camarón de salmuera vivo o desecado.

Dichas líneas laterales detectan vibraciones en el agua y son análogas a un sistema con el que cuentan la gran mayoría de los peces. Asimismo, la rana se apoya de una bomba hiobranquial para succionar la comida hacia su boca. Las uñas de sus patas traseras le ayudan a desgarrar su alimento en trozos más pequeños y los dedos delanteros son de utilidad para empujar a las presas.

En contraste, los renacuajos suelen alimentarse de la materia orgánica que se presenta en los fondos acuáticos. Su dieta cambia a medida que realizan la metamorfosis, aunque no abandonan el agua en ningún momento del proceso.

Reproducción de la rana de uñas africana

La rana de uñas africana suele alcanzar su madurez sexual a los 10 o 12 meses de vida. El apareamiento puede presentarse en cualquier época del año, aunque es más común durante la primavera y puede tener lugar hasta 4 veces al año. Durante la noche los machos se disponen a croar para atraer a las hembras.

A pesar de que el macho carece de saco vocal, contrae rápidamente sus músculos laríngeos intrínsecos para producir una llamada de apareamiento con trinos largos y cortos. Cuando la hembra escucha el sonido, ejecuta un llamado de aceptación similar al sonido de un golpe o hace una llamada de rechazo con un tono parecido a un tic-tac lento.

La reproducción de esta especie es de las más raras del mundo, ya que una hembra rara vez responde a la llamada de los machos. De igual forma, su abrazo de apareamiento o amplexus es pélvico, mientras que el de la mayoría de las ranas es axilar.

La rana de uñas africana libera cientos de huevos pegajosos durante el apareamiento, el cual dura de 3 a 4 horas. Dichos huevos se suelen adherir a las plantas o a cualquier superficie hasta que los renacuajos emergen a las 7 semanas. Estos metamorfosean tras un tiempo variable en pequeñas ranas que absorben su cola para mantener sus necesidades nutricionales durante 4 o 5 días.

Estado de conservación

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por su sigla en inglés), el estado de conservación de la rana de uñas africana es de “Preocupación menor (LC)”. Además, es considerada una especie invasora en muchos países, ya que se usó en investigaciones de segmentación embrionaria en todo el mundo (especialmente en pruebas de embarazo en humanos) y algunos ejemplares terminaron escapando.

Curiosamente, la especie Xenopus laevis fue el primer vertebrado clonado en un laboratorio. Por desgracia, en los años cuarenta este anfibio fue liberado en varios países por malas prácticas, causando el desplazamiento de especies nativas. Por este motivo, en regiones como España está prohibida su introducción, tráfico o comercio. 

Otra de las curiosidades de las ranas es que muchas son acuáticas.

Tal como pudiste apreciar, la rana de uñas africana es un animal único, pero que atenta contra la supervivencia de otras especies animales si se introduce en ecosistemas foráneos. Es por esto que debes informar a las autoridades ambientales de tu país si quieres tenerla como mascota o si te encuentras a un ejemplar soltado en libertad.


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