¿Qué hacer para que mi perro se lleve bien con mi bebé?

Con el fin de que tu perro se lleve bien con el bebé recién llegado, debes prepararlo para los cambios de rutina que va a vivir. Aquí te contamos cómo hacerlo.
¿Qué hacer para que mi perro se lleve bien con mi bebé?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 14 noviembre, 2021

La llegada al hogar de un hijo requiere multitud de preparativos. Uno de los más importantes es asegurarse de que tu perro se lleve bien con el bebé, pues los accidentes que podrían ocurrir son muy desagradables en caso de que la convivencia no sea la adecuada.

Por lo general, los canes suelen comprender que ese nuevo humano es parte de la familia y son amables y respetuosos con él. De todas formas, cada animal tiene su propia personalidad y si el tuyo es temeroso, posesivo o territorial conviene hacer un aprendizaje previo. Aquí tienes las claves para que todo vaya bien.

Preparación del perro antes de la llegada del bebé

A medida que se acerca la fecha del parto, la rutina del can comienza a verse modificada: se va preparando la habitación del bebé, se compran nuevos objetos para la casa y muchas cosas más. En consecuencia, el perro sentirá curiosidad por los juguetes, la cuna y la habitación (y esto es algo normal).

Este es un buen momento para educar al canino en nuevas órdenes y rutinas que vayas a usar cuando el bebé llegue a casa. Por ejemplo, enseñarle a que suelte un objeto que lleva en la boca será muy bueno para que no haga suyos los juguetes del bebé, mientras que “quieto” es un comando ideal para que no se acerque con brusquedad al pequeño.

Una grabación del llanto de un bebé puede ayudar a tu perro a ir habituándose a este fuerte sonido.

Es importante que hagas una previsión de los cambios de rutina que va a vivir el can y los introduzcas de forma progresiva. Acostúmbralo a estar solo en casa, a entretenerse por sí mismo y a que se instauren nuevas reglas, como que no entre en alguna habitación o que salude sin saltar. De esta manera, evitarás estrés en el futuro para todos.

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¿Cómo presentarle un bebé a mi perro?

Los primeros días es conveniente que perro y bebé no tengan contacto entre sí. Permite al can que olfatee la habitación y los objetos para que se vaya familiarizando con el olor del pequeño, pero limita el contacto en todos los demás sentidos.

Al cabo de este periodo, realiza una presentación oficial en un entorno seguro, tranquilo y libre de estímulos distractores para el can. En ese momento puedes dejar que el perro olfatee al bebé, pero sin que sea demasiado directo. Es importante que estéis todos los miembros humanos de la familia presentes para que el cánido lo asocie con un momento “en manada”.

El consejo fundamental es que no haya hostilidad por vuestra parte en ningún momento.

Si el perro mostrase algún signo de agresividad, suspende el proceso y acude a un educador canino. Esto es válido también para momentos posteriores, pues podrían aparecer conductas posesivas o de celos que también desembocan en gestos peligrosos para el pequeño.

Asegúrate de transmitir seguridad y calma a tu can. Si el animal percibe tensión, hostilidad o miedo, acabará por contagiarse del sentimiento y no será capaz de procesar adecuadamente la presencia del bebé en la casa. Ten en cuenta que los perros son mucho más sensibles al lenguaje no verbal que los humanos.

Qué hacer después para que el perro se lleve bien con el bebé

Aunque las presentaciones hayan sido exitosas, el proceso no termina aquí. El perro deberá adaptarse al cambio definitivo en su rutina, en la que sus horarios se trastocan, se le presta mucha atención al bebé y tiene nuevas normas que acatar.

Es crucial que positivices todos los aspectos que puedas en la convivencia entre el bebé y el perro. Premia todas y cada una de las interacciones calmadas y cariñosas de tu can, así como siempre que acate una norma. Otros consejos que puedes seguir son los siguientes:

  • Haz partícipe al perro de las actividades con el bebé: si le pides que te acompañe en situaciones positivas, como descansar en el sofá o bañar al pequeño, el can podrá asociar al bebé con momentos agradables.
  • Antes de lavar la ropa usada del bebé, deja que tu perro la olfatee.
  • No descuides tu atención dirigida al can: asegúrate de seguir pasando momentos de calidad con tu perro, pues si descuidas sus emociones puedes dar paso a conductas problemáticas.
  • Educa a tu hijo cuando crezca: a medida que el pequeño de la casa se vaya haciendo mayor será necesario enseñarle a convivir con el can, respetar sus límites y participar en sus cuidados.

Qué hacer si aparecen problemas de agresividad

Como se decía más arriba, si observas cualquier conducta por parte del can que pueda poner en peligro la integridad del bebé, corta cualquier contacto entre ellos. No obstante, no es una situación que pueda mantenerse de forma indefinida, por lo que es necesario insistir en la utilidad de acudir a un educador canino.

Muchos casos de abandono se deben a que no se realiza una buena intervención en la relación del perro con el bebé.

Un perro con un bebé sobre un fondo blanco.

Desde aquí insistimos en la responsabilidad a la hora de tomar la decisión de acoger un can en el hogar. Los perros, por muy asustadizos, posesivos o inseguros que sean, son tan dependientes de tu cuidado como el bebé que has decidido traer a la familia: está en tus manos conseguir la armonía en la convivencia.


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