¿Qué causa el enanismo en la naturaleza?
Conocemos qué causa el enanismo o acondroplasia en los seres humanos. En la naturaleza, puede presentarse de distintas maneras y estar provocado por diversos factores.
El enanismo y la supervivencia de las especies
Las condiciones climáticas, la cantidad de recursos disponibles y la presencia de especies rivales son factores determinantes en el tamaño y las características de los animales.
Un claro ejemplo de este fenómeno es la denominada regla de Bergmann, una conocida regla ecológica según la cual las especies más grandes se encuentran en regiones más frías y las pequeñas en regiones más cálidas. Esto se debe a que la morfología de las especies está ligada a la cantidad de calor que pierden.
Esta regla puede observarse especialmente en los cambios anatómicos que tuvieron lugar en la era Cenozoica, en la que, tras un aumento extremo de las temperaturas, las especies disminuyeron su tamaño. Algunas de ellas perdieron hasta un 20 % de altura.
Qué es y qué causa el enanismo en la naturaleza
El enanismo puede deberse a una serie de factores hormonales y genéticos. La acondroplasia se debe a un trastorno genético autosómico dominante, por lo que cualquier género puede transmitirla a la descendencia.
El denominado ‘enanismo insular’ relaciona la disminución del tamaño de una especie con la pérdida de recursos en su ecosistema. Esto suele darse en islas o hábitats aislados, como desiertos, donde los recursos escasean, y ser pequeño puede convertirse en una ventaja.
En el caso de los herbívoros, esta herramienta evolutiva les permite tener menos competidores y consumir menos alimentos. Los depredadores, por otra parte, también reducen su tamaño para poder atrapar más fácilmente a sus presas.
El enanismo y las mascotas
Hoy en día las mascotas enanas han dejado de ser un lastre para convertirse en tendencia. En perros, la existencia de carlinos, chihuahuas y yorkshires, entre otros, prueba que a los humanos nos ha ido interesando producir animales cada vez más pequeños que puedan adaptarse a las condiciones de vida urbanas de sus dueños.
Las cabras y los cerdos no han escapado a esta tendencia. Sus variedades enanas inundan internet y tienen un sinfín de admiradores que ven en ellas la posibilidad de tener un animal de granja en la ciudad.
No obstante, este enanismo suele ser resultado de prácticas de reproducción poco éticas que pueden llegar a incluir la malnutrición de la madre gestante, la endogamia y la manipulación genética.
Te podría interesar...