¿Puedo tener un búho como mascota?

Si la legislación del país de residencia lo permite, sí es posible adoptar a una de estas rapaces; ahora bien, hay que estar dispuesto a satisfacer las necesidades específicas propias de un animal salvaje
¿Puedo tener un búho como mascota?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 agosto, 2022

Las mascotas ‘inusuales’ están de moda, y cada vez son más personas las que se aventuran a adoptar un animal poco común. Pues bien, el búho como mascota está en auge en los últimos años; incluso hay vídeos muy tiernos sobre algunos de ellos cuando eran bebés que demuestran su inocencia y belleza, pero… ¿Se puede tener uno de estos animales como mascota?

Aunque parezca una idea excelente tener una ave de este tipo como animal de compañía, en casi todos los casos es algo completamente desaconsejado. En las siguientes líneas te contamos por qué.

Características generales de los búhos

Los búhos son aves pertenecientes al orden de los Strigiformes, taxón que incluye unas 200 especies diferentes. Todas ellas se caracterizan por su conducta solitaria, sus hábitos nocturnos, su cabeza grande en forma semicircular, sus ojos enormes y su audición binaural. Esta última característica es de lo más fascinante: como la localización de los oídos de los búhos es asimétrica en su cráneo, desarrollan un sentido auditivo inaudito.

La variedad morfológica en este grupo es muy extensa, sin embargo, casi todos los búhos se caracterizan por poseer una coloración críptica (marronácea o negruzca) y unos ojos muy grandes. La especie más pequeña (Micrathene whitneyi) apenas alcanza los 15 centímetros de altura, mientras que el búho pescador de Blakiston (Bubo blakistoni) llega a los 72 centímetros.

Además de sus agudos sentidos de la vista y la audición, los búhos destacan por poder mover su cabeza en un plano de hasta 270° (en comparación con los 80° humanos a cada lado). Esto se debe, en parte, a que poseen 14 vértebras en el cuello, mientras que nosotros portamos 7. Sus sentidos y su capacidad de movimiento están dirigidos a maximizar la captura de presas con el menor margen de error posible.

Un búho de tamaño medio en estado salvaje puede ingerir de 2 a 3 presas al día, o lo que es lo mismo, del 5 al 10 % de su peso total (o mucho más si puede). Estas aves son depredadores excelentes y silenciosos.

Un búho mira a cámara.

¿Es posible tener un búho como mascota?

En algunas regiones del mundo sí se puede tener un búho como mascota, si bien es cierto que hay que tener en cuenta que es un ave rapaz y, por tanto, un animal salvaje. Esto significa que su comportamiento no será el de una mascota y requerirá una serie de cuidados que debes estar dispuesto a darle.

Si aun así te decides a tener un búho, lo primero que debes saber es que muchos países requieren que registres al ave y saques un permiso de tenencia. Para esto, los tutores deberán acreditar que tienen un entorno adecuado para el ave. Por ello, deberás asegurarte de que en tu casa hay suficiente espacio o un jardín en el que el búho pueda volar, pues recuerda que deberás emular al máximo posible su hábitat.

¿Dónde puedo conseguir un búho?

El único medio por el que se puede adquirir un búho es a través de criaderos certificados. En la mayoría de los países es ilegal extraerlos de la naturaleza o capturarlos en su hábitat natural. Esto incluye aquellos casos en que se encuentren ejemplares lesionados o bebés abandonados.

Recuerda que si adquieres un búho que no provenga de un criadero con permisos, solo estarás fomentando la explotación animal y el tráfico de especies. Por si fuera poco, es posible que esto también te ocasione problemas legales, pues podrías hacerte acreedor a multas económicas o hasta cárcel por no contar con los permisos necesarios.

Antes de pensar en mantener a estas aves como mascotas, debes asegurarte que la legislación de tu país te permita tener un búho. Si bien es cierto que en países como España se pueden obtener permisos especiales, esto solo es posible después de un largo proceso administrativo que supone una gran inversión de tiempo y dinero.

Además, los criadores de búhos tienen la obligación de dar un certificado de origen, el cual asegura que los ejemplares no provienen de la extracción ilegal. Debido a ello, el costo de estas aves es mucho más elevado que el de otras más comunes. Aunado a esto, la manutención también suelen ser demasiado cara, lo que en conjunto se vuelve un peso económico que no todas las familias se pueden permitir.

Por otro lado, existen ciertas especies que están prohibidas como mascotas debido a que se encuentran en alguna categoría de riesgo:

  • Mochuelo de Blewitt (Heteroglaux blewitti).
  • Búho de Mindanao (Mimizuku gurneyi).
  • Nínox de Isla de Navidad (Ninox natalis).

Lo que tienes que saber si quieres un búho como mascota

La tenencia de una de estas aves nunca es equiparable a poseer un periquito o un canario. Los búhos son animales que no están domesticados y hay que tratarlos como tal. Ten en cuenta los siguientes puntos si algún día quieres hacerte con uno de ellos.

Infórmate

Antes de adoptar un búho como mascota debes leer todo lo que puedas sobre él y sus cuidados. Habla con un veterinario de confianza también e incluso pregunta en algún zoo que conozcas, pues cualquier información que puedas recopilar te podría servir en cualquier momento.

Una de las claves principales antes de adquirir un ejemplar es tener en cuenta la especie a la que pertenece. Como podrás imaginar, los requerimientos de un búho real (Bubo bubo, nativo del territorio euroasiático) serán muy diferentes a los del búho americano (Bubo virginianus, endémico de las Américas). La distribución original de la especie determinará sus necesidades en cuanto a humedad y temperatura.

Antes de adquirir cualquier especie animal, es necesario investigar su lugar de procedencia. Así se podrán imitar mejor sus condiciones en cautiverio. 

Busca el sitio idóneo

No nos vamos a andar por las ramas: si vives en un piso no puedes tener un búho como mascota. Esta ave necesitará un lugar en el que volar –tomando las medidas para que no se escape, obviamente– y poder dar rienda suelta a sus instintos.

Según fuentes profesionales, el tamaño mínimo de la instalación para un búho debe ser 7 veces la longitud del animal con las alas abiertas y 2 veces el mismo parámetro de anchura. Con esta regla en mente, para un ejemplar de tamaño pequeño-medio se requerirá un aviario de 6 metros de longitud por 3 de anchura. De todas formas, se recomiendan 15 metros de largo y 10 de ancho en casi todos los casos.

Además de todo lo citado, debes tener en cuenta que la instalación tendrá que contar con los siguientes materiales:

  • Marco y pilares: el aviario requiere unos pilares de madera que puedan mantenerse fuertes e intactos durante más de 20 años.
  • Malla: la instalación deberá estar al aire libre y contar con una malla soportada sobre los pilares de madera. Esto permitirá que el búho no escape, pero que esté en contacto con la naturaleza todo el tiempo. Se recomiendan las mallas metálicas galvanizadas (para que al animal no las rompa con el pico). El tamaño de cada cuadrado no debe superar los 5 x 5 centímetros.
  • Techo: la instalación debe contar con un techo que cubra toda la superficie superior para resguardar al búho de la lluvia. El plástico recubierto de materiales protectores suele ser una buena (y barata) elección.
  • Valla en el suelo: algunos mamíferos terrestres se verán atraídos por la presencia del búho y tratarán de romper la malla del aviario. Por ello, se requieren barreras de plástico galvanizado que se encuentren fuera de la instalación y que tengan una altura de 30-40 centímetros.
  • Complementos internos: plásticos antiviento, perchas para que el búho descanse, una caja en la que pueda introducirse si lo desea, sustrato de grava y muchas cosas más.

Una inversión monetaria más que notable

Solo montar el aviario te supondrá un presupuesto de mínimo cientos de dólares o euros (si lo construyes tú) y hasta más de 1000 dólares si un profesional lo monta. Además, deberás tener en cuenta el precio de los permisos adecuados para mantener al animal y el coste del propio búho. El precio de un ejemplar criado en cautiverio puede superar los 3000 dólares con facilidad. 

Comprar búhos sustraídos de su hábitat natural nunca es una opción. Además de ser poco ético, asegura que el animal llegue enfermo y deprimido y sobreviva poco tiempo. Acude siempre a criadores que te certifiquen la procedencia cautiva de tu animal.

Necesitarás tiempo

Aunque los búhos son muy independientes en su hábitat natural, no lo son cuando no están solos. En cuanto tienen a alguien cerca reclaman su atención y eso mismo harán contigo. Aun si lo sueltas en el jardín, el animal empezará a revolotear y a chilar para atraer tu atención.

Esto podría suponer un problema con los vecinos también, así que asegúrate de que cuando lo sueltes, tendrás tiempo para estar con él. Además, los búhos requieren que su instalación sea limpiada cada 24 horas, que se cambie el agua todos los días y que se les alimente cada pocas horas. Esto significa que nunca podrás irte de vacaciones si no tienes a alguien que se pueda ocupar de él.

Recuerda también que el incumplimiento de cualquiera de las necesidades del ave podría ser motivo de una sanción legal o económica. Al sacar los permisos para mantener a un búho como mascota, los tutores se comprometen a ofrecerles la mejor calidad de vida posible. Así que considera esto antes de adquirir a un ejemplar.

El mantenimiento del aviario debe ser constante y te ocupará una hora (o más) al día.

Su alimentación

Los búhos, como dijimos anteriormente, no son mascotas, así que no se pueden alimentar con pienso, sino con su alimentación original. ¿Ya sabes que comen los búhos? Sí, ratones y pequeños mamíferos. Esto significa que tendrás que conseguir estos alimentos para tu búho, lo cual no es sencillo y, en ocasiones, un poco asqueroso.

Un búho cautivo de porte mediano requerirá mínimo 60 gramos de ratones y conejos ya muertos al día. Dependiendo de la época del año y de sus necesidades energéticas, el ejemplar comerá del 10 al 20 % de su masa corporal en carne cada día. Esto suele traducirse en 2 pollos o 4 ratones cada 24 horas en las especies más comunes criadas en cautiverio.

De más está decir que no podrás tener un búho como mascota si tienes hámsteres, pájaros, gatos o perros, ya que podrías dejar de verlos sin darte siquiera cuenta.

Presta atención

El búho no es un animal previsible, pues a pesar de los estudios en torno a él nunca se ha visto marcado un patrón de comportamiento. Lo que te queremos decir con esto es que siempre deberás estar alerta, pues con un búho como mascota nunca sabes lo que puedes pasar.

Para evitar problemas de conducta, lo mejor es que al adoptar un búho bebé, lo lleves a aun adiestrador profesional que le marcará ciertas pautas y comportamientos a seguir que tú luego podrás mantener.

(Ave) Búho real: comportamiento

Necesitas experiencia

Debido a que el búho no se encuentra domesticado y sus necesidades deben satisfacerse como si estuviera en la naturaleza, para tenerlo como mascota necesitas experiencia con la especie. El manejo de estas aves no es algo que cualquier persona pueda hacer, pues es posible que tanto el ejemplar como el tutor se hagan daño.

De preferencia, se debe tener alguna especialidad en aves y conocimiento de cetrería para mantener en óptimas condiciones a los búhos. Además, conocer de antemano a estos animales permite detectar con antelación los problemas de salud que se llegaran a presentar.

Los búhos no son buenas mascotas

Mantener a un búho como mascota es complicado, costoso, demandante y exige mucho compromiso. Además, no son aves domesticadas, por lo que su manipulación es más compleja e incluso puede poner en riesgo al tutor o al animal si se hace mal. Por estas razones, es mucho mejor optar por otro tipo de mascotas con cuidado más sencillos.

En algunos casos, es posible que estas aves lleguen al hogar después de ser “rescatadas”. Sin embargo, es muy difícil que una persona inexperta logre ofrecerle los cuidados adecuados. En dichas situaciones siempre se recomienda acudir a los centros de recuperación de animales silvestres, puesto que solo ellos están capacitados para salvaguardar su salud y su bienestar.

Como ves, tener un búho como mascota casi nunca es la opción acertada. Su adquisición requiere una inversión monetaria astronómica a corto y largo plazo y, además, en muchos casos es directamente ilegal comprarlo. A menos que ya seas experto en el mundo de la cetrería, lo mejor es que te abstengas y optes por una ave más domesticada (como un canario o un agapornis).


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