¿Puede mi perro quemarse por el sol?
Llegan los calurosos meses de verano y es inevitable querer dar un paseo al parque o a la playa acompañados por nuestras mascotas. Si bien las actividades en el exterior son beneficiosas para ambos, el aumento en la intensidad de los rayos del sol en los últimos años hace que debamos tomar precauciones especiales.
Aunque tomar el sol trae ciertos beneficios a nuestros animales de compañía como aumentar los niveles de serotonina, mejorar el sistema inmune y aportarle vitamina D, una exposición prolongada puede resultar en quemaduras e incluso cáncer o necrosis de la piel. Continúa leyendo estas líneas y descubre las mejores estrategias para disfrutar tranquilamente de esta acalorada época del año.
Unos más sensibles que otros al sol
Igual que ocurre con los seres humanos, ciertos fenotipos de canes están más predispuestos a sufrir los rayos del sol. Por ejemplo, las razas de tonos claros, como el bulldog blanco o el dálmata, resisten un poco menos la intensidad de los rayos UV.
De igual manera, los perros de pelo corto al contar con poca protección sobre la piel, tienden a sufrir más la exposición al sol. Por otra parte, existen ciertos canes que carecen de pigmentación en las mucosas del ojo, boca y nariz. Por tal motivo, las quemaduras de estas zonas son más frecuentes que en la mayoría de los perros.
No obstante, a pesar de que hay razas más sensibles al sol que otras, es importante recordar que todas están expuestas a sufrir daños en su dermis si la exposición al sol es prolongada. Dicho esto, vale la pena exponer las principales estrategias para prevenir este tipo de lesiones en nuestro animal de compañía durante el verano.
¿Cómo prevengo las quemaduras de sol en mi perro?
A continuación te detallamos ciertas recomendaciones útiles para proteger a tu perro de las quemaduras:
- Evita las horas más cálidas: en primer lugar, algo tan sencillo como identificar las horas más calurosas de tu región puede hacer la diferencia. Por lo general, se recomienda evitar exponerse al sol en las horas previas y posteriores al mediodía. Es decir, que entre las 10 y las 16 horas, donde los rayos UV son más intensos, es preferible limitar los paseos.
- Vístelo o aplícale protector solar: una estrategia que puede funcionar es cubrirlo con algún tipo de prenda que le proteja su dorso de los rayos del sol. No obstante, se debe considerar el tipo de pelaje con el que cuenta tu mascota. Ya que, si es un pelo muy largo, corre riesgo de sufrir un golpe de calor. Por otra parte, muchos veterinarios recomiendan el uso de protectores solares, especialmente para las mucosas del ojo y nariz. En este caso, se deben evitar productos que contengan zinc y ácido paraaminobenzoico, porque pueden ser tóxicos para los perros.
- Cuenta con una fuente de agua: ya sea de manera personal o el haber identificado una zona de hidratación al lugar a donde vayas es crucial. No solo porque el can necesitara beber durante los paseos para no deshidratarse, sino que también podremos humectar su piel y su pelaje si está calentando mucho en el ambiente.
Principales signos de quemaduras
Los síntomas de las quemaduras dependerán del alcance o gravedad del daño sobre las mucosas o la dermis de nuestra mascota. Por un lado, las lesiones superficiales pueden venir acompañadas de una sensación de escozor o dolor constante. Esto indica que el daño probablemente sea de la epidermis. Además, es posible que en los días posteriores, se formen costras sobre la zona afectada.
Por otra parte, en lesiones más profundas se pueden presentar síntomas como eritema, úlceras, ampollas, alopecia y en casos graves la necrosis o muerte del tejido epitelial. De igual manera, de acuerdo con varios estudios, estos daños aumentan la probabilidad de desarrollar un tipo de cáncer conocido como carcinoma de células escamosas.
¿Qué hacer ante una quemadura por rayos de sol?
Para iniciar con este tema, es importante recordar que ante cualquier enfermedad que esté sufriendo nuestra mascota, la primera opción siempre debe ser el médico veterinario. Aclarado este punto, existen varias medidas que podemos tomar de manera inmediata hasta consultar con un profesional.
En primer lugar, si llegásemos a ver que nuestro perro sufrió una quemadura por el sol, debemos hidratar la zona de manera abundante con agua fría, preferiblemente. Además, podemos aplicar una crema como las que se usan en las quemaduras de los bebés sobre la piel herida. Incluso, una planta que funciona muy bien para este tipo de lesiones es el aloe vera.
Posteriormente, dependiendo del grado de afectación de la piel o las mucosas, el médico veterinario nos podrá recomendar algún tipo de producto tópico que contenga antibióticos y antiinflamatorios.
Finalmente, como tutores o propietarios debemos asumir la responsabilidad del cuidado de nuestros perros en estos casos. Ya que, aunque existe un tratamiento para las quemaduras, es mejor prevenirlas. De esta manera, evitaremos el desarrollo de patologías más graves como el cáncer o la necrosis de la piel.
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