Problemas de malcriar al perro

Problemas de malcriar al perro

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 13 diciembre, 2017

Un perro malcriado es aquel que te daña o daña a otra mascota, carece de lealtad y suele ser muy rebelde y desobediente. En todo momento tratará de llamar tu atención para que le des golosinas, le hagas caricias o lo dejes salir a jugar.

No obstante, este problema no es el del animal, sino de sus propietarios que lo consienten más de lo adecuado.

Malcriar a un perro es una situación que puede tornarse muy complicada, no solo en el espacio privado sino también en el público.

A continuación te mostramos algunas señales para que sepas cuáles son los problemas de malcriar al perro, puedas modificar ese comportamiento y la convivencia sea de la más adecuada.

¿Cuáles son las señales de que un perro está siendo malcriado?

galletas perro

Un perro malcriado suele ser propiedad de una mamá o papá. Estas son las personas que tratan a su pequeño amigo como un bebé humano peludo. Se niegan a tratar a un perro como un perro.

Los problemas pueden ir desde molestar e irritar a las personas u a otros de su especie a atacarlas de forma agresiva.  Si no se atiende a tiempo puede ser incluso hasta mortal.

Por lo general, los propietarios de perros mal criados suelen ser débiles emocionalmente y no tienen idea de cómo deben establecer los límites y cumplir las reglas.

Al no tener inclinación por tratar de lograr tener una rutina ordenada para sus perros, por parte de los canes no existe ninguna disposición para garantizar que la obediencia sea un estilo de vida.

Otra de las causas es que el propietario trata de razonar con el perro. Los perros no razonan igual que las personas, no se siente culpable como ellas, ni conocen el lenguaje como ellas.

Sin embargo, este tipo de mascotas se pueden llegar a corregir de la misma manera que sucede con los seres humanos.

Cientos de veces se ha visto a los propietarios de mascotas tratar de enseñar a su  perro un mejor comportamiento a través de todo tipo de tácticas como pueden ser los largos discursos, la retención de la cena y otras situaciones.

Sin embargo, este tipo de lecciones ayudan poco a que el pequeño deje de ser malcriado. En ese sentido, lo importante es que el perro aprenda, identifique y obedezca distintas reglas.

Qué más debes saber…

Todo se resume a las necesidades del perro

abrazo persona perro

Gran error. Este tipo de pensamiento agrava al 100% el comportamiento no solo del animal sino del resto de los integrantes de la familia.

Evita caer en este tipo de situación y recuerda: tu perro no deja de ser un animal.

¿Y los sentimientos del perro?

Educar a un can no significa un atropello a su vida. Es decir, un poco de disciplina no es sinónimo de tortura, ni mucho menos. Todo depende de cómo empleemos las reglas.

Primero nada de crueldad, ni gritos. No ayudan en nada. La mejor forma es entrenarlos desde cachorros, de forma que puedan identificar cuáles son las reglas.

Los propietarios se sienten culpables

Sí, por lo general, los dueños de mascotas cuando deben mostrarse firmes con sus pequeños amigos se le viene un sentimiento de culpabilidad que les desgarra el corazón.

Este tipo de personas, cuando sus perros no obedecen, toman la ruta más fácil y justifican por qué sus perros no tienen que hacer estas cosas o por qué el entrenamiento y la disciplina son crueles.

Nuevamente, gran error. Creer que los perros son como los humanos es uno de los motivos por los que muchas veces los caninos caen en un comportamiento agresivo o demandante.

El can suele tener demasiada atención

Los propietarios sí deben preocuparse por su mascota y estar atentos a sus necesidades, pero todo con límites. Nada en exceso es bueno.

Los perros que suelen ser elogiados, mimados y protegidos demasiado suelen convertirse en malcriados y caprichosos. Esto fomenta la agresión en algunos ejemplares y la competencia entre sus pares.

Pero todo es previsible. Si quieres ser un buen dueño, el liderazgo no implica métodos agresivos y autoritarios. Todo se basa en la paciencia y en establecer límites.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.