¿Por qué tener una tortuga de agua como mascota es complicado?

Porque requieren de cuidados veterinarios especializados, así como una particular alimentación, además de un mayor espacio del que cabría imaginar
¿Por qué tener una tortuga de agua como mascota es complicado?
Eugenio Fernández Suárez

Escrito y verificado por el veterinario Eugenio Fernández Suárez.

Última actualización: 19 junio, 2018

Tener una tortuga de agua como mascota es complicado, no solo por sus cuidados, sino también porque la mayoría de especies son animales invasores que son abandonados.

Especies invasoras

Las especies exóticas invasoras son animales alóctonos que causan perjuicios en los nuevos ecosistemas a los que llegan, y es un fenómeno que comenzó a extenderse tras la apertura de las diversas vías marítimas de comercio por el planeta.

En el siglo XX, este fenómeno se extendió debido al mascotismo de especies exóticas, y en España tenemos algunos ejemplos, como la cotorra de Kramer, el mapache o diversas especies de galápagos americanos.

La tortuga de agua como mascota

Las tortugas de agua como mascotas gozan de enorme popularidad, dado su pequeño tamaño a edades tempranas, su escaso precio y el bajo grado de responsabilidades que algunos piensan que tienen estos animales.

Animales como la tortuga de orejas rojas son extremadamente longevos, y es que pueden llegar a los 30 años de edad. Además, su tamaño puede llegar a los 40 centímetros, cuando difícilmente se pueden mantener en los pequeños terrarios que se compran junto a estos animales.

A mayores, podríamos añadir que la salmonelosis en los reptiles es un riesgo, por lo que el manejo de tortugas de agua como mascotas por menores entraña peligros de salud pública; se han registrado brotes de salmonelosis en países como Estados Unidos.

Esto, unido al difícil manejo tanto a nivel nutricional como de condiciones ambientales que tiene la tortuga de orejas rojas, hace que estos animales estén predispuestos a visitar al veterinario cuando son criados por inexpertos, por lo que en muchas ocasiones sus dueños optan por el abandono.

Tortuga de orejas rojas

Las consecuencias de tener una tortuga de agua como mascota

El abandono de mascotas no es algo exclusivo de estos quelonios, si bien la mayoría de animales nacidos en cautividad no suelen sobrevivir al abandono. En el caso de estos galápagos americanos, no solo sobreviven, sino que lo hacen con tanto éxito que están poniendo en peligro nuestros ecosistemas.

Los galápagos americanos son, debido a su comportamiento, bastante más agresivos que sus congéneres europeos. Es por ello que la liberación de especies como la tortuga de orejas rojas está arrinconando al galápago europeo, por lo que se considera a estas tortugas especialmente dañinas por estos ecosistemas.

Por esta razón, la captura de especies invasoras se realiza con el objetivo de reducir y controlar sus poblaciones en estado silvestre. Estos animales se pueden mantener en cautividad siempre que sean animales criados previamente a la entrada en vigor de la legislación actual, por lo que actualmente su captura deriva en su acogida en centros especializados o, por desgracia, en su sacrificio.

Tortuga de orejas rojas

Por ello, es de vital importancia recordar la enorme responsabilidad que es tener una tortuga de agua como mascota o cualquier otro animal, sea exótico o doméstico. En el caso de estas especies, su abandono es un problema tanto para la naturaleza como para los colectivos animalistas.

¿Puedo tener una tortuga de agua como mascota?

A pesar de todo esto, una tortuga de agua como mascota puede cumplir nuestras expectativas y hay muchas especies legales. Simplemente tenemos que tener en cuenta todo lo que ya hemos mencionado.

Son animales para muchos años de vida, que debe tenerse precaución cuando los manejen niños y que necesitan un espacio mucho mayor del que se piensa.

Además, tendremos que tener en cuenta los costes del veterinario y de una alimentación especializada. Por lo demás, si eres responsable, tener una tortuga de agua como mascota puede no ser una mala idea.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.