¿Por qué mi perro tiene náuseas?

Si tu perro tiene náuseas, las causas pueden ir desde la torsión gástrica a un ataque de tos. Aprende aquí a identificar estas señales con precisión.
¿Por qué mi perro tiene náuseas?
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 04 enero, 2022

Si tu perro tiene náuseas, es muy posible que también muestre arcadas. Sin embargo, para saberlo necesitas diferenciarlas correctamente de la tos, pues en canes ambos eventos fisiológicos se parecen mucho. Incluso, hay veces en las que la tos causa náuseas y, por tanto, arcadas.

Por otro lado, en este espacio también podrás conocer las dolencias más comunes que provocan las náuseas en perros. No te pierdas nada, pues estos conocimientos te serán de mucha utilidad para darle una información fiable y precisa al veterinario.

Diferencias entre arcadas y tos

Cuando un perro tiene náuseas, es muy probable que acabe por presentar también arcadas, pues este reflejo cumple la función de tratar de expulsar el contenido del estómago en caso de que el cuerpo lo señale como dañino. Es deducible, en este caso, que el can esté sufriendo un trastorno digestivo.

La tos de los perros es repentina, se manifiesta con un tono seco y no tiene producción. Es decir, con una tos tan solo se expulsan microgotas o gotículas de saliva y quizá alguna flema o moco que puede que no llegues a ver, pues a veces se lo tragan.

Las náuseas, por el contrario, estimulan las arcadas en el can. Durante este proceso, el animal abrirá la boca y sufrirá una contracción en el abdomen, pues el estómago está tratando de vaciarse. En ocasiones estas contracciones no son productivas y el can solo expulsa algo de moco o nada en absoluto.

La tos puede provocar arcadas, pero cuando las arcadas producen tos se empieza sospechar de problemas en la laringe.

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¿La tos y las arcadas son motivo de ir al veterinario?

Los perros, al igual que los humanos, se atragantan de vez en cuando. En esos momentos verás toser a tu can y puede que tenga alguna arcada, pero no es probable que sienta náuseas. Sin embargo, en otros casos sí hay motivo de preocupación. Te mostramos algunos escenarios en los que hay que hacer sonar las alarmas:

  1. El perro no quiere comer ni beber.
  2. Las arcadas no se interrumpen por sí mismas, pero el can no vomita.
  3. Tiene problemas para respirar.
  4. El can se muestra letárgico.
  5. Apoya el abdomen en el suelo o se estira con frecuencia.

Todos estos signos accesorios indican que el perro podría estar sufriendo algún trastorno digestivo o respiratorio. Por tanto, lo mejor es que acudas al veterinario, pues allí los profesionales tienen los medios para asistir a tu can en caso de que sea algo grave y para hacer un diagnóstico acertado.

Si grabas en vídeo a tu can tosiendo o teniendo arcadas, le será muy útil a tu veterinario.

Mi perro tiene náuseas, ¿a qué se debe?

Lo primero en lo que se piensa cuando un perro tiene náuseas y arcadas es en un trastorno digestivo, como la gastroenteritis. Sin embargo, existen otras causas que producen este mismo reflejo y que se deben tener en cuenta. Si quieres conocerlas, sigue leyendo.

Presencia de cuerpos extraños

Si el perro se traga algún objeto afilado o que se quede atascado en el tracto digestivo (astillas, anzuelos, espigas, etcétera), es muy posible que tenga arcadas para tratar de expulsarlo, aunque no haya llegado al estómago. Esta situación supone una urgencia veterinaria, pues las complicaciones que puede tener van más allá de las náuseas (como las perforaciones).

Nunca debes tratar de extraer el cuerpo extraño sin ayuda: es posible que se necesite una sedación del animal y material especializado para ello.

Faringitis y bronquitis

Ambas inflamaciones (de la faringe y los bronquios, respectivamente) explican las náuseas y las arcadas de un perro. La faringitis produce arcadas por la propia inflamación, pero la bronquitis cursa con náuseas debido a la tos incesante que aqueja al animal.

Aunque el animal expulse algo con las arcadas, no se trata de vómito, sino de expectoración. Es decir, que solo observarás espuma blanca o moco, nunca contenido del estómago.

Traqueobronquitis o tos de las perreras

Esta enfermedad recibe ese nombre por su facilidad para el contagio, pues antiguamente era típica verla en refugios, perreras y lugares en los que cohabitan varios ejemplares. Al igual que en los 2 casos anteriores, la traqueobronquitis no es un trastorno digestivo, pero acaba por producir náuseas al animal a causa de los ataques de tos continuos.

Tampoco verás que vomite contenido del estómago, sino que el can expulsará el exceso de moco a través de las arcadas. En esta enfermedad también se encuentran síntomas como la secreción nasal y ocular, los estornudos e incluso la neumonía si no se trata a tiempo.

Dilatación y torsión de estómago

Aparte de los trastornos digestivos menores que provocan que un can tenga náuseas, existe una dolencia grave y urgente que debes conocer: la dilatación y torsión de estómago. En ella, el aparato estomacal se dilata debido a gases y líquidos y después se retuerce sobre sí mismo. Esta dolencia reporta atención veterinaria urgente, pues suele requerir cirugía y la vida del can se ve seriamente amenazada.

El giro del estómago impide su correcto vaciado, ya que las contracciones del vómito no son lo suficientemente fuertes para expulsarlo. De este modo, verás que el can tiene náuseas y arcadas, pero no consigue vomitar nada. En consecuencia, el contenido del estómago comienza a fermentar, produciendo gases y agravando la distensión.

Cinetosis

El mareo por movimiento, como el que se produce viajando en coche, es otra de las razones por las que un perro tiene náuseas. Es muy probable que llegue a vomitar, pero antes que eso podrás ver que se siente inquieto, saliva de forma excesiva y tiene arcadas.

Para prevenirlo es bueno acudir al veterinario, pues existe medicación cuyo fin es evitar el mareo. Otra medida es retirar agua y comida al can unas horas antes de emprender el viaje.

Parálisis laríngea

En esta patología, la laringe pierde la capacidad de contraerse durante la inspiración, de manera que no se cierra del todo. Esto, además de producir síntomas como intolerancia al ejercicio, afonía o jadeos, también permite el paso de la comida y los líquidos a las vías respiratorias. Cuando esto ocurre, el can toserá y tendrá arcadas como consecuencia de ello, ya que el cuerpo necesita expulsar el cuerpo extraño.

Un perro vomitando.

Existen otros motivos que provocan náuseas en el can, como parásitos internos, comer hierba, infecciones bacterianas o enfermedades cardiacas. En cualquier caso, recuerda que la visita al veterinario es la mejor solución, pues la mayoría de estas enfermedades tienen tratamientos muy eficaces si se detectan a tiempo.


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  • Ibáñez Añón, M., Serrano Casorrán, C., & García Sanz, L. Colapso traqueal, laríngeo y Parálisis Laríngea: Resoluciones quirúrgicas.
  • White, R. S., Sartor, A. J., & Bergman, P. J. (2021). Evaluation of a staged technique of immediate decompressive and delayed surgical treatment for gastric dilatation-volvulus in dogs.

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