¿Por qué mi perro rasca la puerta?

Los perros rascan la puerta por muchos motivos, sobre todo por ganas de salir al exterior. Aquí te mostramos a qué se debe esta conducta y cómo ponerle fin.
¿Por qué mi perro rasca la puerta?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 01 diciembre, 2021

El can doméstico ha desarrollado un lenguaje específico con el ser humano, pues ambas especies coexistimos juntas desde hace unos 27 000 años (incluso 40 000 según ciertas fuentes). Por ello, solo con mirar a los ojos a nuestro peludo ya podemos llegar a intuir qué es lo que quiere.

A pesar de la conexión que el humano tiene con esta especie, hay algunas señales emitidas por los canes que siguen desconcertándonos. Por ejemplo: ¿por qué tu perro rasca la puerta y la llena de arañazos constantemente? Esta conducta, aunque parezca adorable en un inicio, puede transformarse en un serio problema a largo plazo. Aquí te mostramos a qué se debe y cómo ponerle fin.

¿Por qué tu can rasca la puerta de casa?

Si tu perro está en el exterior, la respuesta a esta cuestión es de lo más simple: se ha cansado de jugar en el patio y quiere volver a casa, sobre todo si tú estás dentro. Un can adulto puede permanecer solo en un entorno doméstico durante 6 horas (si está bien educado), pero pasado ese tiempo empezará a ponerse nervioso y buscará tu atención de forma activa. 

Por otro lado, es posible que tu can rasque la puerta de la salida del hogar desde dentro con una efusividad marcada (incluso de más). Algunos motivos por los que esto puede ocurrir son los siguientes:

  • El perro necesita salir a hacer sus necesidades: no se recomienda que un can permanezca en casa durante más de 6-8 horas seguidas, pues tras ese intervalo tendrá necesidad de orinar y defecar. Aunque esta especie pueda permanecer 10 horas sin miccionar y hasta 48 sin hacer caca, se desaconseja esperar tanto para salir de paseo.
  • Ha escuchado algo o su olfato ha detectado un elemento de interés: los canes son capaces de escuchar a distancias 4 veces superiores a la humana y su olfato es 50 veces más afinado que el nuestro. Es posible que el animal haya escuchado algo en el exterior y quiera salir a explorar, mientras que el tutor ni siquiera se da cuenta.
  • Está aburrido: los canes suelen asociar el exterior del hogar a un entorno estimulante a nivel tanto físico como mental. Si tu perro rasca la puerta y ha pasado poco tiempo desde su anterior paseo, puede que requiera algún juguete dentro de casa o un poco más de atención por tu parte.
  • Quiere atención: si llamas o gritas a tu perro cuando rasca la puerta, asociará ese acto a una manera excelente de llamar tu atención. Por lo tanto, es una conducta que se refuerza de forma involuntaria.

Aunque estas son las principales razones por las que un perro rasca la puerta, existen muchas más. Si sospechas de que este rasgo es patológico o indicativo de otra condición (por ejemplo, una estereotipia), te recomendamos que acudas a un etólogo canino cuanto antes.

Un perro en una puerta.

¿Tu perro rasca la puerta por la noche?

Si el can se pone delante de la puerta de tu habitación y la rasca mientras duermes, es hora de preocuparse un poco. Aunque es normal que el can requiera estimulación en el exterior en el día, no es natural que busque tu atención durante toda la noche (aún menos si es adulto).

Por desgracia, este comportamiento suele ser indicio de un trastorno conocido como ansiedad por separaciónEsta condición provoca que el can sea demasiado apegado a sus tutores, hasta el punto de mostrar conductas destructivas, autolesivas y violentas cuando su humano no se encuentra cerca. Un perro con esta patología experimentará verdadero pavor cuando está solo.

La ansiedad por separación afecta hasta al 17,2 % de los perros, sobre todo aquellos que no han socializado correctamente durante su etapa como cachorros. 

Cómo proteger tu puerta frente a esta conducta

Ahora ya conoces por qué un perro puede rascar la puerta de manera constante, pero nos queda descubrir cómo evitar que este mueble sufra daños constantes. Aquí te mostramos algunos métodos que te ayudarán a conseguirlo.

Instala una puerta para perros

Las puertas y las rampas para perros son ideales para las personas que tienen un patio exterior. Estos mecanismos, usualmente en forma de una trampilla en la parte baja del mueble, permitirán que tu can pueda entrar y salir del jardín a placer sin necesidad de llamar tu atención cada vez que lo requiera. Eso sí, asegúrate que el animal tiene espacio suficiente para pasar sin quedarse atascado.

Como es obvio, estas puertas no son aptas para los cánidos que viven en ciudades sin patio exterior. Ningún animal puede pasear solo por la calle.

Construye una barrera

Es posible que tu can no pueda salir por la puerta por el simple hecho de que no hay un patio más allá o porque el tutor no lo desea. En ese caso, y mientras se soluciona el motivo subyacente a la conducta, se puede instalar una barrera física que impida la llegada del can al mueble.

Las vallas para bebés harán bien su trabajo, pero también hay otras específicas para los canes. De todas maneras, debes tener en cuenta que esta solución es temporal. Aunque no pueda acceder a la puerta, el can seguirá ansioso, aburrido o estimulado por algo presente en el exterior, solo que lo canalizará de otra manera.

Establece una rutina

Si tu can rasca la puerta a horas exactas del día, apúntalas en un cuaderno y observa si estas varían o no. Lo más probable es que el can realice este acto en momentos concretos, justo cuando necesita vaciar sus intestinos o su vejiga. En caso de que sea posible, te recomendamos que adaptes tu rutina a su necesidad. 

Anticipar la salida al rascado hará que tu can no necesite llamar tu atención de esta manera. 

No le des atención a tu perro cuando lo haga

Puede ser muy molesto que tu can rasque la puerta, más aún si tiene unas garras grandes que hagan muesca. De todas formas, lo mejor en estos casos es no hacer caso al animal cuando lleve a cabo esa conducta. Así dejará de asociar la actividad con una recompensa, que en este caso es recibir tu atención de manera inmediata.

Si quieres que esta conducta cese, no recompenses o des atención al can hasta que se canse de rascar. Prémialo solo cuando se tranquilice, ya sea con una caricia, con una chuchería canina o con una salida al exterior. El refuerzo positivo debe ir dirigido al cese de la actividad, no a la actividad en sí.

Un perro asoma la cabeza por la puerta.

Como puedes ver, son muchos los motivos por los que un can puede sentir la necesidad de rascar una puerta. También existen múltiples soluciones, pero ponerlas en práctica no siempre asegura el éxito. Si nada de lo citado sirve, te recomendamos acudir a un profesional en educación canina. Es posible que tu mascota padezca un trastorno que deba ser tratado. 


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