¿Por qué no son recomendables los collares eléctricos para perros?

Los métodos de castigo para educar a un perro jamás deberían ser empleados. Quiere a tu mascota y trata de comprenderla.
¿Por qué no son recomendables los collares eléctricos para perros?
Ana Díaz Maqueda

Escrito y verificado por la bióloga Ana Díaz Maqueda.

Última actualización: 08 febrero, 2022

El uso de collares eléctricos para perros es un tema muy controvertido. Los partidarios de este método de adiestramiento aversivo afirman que puede ser herramienta confiable y efectiva, si se usa correctamente y con sentido común. Por el contrario, sus detractores, manifiestan que va en contra del bienestar animal y que es una forma clara de maltrato hacia los perros.

Afortunadamente, el campo de la investigación sobre comportamiento canino cada día se dirige más hacia el entendimiento del comportamiento canino, y nos muestra que el perro no es un animal simple que pueda aprender a través de castigos. También nos indica que sí pueden vivir amedrentados, sin llegar a entender o comprender por qué se les castiga.

En la mayoría de las legislaciones de países de Europa y América, se penaliza y condena el maltrato animal. A pesar de ello, muchas veces el uso de este tipo de instrumentos, al no estar específicamente detallado, cae en un vacío legal y su uso está totalmente autorizado.

Sin embargo, la utilización de collares eléctricos para perros no es recomendable, ya que es una forma de sometimiento. Además, aunque no le produjera al animal ningún tipo de malestar, no estaríamos trabajando el vínculo con la mascota, no fomentaríamos la confianza y la relación no tendría sentido.

No sirve para modificar la conducta del perro

Existen muchos estudios científicos centrados en la eficacia del uso de los collares eléctricos para perros. Debemos entender que estas investigaciones son válidas e importantes y, si por alguna razón decides utilizar o te recomiendan el uso de este tipo de herramientas, recuerda que:

  • El collar eléctrico no hace que el perro se salve de la eutanasia requerida por su tutor, de hecho, puede mandarlos directos allí.
  • El uso de collares eléctricos no es un tratamiento para mascotas con problemas de comportamiento.
  • Este método aversivo, tiene consecuencias negativas que, quienes la utilizan o promueven, descartan o ignoran.
  • No es el mejor camino a seguir, tanto en cuestión de adiestramiento como en otros aspectos de la vida del animal.

Como dicen los partidarios de esta técnica, si la corriente eléctrica es como un soplido, que no hace que el animal sufra y que su intención es únicamente llamar la atención del can, ¿por qué no utilizan métodos como el clicker o, simplemente, trabajan “la llamada” del perro a través de un refuerzo positivo?

Pastor australiano dando la pata, con un collar eléctrico puesto.

En ocasiones, también se defiende su uso en perros con agresividad, para detener el comportamiento, si el animal muerde. Pero, lejos de que ocurra tal cosa, el dolor producido por la corriente eléctrica solo hace que el animal insista más en el ataque.

Para concluir, según otras investigaciones, los perros entrenados con collares eléctricos o que, en algún momento de su vida han trabajo con ellos, a la hora de ser adiestrados, muestran mayor nerviosismo y malestar. Por ejemplo, se anticipan a las órdenes del tutor, están continuamente mostrando señales de calma y, a nivel fisiológico, segregan mucho más cortisol, la hormona del estrés.

Consecuencias del uso de collares eléctricos para perros

Pitbull con un collar eléctrico sobre la grava.

Los collares eléctricos para perros pueden tener consecuencias terribles para ellos, sobre todo a nivel psicológico. Además, si añadimos que estas herramientas pueden ser usadas por cualquier persona, con o sin preparación técnica, los resultados pueden ser fatales, debido al abuso.

En muchos casos, los perros terminan con problemas serios de comportamiento, como la aparición de fobias, estereotipias, comportamientos deletéreos, reactividad, mala gestión emocional, etc.

A nivel físico el uso de estos collares puede desencadenar diversos tipos de problemas en el animal. Por ejemplo:

  • Problemas de tensión.
  • Problemas en la glándula tiroides.
    • Además, debido a los altos niveles de cortisol en sangre, por causa del estrés, pueden desarrollarse otras patologías cardíacas u hormonales.
  • Patologías oculares (por cambios en la presión).

Por todo ello, está totalmente desaconsejado el uso de estos collares. En su lugar, te recomendamos recurrir a un buen educador canino que te enseñe a comunicarte con tu perro, comprenderlo y amarlo de una forma saludable.


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