Pez pelícano: hábitat y características

Eurypharynx pelecanoides no tiene escamas y apenas puede ver. Confía en su boca masiva para atrapar a sus presas. Conoce más sobre él.
Pez pelícano: hábitat y características
Francisco Morata Carramolino

Escrito y verificado por el biólogo Francisco Morata Carramolino.

Última actualización: 14 octubre, 2022

Las profundidades oceánicas, en las que la luz es inexistente, esconden innumerables secretos. En este mundo prácticamente inexplorado y casi ajeno a la influencia humana, la fauna ha desarrollado formas increíbles, tan ajenas a nuestra percepción que resultan difíciles de comprender a simple vista. El pez pelícano es un claro ejemplo de ello.

Entre esta colección criaturas monstruosas, el pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides) resulta especialmente inverosímil. Parece ser abundante y estar bien distribuido, aunque rara vez es encontrado en su medio natural por los humanos. Por tanto, su biología se mantiene aún muy desconocida.

Aun así, esta especie tiene cierto contacto con los humanos, pues desde la década de los setenta cientos de ejemplares han caído en las redes de pescadores, sobre todo en el océano Atlántico. Si quieres aprender más sobre este pez de aspecto alienígena, su hábitat, características y estado de conservación, te invitamos a seguir leyendo este artículo.

Hábitat del pez pelícano

El pez pelícano (Eurypharynx pelecanoides) cuenta con una distribución muy extensa. Aparece en los océanos templados y tropicales de todo el mundo y ocupa un amplio rango de profundidades. Puede encontrarse desde los 500 a los 7625 metros de profundidad, aunque es más frecuente entre 1200 y 1400 metros.

Esto corresponde a la zona batial o batipelágica. La luz solar no alcanza esta zona, por lo que la oscuridad es casi total. Esto impide realizar la fotosíntesis a los organismos típicos de la superficie, así que apenas existen productores primarios en esta sección de la columna del agua. Además, la presión es muy elevada y las temperaturas son bajas.

Todo ello impone unas exigencias evolutivas enormes sobre las formas de vida de aguas profundas, que se han visto fuertemente condicionadas y transformadas hasta alcanzar su representativo aspecto actual. El pez pelícano es un claro ejemplo de las adaptaciones a un medio inhóspito, tal y como veremos a continuación.

Características físicas

Esta especie pertenece al orden Anguilliformes. Por lo tanto, se puede afirmar que se trata de un tipo anguila, lo que se intuye gracias a algunas de sus cualidades físicas. Sin embargo, las adaptaciones a la vida batipelágica lo han alejado de las anguilas más típicas.

Estos peces casi nunca son observados con vida, puesto que explorar sus ecosistemas es muy difícil para los humanos. Aunque a veces son arrastrados a la superficie por redes pesqueras, sus cuerpos son frágiles y se ven deteriorados por el cambio de presión durante el ascenso. Por tanto, los ejemplares pescados están muy alterados.

Los peces pelícano parecen medir entre 50 centímetros y 1 metro. Su cuerpo es simple, aplanado lateralmente y completamente negro. Cuentan con una cola larga, fina y con forma de látigo, que se estrecha a medida que se aleja del cuerpo. Sus aletas están ausentes o muy reducidas.

El aspecto más llamativo es la enorme cabeza de este animal, que ocupa la mayoría de la longitud corporal. Esta región cefálica porta una boca desproporcionada, con mandíbulas gigantescas que sobresalen y que se extienden hacia atrás. Estas estructuras portan una membrana muy extensible.

Las mandíbulas pueden estar replegadas en los lados del cuerpo, dando un aspecto de anguila más convencional, pero también extenderse perpendicularmente a cada lado del plano corporal.

En ciertos momentos, los peces pelícano hinchan muchísimo su membrana, que ocupa casi todo el cuerpo. Esto les da aspecto de globo o de renacuajo muy inflado, con la fina cola aplanada sobresaliendo por detrás.

Por último, cabe destacar que los ojos de esta anguila son minúsculos y se sitúan en la punta de la cabeza, por delante de la mandíbula. En general, el aspecto del animal parece de otro mundo y podría definirse como grotesco.

Comportamiento y ecología del pez pelícano

De nuevo, se conoce muy poco acerca del modo de vida de este animal. Su dieta se ha deducido a través de estudios de sus contenidos estomacales. Esta es poco selectiva e incluye crustáceos, cefalópodos, algas, peces y otros invertebrados marinos varios. Su enorme boca y cuerpo flexible le permiten consumir presas de gran tamaño.

Hasta hace unos años, jamás se había visto cómo se alimentaba este animal. Sin embargo, investigadores consiguieron grabar a E. pelecanoides cazando en 2018, un hito para los biólogos marinos del mundo especializados en criaturas extrañas.

Estos vídeos demuestran que el pez pelícano caza activamente y persigue a sus presas. La gran boca hinchable aumenta las probabilidades de atrapar a sus víctimas. Aunque observar el comportamiento resulta fascinante de primera mano, esto contradice las hipótesis anteriores, que sugerían estrategias más pasivas.

En cuanto a la reproducción, estos peces son ovíparos. Además, se cree que son semélparos. Esto quiere decir que se reproducen solo una vez durante sus vidas, tras lo cual mueren y dejan paso a la siguiente generación. Las crías son muy pequeñas y semitransparentes, portan unos órganos muy pequeños y carecen de glóbulos rojos. Este estadio pre-juvenil se conoce como leptocéfalo.

A medida que crecen, los machos experimentan cambios morfológicos muy notables. En cambio, las hembras no varían de forma tan extrema a lo largo de su desarrollo. 

Estado de conservación

Anteriormente se creía que los peces pelícano eran poco abundantes, pero el conocimiento actual parece indicar lo contrario. Se estima que esta especie es numerosa y forma una parte dominante de las comunidades de peces de aguas profundas.

Además, por el momento no se han detectado amenazas significativas para este animal. Esto podría deberse a los ecosistemas tan recónditos que habita, que se mantienen más protegidos de las acciones humanas que muchos otros. Aun así, el pez pelícano es víctima frecuente de la pesca en profundidad en partes de su rango.

Por suerte, la extensa distribución y número elevado de individuos mantienen a las poblaciones a salvo por el momento. De acuerdo con ello, la especie está clasificada como “de Preocupación Menor (LC)” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).

Este peculiar pez es tan solo un ejemplo de las rarezas que albergan las profundidades de nuestros océanos. Aunque estas criaturas pueden resultar impactantes e incluso repulsivas, son dignas de nuestro estudio, admiración y, sobre todo, conservación.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.