¿Los perros engordan después de ser esterilizados?

La esterilización en perros se asocia a una mayor probabilidad de desarrollar obesidad. Esto se explica por una mezcla de factores hormonales y comportamentales.
¿Los perros engordan después de ser esterilizados?

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 08 febrero, 2022

En Estados Unidos, hasta el 90 % de los perros están esterilizados. Tal es la necesidad de no traer al mundo canes no deseados que, en muchos lugares, si el perro no está castrado no se le permite la entrada a los parques o lugares de juego canino. Este procedimiento cada vez se realiza más, pero, como tutor, ¿sabes si los perros engordan después de ser esterilizados?

Te adelantamos que la respuesta es positiva. El riesgo de padecer obesidad se triplica en gatos y se duplica en perros tras la esterilización y, además, esta correlación está fundamentada en una serie de eventos fisiológicos que no se pueden rebatir. Descubre en las siguientes líneas por qué los canes engordan tras este procedimiento.

Un sí, pero con matices

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que la esterilización en canes se puede realizar de varias formas. Entre ellas, encontramos las siguientes:

  1. Vasectomía en machos y ligadura de trompas en las hembras: se cortan o bloquean los conductos por los que se mueven los espermatozoides hasta llegar al óvulo.
  2. Castración: se extirpan completamente las gónadas femeninas y masculinas del animal. Implica cambios hormonales.

La vasectomía y ligadura de trompas no tienen por qué relacionarse con un aumento de peso en el animal, pues su ciclo hormonal continúa intacto. Por desgracia, esto se traduce en que el can seguirá con sus conductas típicas del celo y no se prevendrán enfermedades asociadas a los órganos sexuales, como los tumores de mama o testiculares.

Los perros engordan después de ser esterilizados.

¿Los perros engordan después de ser esterilizados?

Los canes no tienen por qué engordar si su equilibrio hormonal se mantiene, pero en la castración este flujo biológico desaparece casi por completo. Cuando se le extirpan las gónadas a un animal, la presencia de estrógenos y andrógenos —hormonas sexuales— en sangre cae en picado, lo que tiene diversas repercusiones en su fisiología y conducta.

Por esta razón, medios veterinarios afirman que claramente se produce un aumento de peso en los canes castrados. A continuación, te presentamos algunas de las razones de este evento.

1. Cambios en el comportamiento alimentario

En la primera semana después de la esterilización, los perros comienzan a consumir hasta el 20 % más de alimento de forma voluntaria. El aumento de apetito en las mascotas castradas hace que el tutor deba estar más alerta de lo normal en lo que a la dieta del animal se refiere.

Estos datos no son anecdóticos: estudios han demostrado que los estrógenos son supresores del apetito en mamíferos. La mayoría de los estrógenos en las hembras se producen en los ovarios, así que será de esperar que estas se muestren más hambrientas tras la extirpación gonadal.

2. Disminución del metabolismo basal

La ausencia casi total de hormonas en el cuerpo del perro provoca que se formen depósitos de grasa más fácilmente en ciertos tejidos. Además de esto, hay que tener en cuenta que la tasa metabólica basal del animal —la cantidad de energía necesaria para mantener funciones vitales— también disminuye.

Por tanto, se suman 2 efectos sinérgicos: más facilidad para acumular grasa y menores requerimientos energéticos. Con base en ellos, un can esterilizado engordará más con la misma cantidad de alimento que uno con las gónadas intactas.

En felinos, el metabolismo basal se reduce hasta en un 30 % tras la castración.

3. Disminución de la actividad general

La actividad física en muchos animales se asocia exclusivamente a la búsqueda de pareja. En la naturaleza, los seres vivos se alimentan, huyen de depredadores y recorren largas distancias con un único objetivo: aumentar las probabilidades de reproducirse.

Está claro que la situación es distinta en perros domésticos, pues la selección natural no actúa sobre ellos, al estar completamente ligados al ser humano. De todas formas, una esterilización se asocia a una menor tasa de actividad en canes, hecho que favorece aún más la aparición de obesidad.

Un perro pug con sobrepeso.

Una realidad apoyada en estudios

Los perros engordan después de ser esterilizados si el método de elección es la castración. Es posible que algunos no lo hagan, pero, como hemos dicho, estadísticamente un can será 2 veces más proclive a presentar obesidad después de que se le extirpen las gónadas. Estamos ante hechos objetivos que han sido probados por la ciencia.

Por ello, todo tutor debe hacer un seguimiento nutricional de su mascota los meses posteriores a la castración, siempre con ayuda de un veterinario. Algunos canes requieren, incluso, que se cambie su pienso a uno con bajo contenido calórico.


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