Perros de presa: todo lo que debes saber

Los perros de presa son fuertes y valientes, pero necesitan una mano experta para educarlos y, muchas veces, rehabilitarlos. No te pierdas lo que tenemos que contar sobre ellos.
Perros de presa: todo lo que debes saber
Sara González Juárez

Escrito y verificado por la psicóloga Sara González Juárez.

Última actualización: 09 febrero, 2022

Lo que hoy en día se conoce como “perros de presa” agrupa las razas de canes que han experimentado una selección artificial para que desarrollen características favorables para su explotación en la caza. A pesar de que muchos ya no se ven obligados a participar en esta práctica, el estigma que pesa sobre ellos es grande: tienen fama de peligrosos, de agresivos y de dominantes.

No obstante, y a pesar de los esfuerzos en la cría selectiva, estos perros son como cualquier otro. En este espacio vas a poder conocer más a fondo la historia y las características de los perros de presa, así como la normativa que regula su tenencia en algunos países. No te lo pierdas.

Historia de los perros de presa

El hombre se ha servido del perro desde hace más de 15 000 años para diferentes fines, como el pastoreo, la caza o la vigilancia. A lo largo de este periodo se han ido seleccionando características especializadas en cada uno de sus roles, diversificando cada vez más el aspecto y la capacidad física de los canes. Por ello, no nos extraña que a día de hoy se contabilicen más de 360 razas.

En el caso específico de los perros de presa, reciben su nombre debido a que su función en la caza era la de atrapar e inmovilizar a los animales hasta que llegase su dueño. También se los utilizaba para sujetar al ganado mientras el humano lo sacrificaba.

Los perros de presa también se usan en el pastoreo, pues tienen la fuerza suficiente para retener a un animal que se escape del rebaño.

En la actualidad, aunque la ganadería y la caza son prácticas todavía vigentes, son muchos los canes de estas características que viven como animales de compañía. Una gran cantidad de ellos se rescatan y se adoptan posteriormente, ya que la tasa de abandono cuando acaban su “vida útil” es alta, por desgracia.

Un bóxer inglés.

Características físicas y psicológicas

Para que un perro sea capaz de sujetar a un animal mucho más grande que él, como un ciervo o una vaca, necesita mucha fuerza, tanto en la mandíbula como en la musculatura de cuello y patas. También es importante que sea ágil y que su carrera sea explosiva, pues se les pide a estos canes que salten sobre otros animales y los inmovilicen hasta que llegue el cazador.

En cuanto a su temperamento, se ha buscado en los perros de presa el arrojo y la ausencia de miedo ante situaciones peligrosas. De esta manera, nunca se acobardan ante animales capaces de amenazar su vida o intrusos que entren en su territorio. Por otro lado, son seres con tendencia a la dominancia y que llegan a ser muy protectores con sus tutores.

Perros de presa como animales de compañía

Debido a la reciente demanda de estos perros como mascota, los criadores seleccionan ejemplares con un carácter más dócil y equilibrado que el buscado en otros momentos históricos. No obstante, aquellos que llegan a las casas desde un rescate tienen un bagaje genético y de experiencia vital que los predispone a la reactividad, a la territorialidad y a otros trastornos del comportamiento.

Es por ello que no son animales para tutores principiantes, pues requieren ciertos conocimientos y la dominación de prácticas complejas, como el adiestramiento en positivo y el uso de la correa. En manos inexpertas, estos perros son más propensos a volverse agresivos.

Los perros de presa no son malos en sí mismos, pero sí tienen una predisposición genética y física a la reactividad. Por ello, hay que educarlos muy bien y contar con cierta experiencia en etología canina.

La normativa PPP

En algunos países, como es el caso de España, se regula la tenencia de perros de presa y otros roles debido a su capacidad para causar daño severo a los humanos. Esta normativa está contenida en el Real Decreto 287/2002 e incluye las siguientes características físicas y psicológicas como criterio de inclusión en la categoría PPP:

  • Fuerte musculación, aspecto poderoso, robusto, configuración atlética, agilidad, vigor y resistencia.
  • Marcado carácter y gran valor.
  • Pelo corto.
  • Perímetro torácico comprendido entre 60 y 80 centímetros, altura a la cruz entre 50 y 70 centímetros y peso superior a 20 kilogramos.
  • Cabeza voluminosa, cuboidea, robusta, con cráneo ancho y grande y mejillas musculosas y abombadas. Mandíbulas grandes y fuertes, boca robusta, ancha y profunda.
  • Cuello ancho, musculoso y corto.
  • Pecho macizo, ancho, grande, profundo, costillas arqueadas y lomo musculoso y corto.
  • Extremidades anteriores paralelas, rectas y robustas y extremidades posteriores muy musculosas, con patas relativamente largas formando un ángulo moderado.

Por otro lado, también se incluyen razas puras o sus cruces en esta normativa. Los siguientes perros de presa están considerados como potencialmente peligrosos:

  • Staffordshire terrier.
  • American staffordshire terrier.
  • Rottweiler.
  • Dogo Argentino.
  • Fila brasileiro.
  • Tosa inu.
  • Akita Inu.
Un collar para perros.

¿Son realmente peligrosos los perros de presa?

Lo cierto es que, con esta denominación, es fácil recelar de un can. El propio calificativo “de presa” da a entender que el perro puede ser agresivo, peligroso o, simplemente, morder con frecuencia. No obstante, esto es del todo incorrecto.

Ningún animal doméstico es violento o agresivo por gusto. Por lo general, esta actitud responde a una mala educación, al miedo o a la inseguridad. Cualquier can educado mediante la violencia será agresivo, al igual que aquellos a quienes no se les ha marcado unos límites claros y consistentes. Esta afirmación se mantiene independientemente de la raza.

El problema viene cuando a ese déficit educacional se le añaden unas mandíbulas fuertes y un cuello musculoso. En estos casos, el peligro para el humano se incrementa, pero no por culpa del perro. Las probabilidades de que un chihuahua y un bóxer mal educados muerdan pueden ser las mismas, pero en el segundo escenario los efectos serán muchísimo peores.

Por eso, si estás pensando en adoptar un perro considerado de presa, asegúrate de contar con el consejo y la guía de un educador canino para enseñarle a convivir y a socializar correctamente. Recuerda que todos los animales podemos ser agresivos, pero también cariñosos, respetuosos y equilibrados.


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