Perrita regresa desconsolada al mismo refugio donde fue adoptada de cachorrita
Tenemos tan romantizada la idea de que al adoptar a un perrito, este se encargará de alegrarnos la vida y olvidamos que ellos son los que más necesitan de nosotros. Así sucedió con Sadie, una perrita que, en su afán de conseguir un hogar, terminó lastimada y rechazada varias veces.
Apenas era una cachorrita cuando llegó al refugio de animales del condado de Harris en Texas, en el 2014. Sadie, al igual que todos sus hermanitos, consiguieron rápidamente un hogar y el personal del refugio se despidió de ella deseándole una vida llena de amor junto a su nueva familia.
Lo que nadie se imaginaba es que luego de 3 años, la misma familia regresaría para dejarla a su propia suerte. Alegando que ya no la querían, prefirieron abandonarla en un lugar donde era permitida la eutanasia. Ashley Robert, voluntaria del refugio donde Sadie llegó con tan solo semanas, presenció el momento en que la familia la entregó y quedó sorprendida al ver el cambio en la perrita.
“Sadie estaba hecha una pequeña bola. Pensé que era una perrita callejera y la habían encontrado, y por eso estaba tan asustada. Ni siquiera parecía realmente cómoda con las personas con las que estaba”, dijo Roberts.
Nadie se imaginó que la perrita ya había estado allí hacía 3 años. Al descubrir su foto en su registro todos quedaron realmente conmovidos pues Sadie ahora era muy temerosa y desconfiada. “Era una gran diferencia entre su foto de cachorra confiada y la perrita que vimos frente a nosotros. Estaba casi llorando. Ya estaba llorando”.
Luego de una semana, Sadie parecía tener una nueva oportunidad. El refugio se encargó de encontrar una familia que cumplía con los requisitos para su adopción y volvió a partir con la esperanza de por fin encontrar un lugar donde la amarían y cuidarían. Pero no fue lo que sucedió.
Su nueva familia dijo que seguía teniendo accidentes en casa y prefirieron regresarla. “Lo que creemos que sucedió en realidad fue que estaba tan nerviosa, que era como una micción nerviosa”, dijo Roberts. Así que una vez más, Sadie se encontraba con los ánimos por el suelo, por la falta de compromiso de sus cuidadores quienes no sabían lidiar con la responsabilidad de encargarse de una nueva mascota.
Fue en este punto donde a través de Facebook, una voluntaria se interesó en el caso de Sadie y el personal del refugio decidió capacitarla para que la perrita no volviera a sufrir otra decepción. Todo parecía ir de viento en popa, hasta que en una visita de su hermana decidieron unir a sus mascotas para que se conocieran y Sadie salió terriblemente lastimada.
Una vez más la perrita volvió al refugio, pero ahora con heridas en su cuello. Para acabar con toda su odisea, el refugio acordó el cuidado temporal de Sadie a una voluntaria veterana de Down South Rescue.
“Sadie está con una acogida experimentada y está trabajando con ella. Todavía está muy asustada y no confía en la gente. Sin embargo, se ha vuelto muy apegada a su madre adoptiva. Le tomará tiempo sanar mental y físicamente. Y seremos muy exigentes con respecto a quién permitimos que la adopte”, dijo Sharon Fanning, directora de Down South Rescue.
Por los momentos Sadie no podrá ser adoptada hasta que supere todas las experiencias que tuvo. Así podrá recuperar la confianza en las personas y no estará tan asustada cuando sea acogida de forma permanente.
Debemos recordar que cuando adoptamos una mascota nos comprometemos a trabajar con ella, brindarle amor y educarla de ser necesario para que se adapte a su nuevo entorno. No podemos esperar que se comporte tal y como esperamos pues para ella todo será totalmente desconocido.
Es común que debamos enfrentar algunas travesuras, ladridos o incluso que haga sus necesidades en lugares donde no queramos. Pero no es razón para deshacernos y dejarla a su propia suerte.