Esta perrita guarda su juguete en la maleta de su mejor amigo para que deba llevarla a ella también

¿Qué tan fuerte crees que puede ser la amistad entre humanos y animales? La respuesta «bastante» al parecer puede quedar muy corta.
Esta perrita guarda su juguete en la maleta de su mejor amigo para que deba llevarla a ella también

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 28 enero, 2022

La amistad que puede existir entre humanos y animales es tan real como esta historia. Jay y Bonnie se convirtieron en amigos inseparables después de que este hombre cuidara a la perra cuando su dueño tuvo que salir de viaje. 

Si nunca has tenido un amigo animal, en esta historia de seguro te antojarás de tener uno y si (por el contrario) ya tienes uno o varios, de seguro los apreciarás mucho más después de leer esto. 

La historia de Bonnie

Bonnie es una perra que vivió mucho tiempo en un refugio para animales, hasta que un día llegó su momento más esperado: fue adoptada por un hombre ejemplar que le dio una muy buena vida. 

La perra era más feliz que nunca. No solo consiguió un nuevo hogar sino que también una gran amistad con un el mejor amigo de su propietario: Jay, quien también se convirtió después en el mejor amigo de Bonnie. 

Una semana después de su adopción, su dueño tuvo que viajar al extranjero por un ascenso en su trabajo y así fue como Jay resultó cuidando a la perra. Al principio era distante con él, pero a medida que pasaban los días, le tenía una confianza total.

Se unieron de inmediato y Bonnie veía a Jay casi como su propietario. Pasaron juntos 3 semanas en las que el nuevo mejor amigo de la perra le enseñó trucos como sentarse, acostarse, darse la vuelta y abrir la puerta con la nariz. 

Cuando el propietario de Bonnie regresó, Jay se fue a su casa y ambos se extrañaron mucho. Así que este hombre iba a visitarla todos los días. 

Un nuevo miembro en la familia

Debido a las constantes visitas y a la relación tan profunda que tenían Jay y Bonnie, el dueño de la perra le propuso a su amigo que se mudase a vivir con ellos. Lo cual tuvo una respuesta inmediata y positiva. Jay no era su dueño, pero sí su mejor amigo. 

En varios años Jay y Bonnie la pasaron juntos muy felices y unidos. Hasta que un día él consiguió un trabajo en otra ciudad y tuvo que marcharse. 

Bonnie sospechaba que algo ocurría, así que cuando Jay empezó a hacer las maletas, el ánimo de la perra bajó notoriamente. Pero, en el momento en que su mejor amigo estaba a punto de terminar de empacar Bonnie le llevó una sorpresa. 

La perra había dejado su juguete en la maleta de Jay. Al parecer era evidente que no quería que se fuera o que al menos la llevara o cargara algo de ella con él, pues era uno de sus objetos más preciados. 

En el momento en que Jay vio el juguete entre sus cosas, llamó a Bonnie. En su cara se podía ver toda la tristeza que tenía por dentro. Un momento conmovedor y con mucha tristeza para estos dos amigos. 

Así que debido a esta maravillosa amistad, Jay sigue visitando a Bonnie cada que puede. Y hoy su amistad sigue viva a pesar de la distancia. 


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.