No merecía cruzar el arcoíris en soledad, por eso esta mujer lo acompañó hasta el último momento
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Te contaremos la historia de una mujer que pasa toda la noche en un refugio para no separarse de un perrito que estaba muy necesitado, no solo de cuidados médicos, sino de mucho amor.
Su nombre es Janine Guido y es la fundadora de Speranza Animal Rescue, el refugio al que llegó el can casi moribundo. Te invitamos a seguir leyendo para conocer el desenlace de esta historia.
La historia de Watson, el perrito
Watson, como bautizaron al perrito en situación de calle, fue hallado en un parque en Filadelfia, Estados Unidos, por un joven. Inmediatamente, fue llevado a una veterinaria en donde recibió atención las 24 horas del día.
Los especialistas que lo atendieron quedaron sorprendidos al ver el estado del can. Estaba demacrado, cubierto de llagas en todo el cuerpo y con heridas infectadas. Además, tenía un tumor canceroso en una de sus patas traseras. Es muy triste ver cómo la indiferencia de muchas personas que pasaron a su lado lo dejaron avanzar a este deplorable estado.
El objetivo era curarlo, pero el cáncer se dispersó por todo su cuerpo, así que nada se podía hacer por él. Así las cosas, fue transferido a un refugio en donde pudieran hacerse cargo de sus cuidados mientras llegaba su final.
¿Por qué la mujer pasa la noche con el perrito?
La mujer que recibió al can es Janine, ella conectó mucho con él y por eso pasa la noche a su lado para cuidarlo hasta que su momento de partir llegue. “Lo primero que le noté a él fueron sus ojos. Parecía exhausto, como si estuviera listo para abandonar la pelea”, comentó.
Y es cierto, su mirada estaba vacía y gritaba en silencio que estaba cansado de sufrir. Por esta razón, ella no le pidió más que permiso para poder acompañarlo hasta el final, mientras le brindaba todo el amor que tenía en su corazón.
“Tenía la intuición de que las cosas no iban a ser buenas al día siguiente. No quería dejarlo solo. No cuando más me necesitaba”, explicó la mujer, justificando por qué pasa toda la noche con canino. Ella tomó unas sábanas, unos edredones y unas almohadas con las que improvisó una cama para ella, al lado de la del perrito.
Luego de esa noche, Watson falleció
La mujer pasa toda la noche con el perrito, hablándole suavemente para darle tranquilidad y caricias. Él cayó dormido en sus brazos de forma inmediata, se le veía sereno y muy cómodo. Tal vez era la primera vez que dormía rodeado de amor. “Durmió como una roca toda la noche, se acurrucó contra mí tan fuerte. Lloré para dormir y me desperté llorando también”, comentó ella.
Al día siguiente, Watson despertó peor que otros días, era evidente que se estaba apagando. No comía, ni hacía nada. De repente, empezó a dar vueltas en círculos y pocas horas después cruzó el arcoíris. “Estoy tan agradecida de haber podido abrazarlo fuerte en su última noche. Le estaba diciendo cuánto lo amaba, y que su vida importaba. Mi corazón se está rompiendo, pero no cambiaría nada”, comentó Janine.
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