Murciélagos que zumban como avispas y abejas

En específico, el murciélago ratonero gigante imita el zumbido de la avispa europea. Por esta razón, los depredadores como las lechuzas evitan atacarlos, ya que le temen al veneno de estos himenópteros.
Murciélagos que zumban como avispas y abejas
Cesar Paul Gonzalez Gonzalez

Escrito y verificado por el biólogo Cesar Paul Gonzalez Gonzalez.

Última actualización: 10 agosto, 2022

En la naturaleza, muchos animales tienden a imitar la forma o la apariencia de otras especies más peligrosas para defenderse de sus depredadores. A este mecanismo de defensa se le denomina mimetismo y constituye una gran estrategia de protección en la vida silvestre. Claro está, no siempre es efectiva, pero les ayuda a evadir ciertas situaciones peligrosas.

Por lo común, los animales que utilizan el mimetismo tienden a usar la apariencia de otras especies más grandes, peligrosas y feroces. No obstante, un estudio reciente ha descrito un caso peculiar en el que los murciélagos imitan la forma en que zumban las avispas y las abejas. Sigue leyendo este espacio y descubre por qué sucede este curioso fenómeno.

¿Qué es el mimetismo?

De manera formal, el mimetismo se define como la habilidad que tienen ciertos animales para copiar la apariencia o el comportamiento de otros animales. Esta imitación puede tener diferentes objetivos, por lo que se clasifica de la siguiente forma:

  • Mimetismo batesiano: una o varias especies inofensivas imitan a un organismo venenoso.
  • Mimetismo mulleriano: dos o más especies venenosas se imitan para compartir el mismo diseño y ampliar la respuesta repulsiva que generan en los depredadores.
  • Mimetismo mertensiano: es la variante menos frecuente de las tres. En este caso, una especie venenosa imita la apariencia de otra menos tóxica, con el objetivo de que los depredadores aprendan a reconocer su toxicidad y disminuya su depredación.

¿En qué se diferencia el camuflaje del mimetismo?

Los conceptos de camuflaje y mimetismo pueden llegar a parecerse demasiado, ya que ambos pueden generar un cambio físico que permite proteger al organismo. No obstante, en el caso del mimetismo, también se aprovecha la conducta para imitar mejor a otros animales. Visto de otra manera, no solo se parecen en su físico, sino que también actúan de manera semejante a la especie imitada.

Coevolución: qué es

Una imitación poco peculiar

En el 2001, el ecologista Danilo Russo se encontraba realizando algunos estudios de campo que consistían en capturar al murciélago ratonero gigante. Durante este proceso, se dio cuenta de que algunos ejemplares emitían una especie de zumbido que se asemejaba un poco al de una abeja o una avispa.

A pesar de que este hecho era bastante extraño, tuvieron que pasar varios años para que su equipo de investigación intentara dar con la respuesta sobre este fenómeno. Para lo cual, en el 2022 se publicó un artículo en la revista Current Biology que demostraba el primer caso en el que un mamífero imitaba a un insecto para sobrevivir.

Los murciélagos que zumban como avispas

Los murciélagos se caracterizan por ser animales que tienen hábitos nocturnos y adoran alimentarse en la oscuridad. Este peculiar comportamiento los protege de la mayoría de los depredadores nocturnos, pero existen algunos otros excelentes cazadores que también se hacen presentes durante la noche. Entre los más importantes se encuentran las lechuzas, un ave rapaz silenciosa y letal que los caza con facilidad.

Debido a que los murciélagos se encuentran demasiado indefensos ante estas aves depredadoras, han tenido que desarrollar una peculiar estrategia de defensa con base en el mimetismo. Para ello, imitan el sonido del zumbido de una avispa o una abeja para disuadir a sus depredadores.

Es fundamental recalcar que si bien las lechuzas poseen una vista increíble, tienden a emplear más sus oídos para ubicar a sus presas. Por ello, al escuchar a un insecto que suele contener veneno y podría ocasionarles problemas, prefieren evitar el enfrentamiento y posponen su cacería.

El sonido solo confunde a los depredadores

Durante el análisis que se llevó a cabo para verificar la similitud entre el zumbido de los murciélagos y el de las avispas, se evidenció que eran bastante diferentes. De hecho, el oído humano era capaz de distinguir entre ambos después de algunas repeticiones.

Sin embargo, las lechuzas tienen una audición sensible para las frecuencias altas (mayores a 3 kHz), por lo que era posible que su percepción del zumbido fuera diferente. Al limitar el sonido a las frecuencias que son capaces de escuchar estas aves, se evidenció que era imposible diferenciar entre el murciélago y la avispa.

Esto significa que el zumbido de los murciélagos está específicamente diseñado para engañar a las lechuzas, pues es posible que otros animales detecten su imitación. Aun así, con esto es suficiente para que dichos mamíferos puedan sobrevivir sin preocuparse de este depredador.

conservación de los murciélagos

¿Todos los murciélagos pueden imitar a las avispas?

Por el momento, la habilidad para imitar la manera en que zumban las avispas solo se ha detectado en los murciélagos ratoneros gigantes (Myotis myotis). Esta especie se distribuye en Europa, Siria, Anatolia, Israel y las Islas Azores, en donde es depredado por el carabo común (Strix aluco) y la lechuza común (Tyto alba).

La capacidad mimética que tienen estos murciélagos para imitar el zumbido de las avispas o de las abejas es única en el reino animal. Al final, las especies buscarán por todos los medios adaptarse a su ambiente para sobrevivir, de lo contrario están condenadas a extinguirse y desaparecer. Esto es una muestra más de lo cruda e increíble que puede llegar a ser la naturaleza.


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