Micotoxinas y producción animal

Ningún pienso es completamente inocuo. Por lo tanto, las sustancias que pueden crecer sobre él, en ocasiones, pueden ser perjudiciales para el animal que lo consume.
Micotoxinas y producción animal
Érica Terrón González

Escrito y verificado por la veterinaria Érica Terrón González.

Última actualización: 30 julio, 2022

Muchos hongos tienen la capacidad de producir metabolitos secundarios tóxicos, conocidos como micotoxinas. Estas sustancias pueden crecer sobre los alimentos y representan un riesgo serio para la salud. Las más peligrosas pueden poner en peligro incluso la vida de animales y humanos.

Si hablamos de micotoxinas y producción animal, ¿hay alguna que tenga efectos negativos en la reproducción? A continuación, te mostramos algunas de las micotoxinas más relevantes para la salud pública y la sanidad animal y sus efectos en el éxito reproductor del ganado.

¿Cómo se producen las micotoxicosis en los animales?

En primer lugar, definamos el término micotoxicosis. Este hace referencia a la intoxicación por inhalación o ingestión de alimentos contaminados con micotoxinas. En el reino animal, esta intoxicación puede producirse de dos formas:

  • De forma directa, en los herbívoros, al consumir un vegetal contaminado por el hongo.
  • De forma indirecta, en los carnívoros, por el consumo de carne procedente de un animal previamente intoxicado.

Las micotoxinas segregadas por los hongos colonizan todo tipo de alimentos y forrajes almacenados en condiciones deficientes. Los tres géneros fúngicos que más a menudo se notifican como productores de micotoxinas son:

  • Aspergillus spp.
  • Penicillium spp.
  • Fusarium spp.

La capacidad de un hongo de producir micotoxinas depende de muchos factores como la humedad, la temperatura, el sustrato/alimento o el oxígeno. Por lo tanto, la aparición de una micotoxicosis puede variar según las condiciones climáticas o la geografía.

Un hongo productor de micotoxinas al microscopio.
Un hongo productor de micotoxinas al microscopio.

Micotoxinas y producción animal

Aquellas micotoxinas que dan más problemas en producción animal, por lo general, son las siguientes:

  • Las aflatoxinas, producidas por diferentes especies de Aspergillus flavus y A. parasiticus.
  • La ocratoxina A, producida por diferentes especies de Aspergillus y Penicillium.
  • Los tricotenos, zearalenona y fumonisinas, producidos por hongos del género Fusarium.

La toxicidad de estos metabolitos en los animales puede abarcar todo tipo de órganos, desde el desarrollo de efectos carcinogénicos, teratógenos o mutágenos, pasando por alteraciones en el hígado, riñones y aparato digestivo, hasta la producción de desórdenes de tipo hormonal o inmunosupresor.

¿Pueden comprometer sus efectos el éxito reproductivo de una granja?

Se puede responder a esta pregunta utilizando el ejemplo de una explotación de cerdas reproductoras y analizando el efecto de distintas micotoxinas sobre ellas. A continuación desarrollamos el tema según el tipo de micotoxina estudiada.

Zearalenona

Se trata de una toxina hiperestrogénica. Es decir, activa el metabolismo de los estrógenos, lo que altera el funcionamiento normal del aparato reproductor de las hembras.

Una ingesta dietética constante de este compuesto conduce a padecer síntomas como vulvovaginitis, mamitis, trastornos del ciclo menstrual, falsos embarazos, abortos y esterilidad.

Es decir, el devenir normal de la reproducción en la granja se verá muy afectado y esto se traducirá en numerosas pérdidas económicas. Aún así, es cierto que sus efectos son transitorios y desaparecen con el cambio de dieta.

Aflatoxinas

Estas micotoxinas, en el ganado porcino, deprimen el sistema inmune y tienen efectos carcinógenos y mutagénicos. Además, son hepatotóxicas (malas para el hígado), producen anemia, nefrosis, hemorragias sistémicas y muerte. Es decir, son con toda probabilidad las micotoxinas más problemáticas y peligrosas.

A nivel reproductivo pueden ocasionar abortos y agalactia, es decir, falta de leche durante la lactancia. Por otro lado, pueden ser transferidas a los lechones neonatos, afectando a su respuesta inmunológica.

¿Existe algún método para controlar la aparición de micotoxicosis en animales?

En la actualidad no es factible eliminar por completo los alimentos y piensos contaminados por micotoxinas. Sin embargo, existen varias formas de reducir sus niveles y evitar exposiciones prolongadas en el tiempo. De hecho, son este tipo de consumos crónicos los que suelen agravar los efectos de las micotoxicosis.

Uno de los métodos más efectivos para reducir los niveles de micotoxinas en los piensos es la aplicación de las conocidas como «Buenas Prácticas Agrícolas ». Así, durante el cultivo, la cosecha y el transporte habrá que mantener los niveles de higiene al máximo.

Estas prácticas se han hecho fundamentales al considerar la cadena agroalimentaria como un todo integrado, donde la alimentación animal es el primer eslabón.

Luego, durante la transformación de las materias primas en un pienso en la industria de alimentación animal, es importante aplicar las Buenas Prácticas de Higiene. Así se reducirán al máximo los niveles de micotoxinas en el producto final.

Es en este punto mencionado donde aumenta, por ejemplo, el peligro de la contaminación cruzada, pudiendo mancillar otro alimento, incluso uno destinado a consumo humano.

Un grupo de cerdos de granja.

Un problema para el éxito reproductivo

Cualquier explotación animal depende de un cierto éxito reproductivo para poder mantenerse en el tiempo, por no mencionar aquellas que exclusivamente se dedican a obtener nuevas generaciones de animales o a aprovechar la leche de las hembras tras el parto. Por lo tanto, lograr un estado fisiológico óptimo para que la reproducción se produzca con éxito es fundamental.

El hecho de que el alimento pueda vehiculizar ciertas sustancias perjudiciales para la reproducción es un problema, porque normalmente las cantidades son tan pequeñas que los síntomas no son evidentes como para ponerles remedio.


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