La periodontitis en perros

La periodontitis en perros
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 28 noviembre, 2017

Es una de las enfermedades más comunes en las mascotas a partir de los 2 años, y afecta en mayor medida a las razas pequeñas. La periodontitis se produce por la aparición de placa bacteriana que se acumula en las encías y en sus primeras fases es tratable. Si avanza y no se tienen los cuidados necesarios, puede traer consecuencias graves.

Cómo es la periodontitis en perros

Esta enfermedad afecta la cavidad bucal de los perros. Aunque es más común de lo que pensamos, hay que evitar su evolución y consecuencias. Si no se presta atención al tratamiento, puede originar la pérdida de piezas dentales. También infecciones en órganos, como el corazón o los pulmones.

Autor: LuAnn Snawder Photography

Cuáles son sus causas

La  causa principal de la periodontitis en perros es la aparición de placa dental en la boca del animal.

Se produce por la acumulación de bacterias que, en combinación con la saliva, forman una capa amarillenta. Esta capa se adhiere fuertemente a la base de los dientes. Ello provoca enrojecimiento e inflamación en las encías (gingivitis).

Además de esto, es común que genere mal aliento (halitosis), elemento clave a la hora de percibir que nuestro perro está en problemas.

¿Qué sucede cuando la enfermedad se manifiesta?

En principio, aunque el diente parezca sano, la formación de placa bacteriana va destruyendo los tejidos que sujetan la pieza dental y provoca que se afloje. Además, se forman bolsas entre el diente y la encía. Luego, empujan esta última hasta dejar partes de la raíz descubierta, lo cual es doloroso para el animal.

Si esta placa no se quita, lo que en principio se soluciona con una limpieza, puede causar daños peores.

Consecuencias de la periodontitis

Si estamos alerta y reconocemos el problema en sus primeras fases (mal aliento, inflamación), la enfermedad puede revertirse. Y es importante controlar que no reaparezca.

No obstante, la periodontitis algo más avanzada, como inflamación grave en las encías, puede causar daños más complejos. Es el caso de pérdida de tejidos, pérdida de hueso y de la estructura de sostén alrededor de los dientes. También puede llevar a que la mandíbula se debilite y fracture.

Este proceso, aunque es controlable, no puede revertirse en su totalidad.

Si no se realiza el tratamiento correspondiente, puede conducir a una infección en pulmones, hígado y/o corazón.

Reconocer los síntomas para tratar a tiempo

Como hemos visto, el mal aliento es la primera señal que puede alertarnos. En muchas ocasiones consideremos esta halitosis como algo normal. Junto a este síntoma, la inflamación de las encías también es una alarma a tener en cuenta.

A medida que el problema avanza, la hinchazón se agudiza y aparece un enrojecimiento en la zona. Ello puede provocar dolor al comer y molestia o dificultad al masticar.

A medida que la placa bacteriana progresa y se adhiere en la cavidad entre la encía y el diente, el problema se agrava. Y notaremos que éstos quedan sueltos, llegando en muchas ocasiones a caerse.

Diagnóstico y cuidados

Dependiendo el caso y el grado de avance de la periodontitis, en ocasiones se realizan placas radiográficas. Se trata de observar el espacio oculto por debajo de las encías.

Si nuestra mascota presenta esta enfermedad en sus primeras fases, el tratamiento se centra en el control de la placa y prevención. Es importante realizar un cepillado diario con pasta dental especial para animales.

Si la enfermedad se encuentra más avanzada, será necesario realizar una limpieza general para eliminar el sarro y la placa dental. Y acompañar esto con la aplicación de geles antibióticos.

En los casos más graves, muchas veces es necesario realizar un procedimiento de limpieza con ultrasonidos. Incluso en ocasiones es precisa la intervención quirúrgica para extraer piezas infectadas.

Cómo prevenir su aparición

En primer lugar, mediante una alimentación sana. Lo ideal es darle a nuestro perro pienso seco y evitar comidas muy blandas. También eliminaremos de su dieta dulces y demás productos no saludables.

Hay que crear un hábito basado en la limpieza bucal. Esto incluye el cepillado y la utilización de productos que retrasan la aparición de placa o sarro.

Recordemos que existen, a modo de premios, las barritas cuya función es la de arrastrar el sarro y que sin duda son una buena opción.

Y, por supuesto, ante cualquier duda o señal de alarma, hay que acudir al veterinario de confianza para que realice una revisión.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.