La hidratación adecuada de tu perro

La hidratación óptima es tan vital para un perro como una dieta adecuada. Aquí explicamos cuánto necesita beber su perro y por qué.
La hidratación adecuada de tu perro
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 02 agosto, 2022

¿Cómo puedes saber si tu perro tiene una hidratación adecuada? Antes de preocuparte demasiado por este tema, debes comprender cuánta agua debería beber diariamente. Es obvio que para determinar el estado de hidratación, debe tenerse en cuenta tanto la ingesta, como la pérdida de agua, esto es lo que se denomina el balance de agua.

¿Cuánta agua necesita mi perro para mantener su hidratación?

¿Cuánta agua tiene que beber un perro?

Hay varios factores que influyen en la cantidad de agua que necesita tu perro, incluido su tamaño, su dieta y cuánto ejercicio hace. Sin embargo, el factor más determinante con respecto a la hidratación que necesita es su peso. Como regla general, un perro beberá cada día 50 mililitros de agua por cada kilogramo de peso corporal.

Así, un perro que tenga un peso de 10 kilogramos necesita aproximadamente medio litro de agua todos los días y un perro de 20 kg necesitará aproximadamente un litro. Esta guía también se aplica a los cachorros.

Ahora bien, como apuntamos arriba, la ingesta de agua debe considerar otros factores:

  • La dieta: los perros que comen alimentos secos, generalmente beben más que los perros que ingieren comida húmeda y seca.
  • Nivel de actividad física: el grado de ejercicio afecta la cantidad de agua que necesitará.
  • La temporada y la temperatura: los perros beben más en días cálidos que en fríos.

¿Cuándo preocuparse por la hidratación de tu perro?

Ten en cuenta que si tu perro bebe menos de la cantidad recomendada es perfectamente normal y saludable. Sin embargo, si tu mascota está bebiendo significativamente menos, algo podría ir mal.

Es importante conocer los signos físicos para determinar si tu perro tiene la hidratación adecuada. Estos incluyen ojos hundidos, letargo, boca seca, disminución en el volumen de orina y menos turgencia de la piel.

En cuanto a signos clínicos a evaluar, si se sospecha deshidratación, están los sonidos pulmonares, la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria. Adicionalmente, puede efectuarse una batería de análisis de laboratorio, tales como el volumen de glóbulos rojos empaquetados, proteína total y creatinina.

¿En qué ocasiones un perro puede dejar de beber agua?

En primer lugar, la negativa a beber puede estar relacionada con una lesión cerca o dentro de la boca del perro. Ten en cuenta que a los canes les encanta masticar cosas, y con cierta frecuencia un perro puede tener una lesión bucal.

También, es posible que el nerviosismo canino pueda causar una pérdida de sed y del apetito. En general, muchos perros se aclimatan a los cambios, que inicialmente les causaron estrés. Sin embargo, algunos caninos particularmente sensibles pueden necesitar asistencia adicional.

Es pertinente tener presente que tu perro tiene los sentidos del gusto y del olfato muy desarrollados. Por tal razón, los cambios en la calidad del agua pueden influir en la disposición de tu mascota a beber. Sea cual sea la razón, si detectas una disminución importante en la cantidad de agua que toma, debes acudir a tu veterinario.

¿Qué pasa si tu perro bebe mucho más de lo habitual?

Para estar al tanto de la cantidad que bebe tu perro, chequea el recipiente de agua al menos una vez al día. Si comienza a beber más, puede ser un indicio de enfermedad hepática, renal, diabetes o golpe de calor.

¿Cuánta agua bebe un perro al día?

¿Cómo animar a tu perro a beber agua?

La medida más sencilla consiste en añadir agua fresca a la comida de tu perro. De esta manera obtendrán algo de agua. También, puedes ofrecer cubitos de hielo de frutas como la sandía, las manzanas y los arándanos.

Algunas verduras como las zanahorias pueden ayudar a hidratar a tu perro. Ten presente, que debes investigar antes de alimentarlo con nuevos tipos de comida. Casi infalible resulta ofrecer caldo con trozos de pollo. Solo recuerda mantener a la cebolla y el ajo fuera de sus comidas.


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