La interacción social de los gatos: cuatro datos para entenderla

Entender los modos de interacción social de los gatos no es tarea simple, pues muchos de sus indicativos emocionales son casi imperceptibles para el ser humano.
La interacción social de los gatos: cuatro datos para entenderla
Luz Eduviges Thomas-Romero

Escrito y verificado por la bioquímica Luz Eduviges Thomas-Romero.

Última actualización: 30 julio, 2022

En Europa, las cifras de tenencia de gatos como mascotas superan a las de los perros. Con frecuencia, la marcada convivencia con los humanos nos plantea el reto de entender a los felinos. Existe la noción entre especialistas que la interacción social de los gatos con los humanos es diferente de aquella con los canes.

A pesar de ello, según diversas encuestas, los tutores de gatos consideran que los vínculos emocionales con su mascota son comparables a los valores correspondientes con los perros. Aun así, para muchos tutores dilucidar el comportamiento felino es desafiante. No están solos.

Los expertos en conducta animal también son conscientes de lo mucho que aún nos queda por saber en relación a este tema. Por esta razón, si eres tutor de un gato, te interesará leer cuatro consejos para interpretar la socialidad en felinos.

1. Gatos y perros responden de modo similar ante algunas tareas

Primero, resulta importante reconocer que existe una diferencia en el proceso de domesticación que atravesaron los gatos y los perros. Está claro que los gatos no fueron seleccionados para realizar diferentes tareas, mientras que esto si sucedió en la domesticación canina.

A pesar de este hecho, la necesidad de una convivencia fluida con los humanos pudo ser una presión selectiva lo suficientemente fuerte para influenciar algunas capacidades felinas. Apoyando esta idea, varios estudios científicos reportan un rendimiento similar en gatos y perros al realizar diversas tareas.

La similitud se ha reportado, por ejemplo, al elegir entre dos objetos que ocultan una recompensa siguiendo el señalamiento de una persona. Esto se ha observado ya sea apuntando el objeto o siguiendo la mirada humana.

También se ha reportado que gatos y perros confían en la reacción de su propietario cuando se encuentran ante objetos desconocidos.

Los estudios señalan que algunas de las capacidades sociocognitivas de los gatos pueden ser análogas a las observadas en los perros.

Un gato mirando a cámara.

2. El estímulo preferido por los felinos es la interacción social con humanos

En 2017, investigadores estadounidenses realizaron un estudio en que se les presentaron tres estímulos de cuatro categorías a gatos adultos de dos poblaciones: mascotas y de refugio.  Las cuatro categorías fueron interacción social humana, comida, juguetes y aromas.

  • Aunque hubo una clara variabilidad individual en la preferencia de los gatos, la interacción social con los humanos fue la categoría de estímulo preferida para la mayoría de los gatos (50 %).
  • En segundo lugar, siguió el estímulo de la comida (37 %).

El reporte indica que los resultados fueron similares para los gatos que vivían de mascotas y para aquellos que vivían en refugios.

3. Los gatos ajustan su comportamiento a la calidad de la interacción social que la persona les brinda

Cabe señalar que ha sido demostrado que varias especies, incluidos perros, cerdos, grajillas y varios primates perciben el grado de atención humana. Así, estos animales discriminan y modifican su comportamiento en respuesta ante humanos atentos y desatentos.

En 2016, se reportó que los gatos ruegan por comida más intensamente y por más tiempo ante humanos atentos que proporcionan señales visuales y auditivas. Otro estudio subrayó que los gatos frotaron su cabeza y jugaron más con humanos desconocidos atentos e interactivos que ante humanos desconocidos pasivos.

Una investigación reciente examinó la influencia del estado de atención humana (desatento o atento) en dos grupos de gatos (mascota versus refugio). El estudio evaluaba la búsqueda de proximidad y el comportamiento de contacto en respuesta a su propio dueño o una persona desconocida.

Este experimento demostró que ambos grupos de gatos pasaron significativamente más tiempo en proximidad y contacto con el humano atento.

Así, estos hallazgos demuestran que los gatos son sensibles a las señales sociales humanas y tienden a ser más sociales cuando se les presenta un humano atento. Además, los gatos domésticos no muestran preferencia por su dueño, sino a la atención que se les brinda.

4. La interacción social felina es sensible a las emociones y el estado de ánimo humanos

Según varios estudios, el comportamiento del gato está influenciado por el estado de ánimo que tiene el humano. Por ejemplo, los gatos se acercaban con menor frecuencia a los tutores deprimidos, en comparación de los felinos con los tutores alegres y extrovertidos.

En este sentido, se conoce que los gatos operan fuertemente obedeciendo su instinto. Así, es posible que esta menor interacción social responda a una amenaza percibida en el medio ambiente. Esta amenaza pudiera ser concebida por el estado de ánimo se su tutor o por mera desconfianza.

Ocasionalmente, en la vida cotidiana, sus razones de aparente apatía pueden ser tan simples como el aburrimiento. Si los tutores abusan del uso de una golosina o de cierto juguete, es posible que su efecto se diluya y deje de ser especial.

En estas circunstancias, será necesario encontrar nuevos estímulos que refuercen la interacción social con el gato.

La interacción social en gatos puede ser difícil de entender.

Nota final

La investigación futura mejorará la comprensión de los factores que influyen en la capacidad del gato para detectar señales humanas, incluidos vínculos emocionales o estados de atención.

Es posible que estos sentidos felinos hayan facilitado a los gatos obtener recursos vitales de los humanos, incluidos alimentos, refugio y atención social. Sin duda, el desarrollo de estas adaptaciones felinas tiene importancia en la evolución del comportamiento social y las relaciones entre especies.


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