Indigentes con mascota: problema de las grandes ciudades

Indigentes con mascota: problema de las grandes ciudades

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 12 noviembre, 2017

La crisis económica que hemos vivido durante estos últimos años ha llevado a que algunas personas pierdan mucho más que sus trabajos. En ocasiones han perdido su vivienda y hasta su vida. Literalmente en algunos casos, y metafóricamente en la mayoría.

Al verse despojados de todo y ante la falta de una red de apoyo social o familiar adecuada se han visto condenados a vivir en la calle. Pero no lo han hecho siempre solos, a veces les han acompañado sus mascotas.

Esto de por sí ya representa un problema, puesto que en la mayoría de los casos los animales no reciben los cuidados mínimos y acaban representando un peligro para todos, amén de otras dificultades.

En este artículo te vamos a hablar de cómo los indigentes con mascota se han convertido en todo un problema en las grandes ciudades y, desgraciadamente, no desde la crisis económica, sino que llevan mucho tiempo siéndolo.

Indigentes con mascota cuidada

perro y mendigo 4

En la prensa se pueden leer de vez en cuando enternecedoras historias sobre indigentes con mascota que a pesar de todas las dificultades que tienen para cuidar de sí mismos, se preocupan por sus animales y se esmeran para que estos se encuentren en las mejores condiciones.

Parte de lo poco que tienen lo invierten en comprar a su fiel compañero las cosas que necesita para cubrir mínimamente sus necesidades diarias. Incluso conocemos casos en los que hasta los llevan al veterinario para vacunarlos.

Pero esto es una excepción y, en la mayoría de los casos, que haya indigentes con mascota representa un serio problema para las autoridades.

Problemas de los indigentes con mascota para las ciudades

A continuación veremos algunos de los problemas que representan para las ciudades la presencia de animales en sus calles. Aunque puede ser cualquier animal el elegido, habitualmente los indigentes con mascota comparten su vida con un perro, en menos casos con un gato y encontrar otros animales conviviendo con ellos es bastante infrecuente.

Higiene

Dependiendo del animal elegido la situación serás más o menos grave. Pero cuando hablamos de perros es muy posible que su dueño no se encargue de recoger sus deposiciones, con la suciedad que esto conlleva.

Eso sí, hay que aclarar que esta mala costumbre la tienen algunos dueños que no viven en la indigencia y que se tendría que abandonar por completo. Además la mascota dificilmente va a estar limpia lo que supone un riesgo para sí misma, para su dueño y para otros.

Salud

Como decíamos, la excepción es que los indigentes con mascota puedan llevar al animal al veterinario, ya que es improbable que dispongan de los recursos económicos necesarios.

Esto da lugar a que contraigan y desarrollen enfermedades, y que a su vez puedan contagiar a otros animales e incluso al ser humano. Por lo que representan un grave peligro para la salud pública.

Población no controlada

perro y mendigo

Si no reciben atención sanitaria, por supuesto tampoco se ejerce un control de la natalidad. De esta forma, los animales que no han sido esterilizados pueden dar lugar a una población sin control y que compliquen aún más la situación.

Desorden público

En muchos casos la presencia de animales en las calles es fuente de conflicto. Los vecinos se quejan de su presencia, pueden atacar a otra mascota, se pelean con otros congéneres… en fin, puede verse muy perturbada la paz del vecindario.

Peligro

Hay que ser claros, los indigentes con mascota pueden representar un serio peligro. Por un lado, animales como los perros si no son debidamente educados, dependiendo de su raza y de su temperamento, pueden volverse muy agresivos.

La consecuencia puede ser no solo que ataquen a otros animales, sino que incluso también a seres humanos, siendo los niños sus principales víctimas potenciales.

Lo que resulta evidente es que el tener un animal a su cargo es beneficioso en muchas ocasiones para las personas. De esta forma, un indigente podría ser capaz de recuperar parte de la autoestima perdida si comprueba que consigue cuidar de otro ser vivo.

Así, desde un punto de vista terapéutico, podría servirles de gran ayuda. No obstante, hay riesgos que no son asumibles por la sociedad.

Sin duda, la mejor solución para evitar que los indigentes con mascota sean un problema para las ciudades, sería terminar con la indigencia. Un drama ante el que muchas veces solo cerramos los ojos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.