Hurón de patas negras: hábitat y características

Aunque es confundido con el hurón doméstico, este animal difiere en comportamiento y en su particular fuente de alimentación.
Hurón de patas negras: hábitat y características

Última actualización: 03 julio, 2021

El hurón de patas negras (Mustela nigripes) o hurón patinegro americano es un pequeño mamífero que a lo largo de las décadas ha tenido que luchar por sobrevivir. A pesar de parecer inofensivo, esta especie se caracteriza por su amplio consumo de otros mamíferos. Gracias a su apariencia, el hurón patinegro suele ser confundido con los ejemplares domésticos, aunque tienen muchas diferencias.

Clonación, programas de protección, conservación en cautiverio y otras estrategias se han implementado para garantizar su existencia. Por otro lado, la domesticación de esta especie ha acabado con su instinto de caza y sus hábitos solitarios. A continuación, encontrarás más información sobre el hurón de patas negras.

Hábitat del hurón de patas negras

El hurón de patas negras se limita a habitar ecosistemas abiertos, que suele compartir con su principal fuente de alimentación: los perritos de pradera (Cynomys).  Además, utiliza las madrigueras de los perritos como refugio y guarida, por lo que su hábitat depende de la densidad de las aberturas de las madrigueras de sus presas.

Por lo general, se ha observado que el hurón de patas negras necesita de 40 a 60 hectáreas de forrajeo y la disposición espacial, el potencial de expansión y la densidad de población de los perritos de pradera determina su hábitat. De igual forma, las enfermedades y la abundancia de depredadores de los perritos de pradera condicionan el número de individuos de la especie que aquí nos atañe.

En cuanto a su ubicación geográfica, actualmente esta especie habita en territorio estadounidense. Abarca aproximadamente 500 km² en una zona que comprende los estados de Dakota del Sur, Wyoming y Arizona. Sin embargo, también se han registrado algunos vestigios poblacionales en Kansas, Nuevo México, Dakota del Sur y Utah, gracias a programas de reubicación.

Un hurón enfadado.

Características físicas

Físicamente, el hurón de patas negras presenta una longitud de 35 a 50 centímetros, además de una cola forrada de 15 centímetros de largo. En cuanto a su peso, suele oscilar entre 0,7 y 1,3 kilogramos. La base de su piel es de color blanco, aunque se oscurece en las puntas, por lo que tiene una apariencia color amarillento-marrón en general. Los machos son aproximadamente un 10 % más grandes que las hembras.

Su característica distintiva con respecto a otras especies parecidas es el color negro de sus patas, que comienza en la cadera y termina en la punta de la cola. De igual forma, los adultos de esta especie tienen una máscara cefálica distintiva, que también es de color negro. Estos colores le permiten a este mamífero mimetizarse con su ecosistema de pradera, en el que se desenvuelve de forma salvaje.

Comportamiento del hurón de patas negras

El hurón de patas negras tiene hábitos de comportamiento nocturnos y ocupa la mayor parte de su tiempo dentro de las madrigueras que roba a los perritos de pradera. Fuera de los momentos de reproducción y de cría, esta especie es mayormente solitaria. Por tal motivo, organizaciones como World Wild Life han implementado programas de conservación para esta especie de hurón en madrigueras de perritos de la pradera.

Curiosamente, estos mamíferos se apoyan de una serie de sonidos o parloteos fuertes, con los que indican una situación de alarma. Por otro lado, utilizan un silbido para demostrar su miedo y usan un gemido con el que las hembras llaman a sus crías. Finalmente, se apoyan de una especie de carcajada en las épocas de cortejo, aunque también saltan y chasquean como parte de su ritual de apareamiento.

Alimentación y reproducción

En cuanto a la alimentación del hurón de patas negras —al ser carnívoro como se mencionó anteriormente—, destacamos que su dieta se basa en un 90 % en perritos de la pradera. Sin embargo, cuando estos animales se encuentran en hibernación, los hurones de patas negras recurren a alimentarse de ratas, pájaros, ardillas y conejos.

Se estima que un hurón de patas negras adulto come aproximadamente 100 perritos de la pradera en un año. De igual forma, se ha observado que sin esta fuente de alimentación, la especie no logra sobrevivir en optimas condiciones. En el caso de los perritos de pradera, una colonia tiene entre 130 y 150 acres, por lo que debería haber como mínimo una colonia por cada hurón patinegro.

Su comportamiento reproductivo tiene lugar entre febrero y marzo, época en la que la gestación toma entre 42 y 45 días. El número de crías suele variar entre 1 y 7 individuos, de los que solo suelen sobrevivir entre 3 o 4. Las crías nacen en las madrigueras de las que se adueñan los hurones patinegros y no emergen de ellas hasta tener 6 semanas de edad.

Los hurones de patas negras tienen una esperanza de vida de 8 años en cautiverio y de 1 a 4 en estado salvaje.

Las mencionadas crías nacen prácticamente ciegas y su pelaje es blanco. Los cambios en la vista se presentan luego de 35 días y en su pelaje aparecen manchas oscuras a las tres semanas de edad. Los hurones de patas negras alcanzan su madurez sexual al año de edad —aunque solo pueden reproducirse al tener 3 o 4 años— y se mudan a otra madriguera con solo unos meses de haber nacido.

Estado de conservación

Ya que la población de hurones de patas negras depende de la existencia de colonias de perritos de la pradera, su población ha disminuido y aumentado constantemente. Su mayor amenaza han sido las medidas de control de plagas y la conversión de su hábitat natural en tierras de cultivo, además del ataque e intoxicación de granjeros a las colonias de perritos de la pradera.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN, por su sigla en inglés), en el 2015 solo existían 206 ejemplares salvajes en su área de distribución original. Por esta razón, el estado de conservación del hurón de patas negras actualmente es “En peligro (EN)”. Aunque hoy en día esta especie de hurón no se caza, sí son víctimas de las trampas para coyotes y de cercas eléctricas.

Un hurón grande.

Como pudiste apreciar, los hurones de patas negras están ligados a la existencia de los perritos de pradera. Aunque a finales del siglo XX se lograron tomar algunos individuos para criarlos en cautiverio y conservar la especie, al día de hoy los esfuerzos no son suficientes. Por tal motivo, es de vital importancia que organizaciones no gubernamentales y estatales se unan para generar programas de conservación.


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