La hormiga del infierno: un insecto extinto

El término "hormiga del infierno" no engloba a una sola especie, sino que en él se recogen 9 géneros distintos con 13 especies descritas a día de hoy. Todas ellas tienen una adaptación común: mandíbulas preparadas para matar.
La hormiga del infierno: un insecto extinto

Escrito por Samuel Sanchez

Última actualización: 19 junio, 2021

Las hormigas pertenecen a una familia de insectos (Formicidae) que, como abejas y avispas, forma parte del orden de los himenópteros. De las 22 000 especies que se han observado, solo unas 13 800 se han conseguido clasificar,  y a día de hoy siguen encontrándose especies a un ritmo vertiginoso. La hormiga del infierno, un pariente lejano de los linajes actuales, es una de las más curiosas.

Las hormigas han colonizado todas las masas de la Tierra, con la excepción de la Antártida y algunas islas remotas. Son una pieza esencial de todo ecosistema, pues suponen hasta el 25 % de la biomasa terrestre de origen animal, controlan plagas de invertebrados, fomentan la polinización, sirven de alimento a depredadores y otras muchas cosas más. Conoce con nosotros a uno de sus parientes.

Descubrimiento de la hormiga del infierno

Antes de lanzarnos a las características de estos animales ancestrales, es necesario desembrollar el lío filogenético en el que se encuentran. El término “hormiga del infierno” hace referencia a la ya extinta subfamilia de himenópteros denominada Haidomyrmecinae. Aunque en el pasado este taxón se concebía como un grupo menor, ahora hay consenso en que se trata de una subfamilia establecida.

Este grupo de hormigas ancestrales ha sido descrito únicamente con el descubrimiento de 3 registros fósiles: uno en Francia, otro en Myanmar y otro en Canadá. Además, en el año 2020, el hallazgo de un fósil de un ejemplar cazando a otro invertebrado del Cretácico arrojó mucha información nueva sobre su modo de vida. La investigación, publicada en la revista Current Biology, se ha hecho muy conocida.

Dentro de esta subfamilia ya desaparecida, se describen 9 géneros distintos, que engloban a un total de 13 especies. Estos son los siguientes: Aquilomyrmex, Ceratomyrmex, Chonidris, Dhagnathos, Haidomyrmex, Haidomyrmodes, Haidoterminus, Linguamyrmex Protoceratomyrmex. Con el tiempo, se han encatrado varios fósiles de ejemplares dentro de estos grupos.

Aunque aún tenemos muy poca información sobre algunos de estos grupos, se espera que el descubrimiento de nuevos fósiles arroje algo de luz sobre ellos. 

Un himenóptero ancestral conservado en ámbar.
Un himenóptero conservado en ámbar.

Descripción física y comportamiento

Como hemos dicho, el término “hormiga del infierno” recoge a un total de 13 especies de hormigas ancestrales, que presentan adaptaciones diferentes al medio y características distintas. Por ello, vamos a ver a continuación algunos de los géneros más relevantes de esta subfamilia, pero de forma separada. No te lo pierdas.

1. Ceratomyrmex

A día de hoy, este género engloba a una sola especie (Ceratomyrmex ellenbergeri) que se ha detectado en diversos fósiles en la región de Asia, datados del período Cretácico. Como todos los representantes de la subfamilia, esta hormiga del infierno destaca por sus estructuras bucales altamente especializadas, en un plano muy diferente al de las especies actuales.

Para que nos entendamos, las hormigas carnívoras de la actualidad presentan mandíbulas en un plano “horizontal”. Odontomachus monticola, Odontomachus bauri Anochetus ghilianii son ejemplos de ello. Sin embargo, los ejemplares del género Ceratomyrmex tienen piezas bucales en un plano “vertical”, como si de peces abisales se tratasen.

Las obreras que se han descubierto tienen una longitud de 4,5 a 5,9 milímetros y portan un clípeo muy diferenciado, que forma una especie de “cuerno” proyectado entre ambas antenas. Las mandíbulas son grandes y se cree que estas servían primordialmente para cazar presas de gran tamaño, aunque también podrían usarse como método de defensa para empujar depredadores. Aquí puedes observar su holotipo.

Una hormiga Odontomachus monticola.
Las hormigas Odontomachus son representantes vivientes de las Trap-jaw. Su mandíbula está en un plano horizontal.

2. Haidomyrmex

Este género contiene a 3 especies distintas: Haidomyrmex cerberus, Haidomyrmex scimitarus y Haidomyrmex zigrasi. Todas ellas se han datado en el Cretácico tardío y se han encontrado en diversos fósiles de la región de Asia, tal y como indican estudios.

Los ejemplares de este género muestran un tamaño variable, de 3 a 8 milímetros, y tienen un exoesqueleto bastante suave. La estructura de sus mandíbulas —con forma de guadaña— y su clípeo le otorgan un aspecto alargado y letal a la cabeza, que a su vez va acompañada de un par de ojos compuestos muy pronunciados.

Las particularidades de cada especie se han descrito, pero en algunas se han encontrado reinas y en otras no. De todas formas, aquí puedes ver el holotipo del género, en este caso de la especie Haidomyrmex zigrasi.

3. Linguamyrmex

Este género también engloba 3 especies diferentes: Linguamyrmex brevicornis, Linguamyrmex rhinocerus y Linguamyrmex vladi. De nuevo, todos los fósiles encontrados datan del Cretácico tardío, en la región de Asia. También poseen un clípeo desarrollado y unas mandíbulas en posición vertical, lo cual indica que cazaban presas de tamaño considerable —y de frente—.

Tal y como sucede en el género anterior, este tipo de hormiga del infierno presenta un par de mandíbulas prominentes en plano vertical y curvadas hacia adentro. Su longitud es tal que, con la estructura “cerrada”, llegan a tocar con el cuerno clípeo, con lo que se consigue una cámara de sujeción de presas infalible. Aquí tienes su holotipo y un detalle de sus estructuras cefálicas.

Una hormiga del género Myrmecia se come una avispa.
A día de hoy, también existen hormigas depredadoras letales. El género Myrmecia es la prueba de ello.

¿Por qué es tan importante su hallazgo?

Las hormigas del infierno suponen un hallazgo único, pues representan las estructuras cefálicas que desarrollaron en el pasado los antepasados de las especies que habitan los ecosistemas hoy día. Además de su descripción, los nuevos hallazgos han llegado a describir cómo cazaban estos himenópteros tan fascinantes, lo que nos otorga aún más idea de su biología y adaptaciones.

Las mandíbulas tan curiosas de esta subfamilia podrían haber servido como método de defensa y como herramienta de ataque a la vez, pues las estructuras curvadas en plano vertical suponen un excelente mecanismo de agarre. Esperemos que se sigan descubriendo mas fósiles preservados en ámbar, con el fin de ahondar aún más en las particularidades de estos himenópteros tan letales como fascinantes.


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  • Barden, P., Perrichot, V., & Wang, B. (2020). Specialized Predation Drives Aberrant Morphological Integration and Diversity in the Earliest Ants. Current Biology, 30(19), 3818-3824.
  • Perrichot, V., Wang, B., & Barden, P. (2020). New remarkable hell ants (Formicidae: Haidomyrmecinae stat. nov.) from mid-Cretaceous amber of northern Myanmar. Cretaceous Research, 109, 104381.
  • Cao, H., Boudinot, B. E., Wang, Z., Miao, X., Shih, C., Ren, D., & Gao, T. (2020). Two new iron maiden ants from Burmese amber (Hymenoptera: Formicidae:† Zigrasimeciini). Myrmecological News, 30.
  • Boudinot, B. E., Perrichot, V., & Chaul, J. C. (2020). † Camelosphecia gen. nov., lost ant-wasp intermediates from the mid-Cretaceous (Hymenoptera, Formicoidea). ZooKeys1005, 21.
  • Ross, A. J. (2020). Burmese (Myanmar) amber taxa, on-line supplement v. 2020.1.

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