¿Hasta dónde llega la memoria del elefante?

Más allá de la popular afirmación de la gran memoria del elefante, hay evidencias científicas que reafirman la capacidad de retener recuerdos durante mucho tiempo
¿Hasta dónde llega la memoria del elefante?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 20 agosto, 2018

Siempre se ha dicho aquello de “tienes memoria de elefante” aludiendo al hecho de que los elefantes parecen tener una memoria inigualable en ningún otro animal. Pero, ¿hasta dónde llega la memoria del elefante? ¿Es cierto que es capaz de recordar todo? Hoy queremos hablarte más sobre este tema, ¿te interesa?

El cuento del elefante y la silla

Se dice que a un elefante adulto puedes atarlo a una silla y no se moverá. ¿Es que no puede un elefante mover una silla? ¡Por supuesto que sí! ¿Por qué no lo hace entonces y qué tiene esto que ver con su memoria?

Pues bien, a los elefantes jóvenes que van a ser adiestrados se les ata con una cadena a un clavo grande enterrado en el suelo o incluso a un árbol. Está claro que esta no es una posición agradable para nadie, y tampoco para el elefante, por lo que intentará por todos los medios desatarse y salir de esa situación.

Cada vez que tira de la cadena se hace daño, y lo intenta una y otra vez sintiéndose frustrado pues no consigue nada. ¿Qué hace entonces? Rendirse y no intentarlo más. Este hecho queda en su memoria para siempre y, cuando se ve atado, independientemente de a dónde, ya no intenta desatarse porque sabe que no puede. Se ha dado por vencido.

Esta es la razón por la que un elefante al que se ate a una silla no se moverá, incluso si se le atara a una pequeña piedra tampoco lo hará. Él recuerda el hecho de que tener una cadena en la pata es algo que no puede cambiar; su memoria le juega una mala pasada en este caso.

Elefante

La memoria del elefante parece infinita

Dicen que si haces daño a un elefante nunca lo olvidará. ¿Qué hay de cierto en esto? Parece que los científicos siguen fascinados ante la memoria del elefante, la cual aún no han podido descifrar.

Se cree que entra en juego el tamaño y la composición de su cerebro. Los elefantes son capaces de demostrar grandes emociones como la alegría, el dolor o el luto, y aprenden cosas nuevas con facilidad. ¡Incluso pueden imitar sonidos! Los científicos han llegado a la conclusión que un manejo tan brutal de tantas emociones y hechos tiene que ver con su cerebro sin duda alguna,

Aunque durante años se creyó que solo el tamaño del cerebro influía en la inteligencia y la memoria de los elefantes, esto no tenía mucho sentido, pues el de una ballena es infinitamente mayor y no refleja las mismas cualidades.

Por tanto, algo diferente a otras especies debía haber en su cerebro. Su neocórtex es muy complejo y similar al de lo seres humanos, los simios y los delfines, con una corteza gruesa y una alta concentración de neuronas. Esto sí tiene más sentido, ¿no crees?

El alto desarrollo de su hipocampo influye directamente en el hecho de que el elefante pueda recordar y manifestar emociones pasadas, así como sufrir estrés postraumático. Se cree que los elefantes lloran a sus muertos e incluso guardan un determinado tiempo de luto, algo que no sucede con la gran mayoría de especies.

Elefantes nadadores

De hecho, este acto solo se ha conocido en humanos, a quienes los elefantes parecen imitar haciendo una ceremonia de entierro al elefante muerto, así como guardando respeto al pasar por el lugar en que ya hay uno enterrado desde hace tiempo. ¡Increíble!

Su memoria también les permite aprender acciones de supervivencia en los primeros años de su vida, tal y como sucede con los seres humanos. Una vez aprendidas las lecciones, las recuerdan toda la vida.

Por tanto, ¿hasta dónde llega la memoria del elefante? Pues hasta el final de su vida. Cuando a un elefante le pasa algo que queda grabado en su memoria, es un recuerdo imborrable. Por ello, han demostrado actitudes negativas ante olores de ropa y utensilios de una tribu que mataba a los elefantes como símbolo de virilidad. Así que recuerda: no hagas daño a un elefante, porque jamás lo olvidará.


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